Fernando Alonso choca con la realidad del Aston Martin: un coche sin respuestas en la recta final de la temporada

Austin volvió a evidenciar los problemas del AMR25. Sumó un punto, pero Fernando Alonso dejó claro que Aston Martin atraviesa un momento difícil. La vista está ya puesta en 2026.

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La carrera del Gran Premio de Estados Unidos en Austin volvió a mostrar la cruda realidad de Fernando Alonso y el Aston Martin. Ambos se enfrentaron a un fin de semana complicado. El AMR25 no estuvo a la altura, y el español sumó un solo punto, pero no refleja el rendimiento real del coche. La sensación dentro del equipo es que la distancia con los líderes se mantiene, pese a los esfuerzos por cerrar la brecha.

Austin evidenció los límites del Aston Martin de Fernando Alonso

Desde los primeros entrenamientos quedó claro que la velocidad no acompañaba. En Estados Unidos, Fernando Alonso y los suyos detectaron problemas de equilibrio y agarre que limitaban el rendimiento. Cada curva, cada frenada y cada aceleración eran un recordatorio de que el monoplaza no respondía como debía. La experiencia de Alonso permite identificar con rapidez estas carencias, pero el tiempo en pista no era suficiente para compensarlas

En carrera, la situación no mejoró. Alonso terminó décimo, la misma posición desde la que había salido. “Hemos sido lentos toda la carrera, un poco tapando los coches de atrás”, reconoció este domingo. La gestión de neumáticos y la falta de ritmo frente a Sauber, Haas y Williams marcaron la diferencia. La larga recta de Austin evidenció la escasa velocidad punta del AMR25, un problema que se repite carrera tras carrera.

El AMR25 sigue siendo lento

Elegir los compuestos de neumáticos, ajustar la altura del coche o modificar la configuración aerodinámica se ha convertido en algo más complicado de lo que debería. Cada cambio tiene un coste en el rendimiento, y Aston Martin aún no ha encontrado la configuración óptima. Como se vio a lo largo de todo el año, las pequeñas decisiones fueron marcando las grandes diferencias y, por ahora, las últimas apuestas no han salido bien.

«Hemos sido lentos. No sé cuántos coches están por detrás de nosotros, sinceramente. Puede que solo Alpine, viendo esta carrera de Austin. Alpine está sufriendo más, pero Haas estuvo claramente por delante de nosotros también, igual que Sauber o Williams, que está en otra liga», dijo el piloto asturiano al diario AS.

Fernando Alonso, como ha ido sucediendo en buena parte de la temporada, no esconde su frustración. La temporada se acerca a su tramo final, y los puntos que se escapan en circuitos como Austin pesan mucho. La experiencia del bicampeón mundial es un activo que el equipo no puede desaprovechar, pero también evidencia que sin mejoras urgentes el AMR25 seguirá siendo limitado frente a los equipos punteros.

Fernando Alonso lanza un mensaje claro a Aston Martin

Andy Cowell, director técnico, reconoce la dificultad de la situación. Las actualizaciones introducidas durante la temporada han reducido la distancia en algunos sectores, pero no lo suficiente. El enfoque ahora se dirige a 2026, cuando un nuevo reglamento podría permitir a Aston Martin nivelar la competitividad. Sin embargo, esa transición no soluciona los problemas inmediatos del equipo.

Es ahí, por otra parte, que Fernando Alonso tiene claro que para aspirar a mejores resultados no basta con pilotar bien; el coche debe estar a la altura, y cualquier margen de error es imperdonable. De hecho, ya en la tarde del sábado, explicó que Aston Martin había cometido un error «grosero».

El asturiano lanzaba un ‘dardo’ hacia la escudería por la manera en la que le comunicaron los tiempos finales de la clasificación: «La verdad es que otra vez buen feeling con el coche, igual podíamos haber hecho algo mejor, la última vuelta ha sido un poco caótica, me han dicho que estábamos fuera de tiempo a la salida del pitlane y luego cuando crucé la meta tenía 18 segundos de margen«, dijo.

«Así que algún error de cálculo grosero por parte de nuestro entendimiento del tiempo, porque hice todo el outlap [la vuelta de instalación] a toda velocidad pensando que no iba a llegar a la bandera a cuadros y de repente me sobraron 18 segundos y ya no tenía neumáticos, así que bueno, una pena, pero bueno», ha reconocía Alonso.

«Me han dicho que estábamos fuera de tiempo a la salida del pitlane y luego cuando crucé la meta tenía 18 segundos de margen»

México y Las Vegas, «los peores circuitos» para el Aston

A su vez, el próximo Gran Premio en México se presenta como una complicación más. Quizás una de las carreras más duras para este coche. Su larguísima recta principal exige velocidad punta y eficiencia aerodinámica, dos puntos donde Aston Martin sigue perdiendo terreno. Cada décima de segundo cuenta y, sin ajustes significativos, la pelea por posiciones de mitad de tabla seguirá siendo imposible.

Con el cambio de reglamento, Aston Martin, junto con Fernando Alonso, pretende dar un paso al frente en términos de rendimiento y poder terminar luchando por victorias. Alonso tiene claro que deben poner toda la carne el asador en la que ya ha reconocido que puede ser su última temporada en la Fórmula 1.

El gen ganador de Alonso empuja a Aston Martin: «Quiero la última…»

Claro que hasta que ese momento llegue, para el de Oviedo lo más importante es mantenerse concentrado y sacar el máximo del coche. Pero la situación de la escudería es evidente, pues el equipo atraviesa un momento difícil. El AMR25 necesitaría cambios rápidos si quiere seguir siendo competitivo. Aunque para estas últimas cinco carreras del año se prevén pocas alegrías… y Fernando ya solo piensa en llegar a Abu Dhabi para cerrar la temporada cuanto antes.

«México y Las Vegas, en teoría, son las peores para nosotros. A ver si podemos rescatar algo. En Brasil y en Qatar hay que intentar sumar el máximo de puntos posibles», dijo Fernando en Austin. Alonso marcha 12º del Mundial de F1 con 37 puntos, solo uno detrás de Sainz. El duelo entre los pilotos españoles, aunque no tenga gran importancia en la clasificación, resulta curioso: en Estados Unidos quedaron separados por apenas una milésima el viernes y por solo diez el sábado. Parece que están destinados a encontrarse.

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