El secreto mejor guardado de Audi: así avanza su motor con el que debutará en la F1 2026

Desde Múnich hasta las fábricas en Neuburg y Hinwil, Audi afina su motor y desarrolla su proyecto para debutar lo mejor posible en 2026

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Audi ya acelera hacia su esperado debut en la F1 de 2026. Después de su presentación en sociedad el pasado miércoles, con un primer concepto real del que serán los nuevos coches, la firma de los cuatro aros sigue avanzando para su volver a la competición el próximo año. Y lo está haciendo según sus planes.

Porque lejos flashes y el ruido mediático, Audi ha alcanzado uno de los hitos más importantes de su proyecto: el motor que impulsará su monoplaza ya rueda en banco de pruebas. Lo ha hecho con simulaciones que reproducen condiciones de carrera y que permiten evaluar rendimiento y fiabilidad antes de salir a la pista en lo test invernales de enero.

Audi ha completado ya sus primeros kilómetros equivalentes a un Gran Premio real

Así, como hemos sabido desde GRADA3, fuentes del entorno del fabricante han confirmado que la nueva unidad de potencia de la marca ha completado miles de kilómetros equivalentes. Esto, con ciclos de aceleración, frenada y gestión energética idénticos a los que se experimentarían en un Gran Premio real. Por el momento se desconoce en qué posición se encuentra Audi frente a motores rivales como Mercedes (Mercedes, McLaren, Williams y Alpine) y Honda (Aston Martin). Y es que, a priori, los dos son los grandes fabricantes que estarían un paso por delante del resto. Sobre todo Mercedes. Aunque hasta que los coches rueden sobre el asfalto todo serán conjeturas…

En Neuburg, la sede elegida como parte de la división deportiva de Audi, el motor ha pasado de pruebas de componentes individuales a simulaciones de carrera en banco de pruebas. Allí es donde se monitorean temperatura, presión, consumo y respuesta del sistema híbrido.

Hablamos de ‘kilómetros equivalentes’, para referirnos a que el motor ha pasado por las diferentes comprobaciones en el banco de pruebas. Un banco de pruebas que tienen todos los fabricantes, desde Mercedes, Honda, Ford (Red Bull Powertrains) hasta la misma Audi, la última en llegar. Próximamente también lo hará Cadillac con General Motors, aunque eso será más bien a partir del año 2028.

El motor de Audi pasa con éxito todas las comprobaciones del banco de pruebas

Con todo, ese es el laboratorio donde se simula exactamente cómo funcionaría el motor en pista. Permite medir potencia, par, rendimiento y durabilidad con precisión. Para ello usan sensores y dinamómetros para recoger datos clave antes de que la unidad de potencia se monte en el coche. Es aquí donde los ingenieros corrigen fallos y optimizan cada detalle.

Esto es lo que permite al equipo detectar problemas y ajustar el motor antes de montarlo en el coche, reduciendo riesgos y acelerando su desarrollo, algo fundamental para un fabricante que debuta en F1.

Uno de los objetivos principales de Audi es la eficiencia. Sin todavía conocerse datos definitivos, y más teniendo en cuenta la complejidad de la nueva F1 de 2026, sí que podemos estar hablando de que han sabido alcanzar un rendimiento térmico superior a lo previsto a estas alturas. Según la información, el motor de Audi podría estaría rindiendo mejor de lo que se esperaba. Esto es especialmente relevante porque la F1 2026 trae cambios importantes en motor, híbrido y chasis, lo que hace que cualquier avance temprano en eficiencia sea una señal positiva del desarrollo del equipo.

«2030 es un plazo realista para pelear por el Mundial. Pero, si podemos lograr victorias antes, lo intentaremos sin duda».

Porque tras conquistar títulos en distintas disciplinas del motor -desde el Mundial de Rally con el mítico Audi Quattro S1, pasando por el DTM, las 24 Horas de Le Mans, la Fórmula E, e incluso el Dakar en 2024 con Carlos Sainz-, Audi se prepara para su siguiente gran proyecto: la Fórmula 1, categoría a la que se incorporará en 2026.

En el nuevo reglamento, además, el MGU-K, el encargado de recuperar energía en frenadas, se gestionará mediante un software predictivo. Este también estará desarrollado por la marca, en este caso, Audi. Este sistema será el que anticipe la demanda del piloto en cada curva y haga optimizar la entrega de potencia eléctrica. Con ello no no busca generar más caballos, sino usar la energía de forma más eficiente y constante, una ventaja competitiva que podría marcar la diferencia entre los mismos fabricantes.

Descartado Carlos Sainz, el plan de Audi es llegar a 2030 con un motor competitivo y listo para ganar

Claro que el proyecto de Audi no busca resultados inmediatos. El objetivo de la marca de los cuatro aros es más bien un plan a largo plazo. O lo que es lo mismo; llegar a 2028/2030 con un motor completamente optimizado. Y que entonces sea capaz de rendir al máximo nivel y ser una escudería capaz de pelear por victorias.

Y si bien el ritmo de desarrollo actual y la inversión en software y banco de pruebas sugieren que la marca podría llegar en mejores condiciones de las previstas, todos son conscientes de que en la Fórmula 1 se necesitan aproximadamente cinco años para construir un motor ganador. También se requiere un monoplaza a la altura para poder competir al máximo nivel.

Audi F1 2026 concepto
Audi Formula 1

No lo pilotará Carlos Sainz. El de Madrid, esperanzado por la proyección del motor Mercedes, escogió a Williams el pasado verano por delante de Alpine. Pero también del ilusionante proyecto alemán, donde, dicen, esperaban construir un futuro a partir del talento del piloto español. Descartado Sainz, Audi quiso conformar una pareja que combinara experiencia y juventud. Para eso ficharon al alemán Nico Hülkenberg, 38 años y más de 250 Grandes Premios a sus espaldas. A su lado, el brasileño Gabriel Bortoleto. El joven pupilo de Fernando Alonso -está representado por la agencia del asturiano, A14 Management– es uno de los seis debutantes esta temporada, con 21 años, en la Fórmula 1.

«Aquí está pasando algo grande…»

Como comentó en la presentación Wheatley, su director deportivo, el objetivo de Hülkenberg y Bortoleto será adaptarse al coche, aprender y “construir una base sólida para el futuro”. Ganar todavía está lejos: «Tras largas discusiones, acordamos que 2030 es un plazo realista para pelear por el Mundial”, explica Binotto con una sonrisa. «Pero, si podemos lograr victorias antes, lo intentaremos sin duda».

Un aspecto importante de cara al nuevo reglamento de la F1 de 2026 además, es que el límite de gasto por equipo subirá de 165 a 215 millones de dólares. Los monoplazas serán más bajos y estrechos que los actuales, con una presencia mucho mayor de sistemas electrónicos en los motores. Esto se traducirá en coches más ágiles para los adelantamientos y en un punto de partida totalmente nuevo para todos los equipos. «El próximo año puede traer muchas sorpresas». Es lo que admiten algunos ingenieros de Audi, sabedores de que no existe mejor momento para medirse a lo que llaman “la cúspide” del motor. «Esto es otro nivel. No hay nada como la Fórmula 1”, resumen.

Sus colores de debut serán el gris metalizado, negro y el rojo

Aunque es todavía un primer boceto y todo cambiará totalmente en los próximos meses, Audi parece haber querido estrenarse con un diseño sobrio y lineal. Para ello lo han repartido en tres colores: negro, rojo y gris metalizado, que en Neuburg, sede de la marca, llaman titanium. “Queremos que sea nuestro color matriz”, explican desde Audi. “La idea es que nuestro R26 -si, como se llamaba el Renault de Fernando Alonso en 2006- sea tan reconocible que un niño pueda recordarlo y dibujarlo después de verlo una sola vez”. Por cierto, no hay ninguna referencia a la bandera alemana: “Aquí se es muy cauteloso con ese tema”, añaden con cierta prudencia.

Nico Hülkneberg lo resumía todo así. «Se nota que aquí está pasando algo grande. La energía y la ambición del equipo son impresionantes, y se siente un ambiente muy positivo. Este es el comienzo de un largo viaje, y eso es justamente lo que me motiva». El alemán, de 38 años, correrá con una marca de su país tras lograr este año su primer podio en la F1 y consolidar cierta regularidad sumando puntos en varias carreras.

 

Audi se hizo a principios de este año con la totalidad del Grupo Sauber en Suiza. Lo hizo asentando las condiciones para incorporar como inversor al fondo soberano de Qatar. Al frente del proyecto de se encuentran dos directivos con una amplia experiencia. Primero, el que fuera director del equipo Ferrari Mattia Binotto. También Jonathan Wheatley (antes en Red Bull), que dependen directamente del CEO de Audi, Gernot Döllner

La otra parte del proyecto se realiza en Hinwil, Suiza. Allí, el equipo se centra en las piezas estructurales del coche, como la carcasa de la caja de cambios y el eje trasero. Esto es importante para la escudería, porque ahora, como fabricantes, deberán crear su propias piezas, pues en Sauber las recibían por parte de Ferrari. La colaboración entre Neuburg y Hinwil es esencial. Y es que los datos de ambas sedes se integran cuidadosamente para ensamblar el monoplaza de forma eficiente, uniendo conocimientos técnicos y estructurales que son los que luego permiten extraer el máximo rendimiento del coche.

Todavía queda mucho por demostrar. Pero 2026 será solo el primer capítulo de un proyecto que apunta a 2030 como horizonte para pelear por victorias y campeonatos. Aunque si hay algo que deja claro la presentación en Múnich y los movimientos en los talleres suizos, es que Audi ha vuelto para quedarse, y lo hace marcando el ritmo desde el primer día.

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