Entonces cambió el viento. Este sábado en Hungría Alonso ajustó su coche para intentar acoplarse a las condiciones, y contaba con dos juegos de blandos nuevos. Durante parte de la última Q3, el asturiano era segundo, a menos de una décima que el todavía poleman virtual, que era Piastri. Nadie se explica cómo en una semana ambos Aston Martin han pasado de ser el último coche a meterse los dos en tercera línea. Y Fernando, incluso, con opciones de ‘top 3‘.
Aston Martin rompe los esquemas en Hungría
La explicación quiso darla Mike Krack al finalizar la sesión. Sí, es cierto que las condiciones de los dos circuitos, el de Spa y el de Hungría son notablemente diferentes. Uno se apoya en la alta velocidad durante casi la totalidad del trazado mientras que otro hace que la carga aerodinámica cobre especial relevancia.
Más para coches como los de Silverstone, que sufrieron más de la cuenta en Bélgica a raíz de una velocidad punta punta muy baja -más de 20 km/h de diferencia ¡solo en el paso por curva! ante los McLaren en Spa-. Sobre esto quiso arrojar algo de luz el que fuera jefe de equipo de Aston Martin, hoy ocupando la labor de jefe de pista. Una de los hechos más importantes se sitúa en la fábrica, en el AMR Tecnology Centre.
«Creo que los pilotos han hecho un gran trabajo, un trabajo fantástico. Esto siempre es un esfuerzo de equipo, no solo de la gente aquí en circuito sino también de la que está en Silverstone. Siguen desarrollando el coche, siguen empujando y demás y creo que en general ha salido todo bien hoy y hemos acabado quintos y sextos», dijo Krack.
«Esta pista es distinta a Spa, tiene un carácter distinto, e intentamos sacar el máximo de lo que tenemos. Tanto el coche, como las piezas, como los test que hicimos ayer con distintos suelos, alerones delanteros… y anoche con buen apoyo de parte de Silverstone escogimos las piezas, establecimos el plan y los pilotos han rendido fantásticamente bien».
«Una vez que ponemos la carga aerodinámica en él y las condiciones son frescas y no hay demasiado viento, estamos justo donde tenemos que estar. Eso es bueno para el rendimiento del coche y esa sensación ha estado ahí todo el fin de semana», puntualizaba también Stroll.
O lo que es lo mismo; no es que Fernando Alonso y Stroll en Spa volvieran a tener un coche de última fila ni que el monoplaza volviese a las andadas de la primera mitad del año. Ni tampoco que el buen rendimiento en Hungría lo sea así para lo que queda de año, ni mucho menos.
No hay secretos, las características de la pista potencian los puntos fuertes de los coches de verde igual que el circuito de Las Árdenas agudizaba en las debilidades. También lo aclaró el mismo Alonso: «Es por las características de la pista. No hemos cambiado el coche enormemente desde Spa, que fue hace siete días. No hay piezas nuevas de nadie en esta carrera, pero el trazado y las características del circuito se ajustan mejor a nuestro coche. Estaría bien saber por qué el coche opera en esta ventana aquí, porque si lo entendiéramos podríamos aplicarlo en otras carreras», subrayó.
Alonso está capacitado para luchar toda la carrera
Algo importante, además, es que es en trazados como el de Hungaroring, donde Alonso tiene mucho más que perder de ganar. En una situación similar a Mónaco, a su favor está que en Budapest hay pocas posibilidades de adelantar lejos de la primera curva. Al tiempo que si se forma un tren de DRS sería relativamente difícil progresar.
El ritmo de carrera parece lejos en seco del exhibido por McLaren el viernes pero, con el resto de rivales, parece capacitado para luchar toda la carrera. El viento, como ya ocurriera en los entrenos del viernes y durante la clasificación, puede jugar en favor de la corriente…
«No hubo mucho viento en la Q3 o, más que viento, cambió la dirección e hizo la pista más lenta, así que ya no pudimos repetir los tiempos de la Q1 y Q2. Pero fue lo mismo para todos», explicaba el astur. «Intentamos salir en el medio de la Q3 para tener aire limpio y pensando que el viento iba a ir a peor siempre, y nunca se sabe, pero estando quinto y sexto (Stroll) creo que no elegimos mal el momento de rodar».
En lo global no queda nada lejos de la cabeza y con capacidad de poder pensar con algo más en carrera. «Quiero pasar al cuarto«, lanzó directo Fernando Alonso. Pero le vendría bien una posición similar a la de partida. «Será difícil, pero si podemos firmar el quinto antes del parón, pues sería el principal objetivo. Aunque vienen amenazas por detrás», añadió. Ellos son los Verstappen, Hamilton o Antonelli. A todos les ganó.
«La victoria es una victoria y siempre tendrá más mérito», contó a la prensa española. «Tienen que darse algunas cosas. La carrera dependerá del tiempo y se debe acertar la estrategia si llueve. Nadie habla de ningún fenómeno como este, pero tampoco nadie descarta que el quinto se convierta en un baño de champán desde el podio, como se propuso de aquí a final de año. Puede ser, por un día, que Alonso deje de ser «el piloto con peor suerte del mundo» para ser el resultante del que acierte en las decisiones clave de una carrera que siempre le ha premiado.