Aston Martin fue la gran decepción en el GP de Bélgica de F1. La escudería de Silverstone, que venía completando grandes fines de semana en las últimas carreras, dio un importante paso atrás en Bélgica. Sin embargo, existe una explicación para comprender el mal rendimiento el AMR25 en el circuito de Spa, y todo hace indicar que en las próximas carreras, podrán enderezar el rumbo.
Aston Martin y las actualizaciones
Desde Silverstone están trabajando a gran velocidad desde la llegada de Adrian Newey y el nuevo túnel de viento. Las últimas dos actualizaciones, las del GP de Silverstone y las de este pasado fin de semana en Bélgica, no estaban previstas tan rápido. A priori, que estas mejoras llegaran antes de tiempo podría suponer una ventaja, pero no ha sido el caso por varios motivos. En Silverstone, apenas pudieron comprobar su verdadero impacto debido a los problemas de meteorología: cada sesión de ese fin de semana, fue diferente, y la lluvia no ayudó para recopilar los datos de calidad necesarios para dar ese paso adelante. Sin embargo, el último tramo de esa carrera, con condiciones en seco, Fernando Alonso voló con el AMR25.
En Bélgica la situación fue aún más complicada. Fernando Alonso ya lo avisó en la rueda de prensa previa de los pilotos, cuando dio a entender que el mal tiempo y que se tratara de un fin de semana al sprint no iba a permitir al equipo no tendría tiempo ni condiciones suficientes para probar la efectividad de las piezas, y que no las usarían si no lograban estar completamente seguros de su efectividad o de cómo utilizarlas. Y así fue.
Aston Martin volvió a suelo de Imola y no incorporaron las actualizaciones. Por tanto, volvieron a tener los mismos problemas que tenían entonces, sufriendo en circuitos con mucha cara aerodinámica. El resultado fue una clasificación desastrosa para los dos AMR25.
Una mala estrategia
El paso atrás ya estaba dado, pero ahora le tocaba al equipo planificar la mejor estrategia para intentar llegar a unos puntos que ya de por sí se antojaba casi imposible. Dadas las condiciones meteorológicas y la mala clasificación del sábado, Fernando Alonso decidió cambiar la configuración del coche y cambiar la unidad de potencia, aunque esto le provocara salir desde boxes. Y sus previsiones presagiaban que habría lluvia durante toda la jornada del domingo, así que configuraron el AMR25 para correr bajo estas condiciones.
Si hubo lluvia pero la carrera no comenzó hasta que dejó de llover sobre Spa. La carrera comenzó detrás del coche de seguridad (idóneo para salir desde el pit-lane sin perjuicio), con el suelo mojado, pero a las 6 vueltas la pista ya estaba seca. Esta vez Aston Martin acertó con la parada del asturiano, ganó 7 posiciones con el cambio temprano de neumáticos, pero el AMR25 era una tortuga.
Por último, como lamentó Fernando Alonso, no hubo ni un solo incidente de carrera, ni una bandera amarilla, nada… y tuvo que hacer una segunda parada para cambiar neumáticos (casi nadie la hizo), así que perdió cualquier mínima opción de hacer una carrera competitiva.
«Pensábamos que llovería todo el día«, “optamos por una configuración de mojado, ya sabes, con mucho viento trasero y demás, viendo el pronóstico, y sí, creo que dimos seis vueltas en mojado y luego 38 en seco y soleado, así que fuimos lentos». «Y luego perdimos otro par de posiciones con la parada final».
Todo salió mal en Aston Martin en Bélgica, uno de esos fines de semana para olvidar. Sin embargo, el equipo está confiado y espera que en Hungría puedan sacar el máximo rendimiento al monoplaza y volver a la senda de los puntos, como poco.