Aston Martin tiene muchas novedades para llevar a cabo su plan de situar a la escudería en los más alto de la F1 a partir de la próxima temporada con la llegada del nuevo reglamento al gran circo. Las novedades más destacadas son el nuevo túnel de viento y la llegada del ingeniero más laureado de la F1, Adrian Newey. Sin embargo, este último parece que tiene una forma muy peculiar de trabajar, y no acudiría a reuniones y tampoco estaría contestando a los correos electrónicos que se le envían.
La historia que precede a Adrian Newey
Adrian Newey es el ingeniero más laureado de la historia de la F1: equipo que le ha pedido que diseñe el monoplaza, equipo que ha logrado ser campeón del mundo. A veces ha tardado poco tiempo y a veces ha tardado un poco más, pero siempre ha logrado cumplir los objetivos marcados. Ahora su nuevo reto, uno de sus últimos en su dilatada carrera, es diseñar un nuevo monoplaza para que Aston Martin se convierta en uno de los equipos punteros la próxima temporada.
El reto no es sencillo: la nueva reglamentación es una de las más complicadas de la historia de la F1, con una unidad de potencia (que está creando Honda) híbrida, 50% combustible y 50% eléctrica. Aston Martin, al igual que todas las escuderías de la parrilla, está centrado en el próximo año, y apenas están destinando recursos para la presenten temporada que ya está en curso.
El objetivo de Aston Martin está claro: quiere convertirse en campeón del mundo loa antes posible, si puede ser, el próximo año y, si no, llegar a lo más alto en 2027. El reto no será nada sencillo, parece que Mercedes está a la cabeza del proyecto, pero las novedades de Aston Martin, con una inversión que ha cambiado la fábrica, un nuevo túnel de viento, la llegada de otros ingenieros además de Adrian Newey, llenan de optimismo a los de Silverstone.
Adrian Newey va por libre
Andy Cowell, el director de Aston Martin, ha declarado en una entrevista la manera de trabajar de Adrian Newey. Cowell afirma que el legendario ingeniero está trabajando largas horas de la jornada en su despacho, sin apenas hablar con nadie, siempre dibujando y buscando el diseño que más se acerque a la perfección para poder hacer un proyecto ganador.
Comenta que “es un diseñador de coches de carreras. Uno de los mejores. Desde el primer día nos aseguramos de preparar su entorno de trabajo, entró y acudió a reuniones sobre las nuevas reglas, sobre los conceptos que habíamos trabajado”. “Fue directo a trabajar con ingenieros para hacer bocetos en su pizarra de dibujo. Está en ese ciclo de diseño para diseñar partes fundamentales del coche.
Pero desvela que el ingeniero trabaja totalmente por libre, ajeno a lo que pasa a su alrededor, centrado únicamente en lo que tiene que hacer, un coche ganador.
“No va a reuniones, no responde correos electrónicos, simplemente está preparando un coche rápido. Y todos apoyamos ese proceso”.
Siempre se ha hablado de que Adrian Newey es especial, en que tiene unos métodos nada tradicionales, pero que, sin embargo, ha logrado resultados indiscutibles. Por eso, Cowell no muestra nada de preocupación en su forma de trabajar y confía en que vuelva a diseñar el mejor monoplaza de la parrilla para los próximos años.
Aston Martin, de la mano de Lawrence Stroll, ha invertido muchos millones de euros para lograr situar a la escudería de Silvertone en lo más alto de la F1. Todas las piezas ya están sobre el tablero de la fábrica y ahora solo faltan que empiecen a funcionar de forma coordinada y en una única dirección para conseguir que la escudería pueda cumplir los objetivos el próximo año.