Aston Martin nos ha hecho aprender una lección estos últimos años, y no es otra que esperar a ver lo que pasa en pista, porque si hay que fiarse de las informaciones que salen desde la fábrica, se ha demostrado que no son muy fiables. Algo de eso ya han aprendido en la propia escudería, que en los últimos años se ha vendido que el duro trabajo desde Silverstone (nadie duda de ello) se vería reflejado el pista de forma positiva. Sin embargo año tras año, cada actualización de Aston Martin suponía un paso atrás para el monoplaza, llegando a este inicio de temporada siendo uno de los peores coches de la parrilla.
Cambios en Aston Martin
Sin embargo, esta temporada, la estrategia comunicativa de Aston Martin ha dado un giro de 180 grados. Los mensajes de cara al exterior ya no son tan positivos como antes, prefieren mandar mensajes pesimistas o de cautela y ver cómo se acaba comportando el coche en pista. Eso es lo que lleva pasando desde que se vio que el AMR25 era el peor coche de parrilla este año. Sin embargo, en Imola, el equipo traía mejoras, de puertas para dentro eran muy optimistas, al contrario que de puertas para fuera, donde se veía con dudas las actualizaciones. Pero este primer paquete introducido hace un par de semanas funcionó, y de qué manera, metiendo a los dos AMR25, en de Lance y de Fernando, en la Q3.
Ahora para Barcelona, el equipo tiene muchas esperanzas en las nuevas actualizaciones y en ver cómo se adapta toda la parrilla al nuevo reglamento impuesto por la FIA con los alerones delanteros –se acaban los alerones flexibles y volverán a ser rígidos-. Aston Martin confía en que este nuevo alerón, con las nuevas piezas del AMR25, las primeras fabricadas al 100% con el nuevo túnel de viento, supongan un paso al frente importante, pero el mensaje de puertas para fuera, no ha cambiado, cautela y algo de pesimismo, para no pillarse los dedos si salen ma.
Un problema real para Aston Martin
Pero Aston Martin si tiene problemas en la fábrica. Todo es nuevo, todo está equipado a la última en tecnología, pero todavía faltan que los sistemas estén bien calibrados y funciones a la perfección. Y una de las herramientas que pero funciona ahora mismo es el simulador, clave para la configuración de los monoplazas en las carreras.
Adrian Newey concedió una entrevista la pasada semana en la que confirmó los problemas con el simulador, y sorprendió al afirmar que llevará un par de años ponerlo a punto. Una noticia devastadoras para las aspiraciones de un equipo que sueña con liderar el Mundial de F1 a partir de 2026.
Sin embargo, el jefe de Aston Martin, Andy Cowell, salió a contradecir a Newey. Confirmó que el problema es real, pero rebajó el tiempo para ponerlo a punto.
“No, no tardará dos años y no es que Adrian y yo estemos en desacuerdo. Ajustar estas cosas lleva tiempo, pero no son años, sino unos meses”. “Hemos sido muy claros al decir que hemos invertido en muchas herramientas, como el simulador de piloto en bucle y el túnel de viento. Y cuando se crean estas herramientas, lleva tiempo ponerlas en marcha y luego probarlas para obtener correlación”.
Adrian Newey siempre se ha caracterizado por ofrecer declaraciones algo pesimistas, un poco en la línea que ha adquirido Aston Martin esta temporada. Pero Fernando Alonso puede estar tranquilo, porque Adrian podrá ser el mejor desarrollando coches, pero no lo es dando mensajes esperanzadores. Aunque bien es cierto que Cowell es todo lo contrario, suele ser más optimista en sus declaraciones. Lo que queda claro es que Aston Martin sigue trabajando para tenerlo todo a punto de cara a 2026, y es de esperar, según las palabras del jefe de Aston Martin, que lleguen a tiempo para la próxima temporada.