Lawrence Stroll hará lo que sea por darle el tercer Mundial de Alonso: este es su plan para ganar en 2026

El canadiense, más ambicioso que nunca con su proyecto en Aston Martin

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En la mente de Lawrence Stroll solo cabe un pensamiento. Mayúsculo. Tremendamente complejo. Pero cada vez más realista para el magnate, que parece más confiado que nunca en convertir a su equipo en campeón del mundo de Fórmula 1. «He tenido la suerte de ser muy exitoso en todas las empresas donde he emprendido», explica fielmente esa mentalidad de tiburón de los negocios exitoso que atesora el dueño del equipo para el que pilota Fernando Alonso. Stroll nunca se había mostrado tan ambicioso y confiado como hasta ahora en llegar a lo más alto de la Fórmula 1.

En una charla con uno de los patrocinadores del equipo, Maaden, el canadiense ha dejado claras sus intenciones de cara al año que viene, el primero con nueva normativa, donde se espera que haya cambios en la parrilla. «Soy implacable, no me rindo hasta que la misión se complete, en este caso la misión es ser campeones del mundo», desvela el propietario en una breve pero directa conversación desde la fábrica de Silverstone.

«Ahora estás presenciando las instalaciones que hemos construido para proporcionar las herramientas. No existe otra fábrica como esta en ningún otro equipo de Fórmula 1, no existe otro túnel de viento como el nuestro, no existe otro simulador de conducción como el nuestro. Todo el campus tiene ese aire de victoria, de rendimiento, de personas que se esfuerzan por encontrar esas décimas o centésimas de segundo adicionales». A Stroll no le falta razón. El proyecto que encabezan Alonso, que tiene contrato hasta finales del año que viene, en pista y Adrian Newey fuera, es el más completo y prometedor de la parrilla.

Campeones y nada más

«Lo primero fue acondicionar las instalaciones, luego fue juntar al equipo de personas y, obviamente, fue muy importante conseguir a Adrian Newey, que fue un hito monumental, ha estado con nosotros desde principios de marzo. Andy Cowell, director ejecutivo, Enrico Cardile, nuestro director técnico, además de unas 950 personas… todo el equipo se está colocando en posición, tenemos muchas ganas de que llegue el año que viene, con el gran cambio que habrá de regulaciones». El fichaje del diseñador resultó clave para poner en pista un monoplaza competitivo que sea el más rápido.

Desde el año que viene, Aston Martin trabajará codo con codo con Honda, que empezará a diseñar sus motores: «Otro paso de gigante es contar con Honda, nuestro socio de la unidad de potencia. Es una experiencia totalmente nueva para nosotros, diseñarán para nosotros el motor y dejaremos de ser equipo clientes (hasta ahora lo eran de Mercedes). Hay mucha emoción la verdad». Stroll no esconde el objetivo que tantos millones (y tiempo) cuesta: «Para nosotros, el objetivo es ser campeones del mundo. Ahora necesitamos algo de tiempo para que todos se integren y trabajen de cara a estas nuevas reglas que llegarán el próximo año. Nuestras expectativas son muy altas para el próximo año, tan altas como pudieran ser».

En sus palabras, al canadiense se le nota convencido, emocionado y motivado. «He tenido la suerte de ser muy exitoso en todas las empresas donde he emprendido. Este es el mayor momento de pasión que he vivido, lo que más me emociona y motiva, también lo que más me frustra. Cuando decepciona, duele más porque en este negocio hay mucha decepción. Hay muchos momentos bajos antes de alcanzar los de euforia. Es cuestión de tener paciencia, esta es una palabra con la que lucho en mi vocabulario. La expresión ‘Roma no se construyó en un día’ es muy apropiada para un equipo de Fórmula 1″.

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