Es habitual que cada fin de semana de carreras, a los jefes de los equipos se les pregunte más por lo que está por venir en 2026 que por el fin de semana. Al fin y al cabo, las cartas para lo que queda de campeonato ya están sobre la mesa, y tanto el rendimiento de cada equipo, como lo que hay en juego, es más que sábado para las cinco carreras que restan. En este sentido, Aston Martin sigue acaparando todas las miradas, se presupone que será la gran revolución para la próxima era del automovilismo, y Andy Cowell, CEO del equipo, lejos de frenar la euforia, la alimenta con sus declaraciones. Optimismo o confianza, esta es la gran duda que no se resolverá hasta Australia 2026.
Andy Cowell y el 2026
El jefe de Aston Martin sigue generando ilusión al público, sobre todo al español, que sueña con volver a Fernando Alonso luchando por carreras y, por qué no, por el título Mundial, el tercero de su carrera, el que pondría la guinda a una carrera de leyenda pese a no haber logrado más títulos merecidos.
La reconstrucción de la escudería de Silverstone ha sido de gran magnitud: de la mano del magnate Lawrence Stroll, la Fábrica se ha renovado con lo último en tecnología, y con los mejores ingenieros para poder llegar a la cima del automovilismo. De cara a 2026, con el nuevo túnel de viento, el nuevo simulador, con Adrian Newey -entre otros- y con la alianza con Honda y Aramco, solo falta ligar los ingredientes, que son los mejores.
La carrera por lograr el mejor desarrollo para Australia 2026 es el objetivo prioritario de todos los equipos, es una incógnita saber dónde estará cada uno, pero Cowell está convencido del potencial que tendrá el AMR26.
«No sabemos dónde estará el resto, pero en nuestro caso el rendimiento está ahí». «La disipación es buena, la potencia es buena, la eficiencia eléctrica es buena. Y todo encaja a la perfección en un entorno compacto».
El papel de Adrian Newey
El ingeniero más laureado de toda la historia de este deporte es uno de los máximos responsables para creer en las opciones de los británicos. Donde ha ido, ha triunfado, ha logrado hacer al equipo campeón del mundo, en algunos sitios, con efecto inmediato, en otros, tardando un poco más, pero el objetivo siempre se ha cumplido.
Su manera de confeccionar el coche, sus diseños, su manera de que todo encaje como si se tratara de una sola pieza, como si cada pieza fuese una extensión de la anterior, son motivos para confiar en que el AMR26 tenga las menos fisuras posibles, y con la alianza con Honda, las esperanzas son máximas.
El papel de Honda
Porque no hay que irse muy lejos para ver cómo Honda y Newey han sabido hacer los mejores coches en la última era de la F1. Red Bull y Verstappen son quienes se han favorecido de ello en las últimas temporadas, logrando cuatro campeonatos del mundo de pilotos y tres de constructores, y aunque el ingeniero ya está fuera de la estructura austriaca, si el holandés logra la gran remontada este año, también se le podrá atribuir parte del mérito, al fin y al cabo, las bases del coche son las suyas.
Pero por parte de Aston Martin, las expectativas son muy altas, y es el propio Andy Cowell el que está alimentando las ilusiones. Como comentamos al principio, la duda es confianza u optimismo, pero sea lo que sea, el sueño de ver al asturiano luchar con los mejores está vivo, por lo menos, hasta que Melbourne de el pistoletazo de salida a uno de los Mundial de F1 más esperados de los últimos años.