La lluvia ha hecho acto de presencia en la Sprint del Gran Premio de Miami, haciendo que Charles Leclerc perdiese el control de su monoplaza y no pudiese tomar la salida. La pista se fue secando y fue Lando Norris quien se hizo con la victoria.
Lando Norris se lleva la victoria en una Sprint de Miami marcada por la lluvia y el caos
Todos los pilotos salieron con los neumáticos intermedios excepto Carlos Sainz, quien salía con neumáticos extremos, los mejores en esta situación, ya que estaba la pista totalmente empapada, pero rápidamente han mostrado la bandera roja ya que la visibilidad era totalmente nula.
A las 18:28 hora española, se intentaba de nuevo la salida, de nuevo en parrilla y todos con neumáticos intermedios. Sin embargo, de las 19 vueltas, quedaban sólo 16 después de dar varias vueltas detrás del coche de seguridad.
En dicha salida, Kimi Antonelli perdía la primera posición después de un gran ataque de Oscar Piastri y se quedaba en la cuarta, después de salirse en la primera curva y perder varias posiciones. Fernando ganaba una posición, al igual que Carlos Sainz, mientras que Lawson ganaba hasta 5 posiciones. Carlos Sainz y Esteban Ocon tenían una bonita pelea en la última curva del circuito, donde el español siempre intentaba adelantarle pero Ocon siempre salía en mejor posición para recuperar su posición. Mientras, los hombres de Mercedes peleaban entre ellos mientras que Lewis Hamilton tenía que defenderse de Alexander Albon.
En la vuelta 11, Tsunoda fue el primero en parar para montar neumáticos secos, pero en la siguiente vuelta, Lewis Hamilton, Lance Stroll y Carlos Sainz paraban en boxes. Todos estos pilotos montaron neumáticos medios excepto Lewis, que puso los blandos, quedando sólo 6 vueltas.
Lawson se llevó puesto el carrerón de Alonso
Todos los demás pilotos paraban en boxes en las siguientes vueltas y, a falta de 4 para acabar, Lawson cometía un gran error y se llevaba puesto a Fernando Alonso, haciendo que este destrozase el monoplaza contra el muro y tuviese que salir el coche de seguridad.
El neozelandés ponía fin a una carrera que estaba siendo de lo más destacada en mucho tiempo para el español de Aston Martin, donde incluso llegó a situarse en cuarto lugar en el último tramo de la carrera.
Por otra parte, Kimi Antonelli estaba muy cabreado, ya que un toque con Max Verstappen en boxes le impedía hacer la parada y tuvo que entrar de nuevo en la siguiente parada.
La retirada del coche de seguridad llegó en la última vuelta y dejó poco margen para adelantamientos. La carrera fue otra mala jornada para los españoles en una nueva jornada de éxito para los McLaren.