El inicio de temporada ha confirmado que el AMR25 luchará en la zona media y será difícil luchar por podios, por lo que el equipo ha tomado una decisión muy importante en su estrategia, centrar el mayor número de recursos disponibles en la evolución del AMR26 con el nuevo reglamento. El team principal del equipo, Andy Cowell, ya había comentado hace algunos días en las declaraciones previas al Gran Premio de Australia lo que sucedió en la pista solo sirve para reforzar esta idea. El rendimiento de Fernando Alonso certificó que en condiciones específicas el coche puede ser competitivo, pero que en el global de la clasificación y la carrera su rendimiento es limitado. El sexto puesto de Lance Stroll fue una satisfactoria sorpresa aunque conseguida más por las circunstancias de la carrera más que por la velocidad pura del AMR25.
Un desarrollo mínimo para el AMR25
El enfoque de Aston Martin para el AMR25 va a ser conservador. A pesar de que en el Gran Premio de Imola se espera que haya una evolución importante, la inversión en las mejoras será corta. El equipo sabe que malgastar recursos en un coche que difícilmente tendrá oportunidades para luchar con los mejores no tiene sentido, siendo que su objetivo principal es llegar hasta 2026 que es lo que realmente les importa.
Adrian Newey, una de las mentes más brillantes de la Fórmula 1, está completamente concentrado en el AMR26 de Aston Martin. Su background en diseño y aerodinámicas le permitirá aprovechar el cambio normativo que traerá la temporada 2026 donde llegaran los nuevos chasis y alerones móviles en la parte delantera. Aston Martin espera que esta visión les lleve a estar en una buena posición y no a simplemente obtener resultados mediocres en 2025.
El mismo Alonso fue el que dejó claro lo que suponía este proyecto en el país de los canguros: «Espero que un año de trabajo sea suficiente para llegar a tener un equipo ganador«, en referencia a la función que ocupa Newey en la estructura del equipo desde que llegó en marzo.
Aston Martin enfocado en 2026
Uno de los elementos principales en esta estrategia es el nuevo túnel de viento de Aston Martin. El equipo tiene la intención de que sea utilizado para mejorar el AMR26, aunque podrían usarlo para algo puntual en el AMR25. Como la normativa de 2026 ofrece una buena oportunidad para dar un salto competitivo importante, el equipo no quiere cometer fallos y quiere estar en la mejor forma posible desde el primer momento.
Por otro lado, la configuración de la FIA respecto a las horas de utilización en el túnel de viento y la utilización de la CFD (dinámica computacional de fluidos) favorece a los escuderías que terminan una posición más atrás en la clasificación de los constructores. Es decir, que si Aston Martin no es capaz de mantener la pelea por estar de los primero, saldría beneficiada con más tiempo para desarrollar su monoplaza de 2026, reforzando de nuevo la idea de priorizar el futuro por encima del presente.
El camino de Aston Martin
Andy Cowell también subrayó esta estrategia tras la carrera de Melbourne: «Todos tenemos limitaciones de CFD, túnel de viento y techo de gasto. Es un desafío decidir qué hacer y dónde invertir para desarrollar el coche. Hacemos una mezcla y volveré a la fábrica para hablar de las áreas en las que nos centraremos para encontrar más prestaciones». Aston Martin tiene definido su camino, invertir lo necesario para el presente y apostar todo al futuro. Con Newey al frente del proyecto y Honda como proveedor de la unidad de potencia, el equipo confía en que será en 2026 el año donde puedan pelear por victorias de forma habitual. El plan ya ha comenzado a caminar, y la ambición se encuentra más alta que nunca.