El Real Madrid regresaba anoche dos años después a la final de la Copa del Rey, tras un duelo con clásico sabor copero, instalado en la locura por su falta de autoridad, respondiendo a los golpes de la Real Sociedad hasta dejar escapar el pase en el último suspiro, en el minuto 93 con el gol de Oyarzabal, y encontrarlo en la prórroga con un testarazo salvador de Antonio Rüdiger.
Un partido en el que reinó la locura y en el que, como no podría ser de otra forma tratándose del Real Madrid, hubo polémicas arbitrales de por medio. Un manotazo no señalado, un fuera de juego no pitado, una entrada merecedora de roja…
Corría el minuto 48 de partido (con 1-1 en el marcador y 2-1 en el global de la eliminatoria) cuando el Real Madrid reclamaba un penalti por manotazo del guardameta Alex Remiro a Jude Bellingham en la salida de un córner. Ni Alberola Rojas lo señaló ni Trujillo Suárez le avisó desde el VAR para revisar la jugada.
En los micrófonos de la Cadena SER, Iturralde González apunta que la jugada “Es penalti eso, es temerario. Es que hay movimiento de brazo. Si no es amonestación, sería residual y no entra el VAR, pero es que hay movimiento de brazo y le pega un sopapo”, explicaba.
Cuando Tchouaméni marcó el 3-3 de cabeza tras un saque de esquina, la Real protestaba que nunca tuvo que sacarse ese córner ya que tuvo su origen en una jugada de Vinicius en la que Mbappé estaba en fuera de juego por interferencia.
«Es fuera de juego y esas siempre se pitan, no sé por qué esta vez no… El Madrid es un grande y no necesita ayudas. Tengo muy claro que no hubieran dado el gol si hubiera pasado en el otro área», valoraba Imanol Alguacil. El entrenador de la Real estaba molesto por la decisión, pero tampoco quería centrar sus declaraciones en ese fallo de los colegiados. Imanol se quedaba con el partidazo de sus jugadores y lanzaba un mensaje optimista de de cara al futuro. Con su renovación en el área, mostró su amor a la Real. «Siempre ha tenido ganas de seguir en el club y quiero estar aquí muchos años. Ni una victoria, ni una derrota me van a cambiar mis ganas de seguir en la Real Sociedad».
En palabras de Iturralde en la SER “Vinicius le encima y cuando Kubo nota el contacto se deja caer. No hay nada. Le tiene agarrado, pero le deja continuar la carrera, que el reglamento habla de sujetar, no de agarrar. Habla de no dejarle continuar la carrera de impedir que vaya a por el balón. Eso no pasa en ningún momento. Cuando ve que no va a llegar al balón, se deja caer”.
Con la primera mitad agonizando, y superados los tres minutos anunciados de añadido, los jugadores visitantes reclamaron otra pena máxima, en este caso por un agarrón de Vinicius a Kubo en la frontal del área. Nada más comenzar la segunda mitad de la prórroga, Olasagasti se llevó la amarilla por una entrada potente a Vinicius, en la que los jugadores y el banquillo del Real Madrid reclamaron la roja directa.