Una nueva final del panorama fútbol llega como regalo de Navidad. El Real Madrid y el Al Ain se verán las caras en el último escalón antes de proclamarse campeón del mundo en el Mundial de Clubes. Tras deshacerse del Kashima Atlers y de River Plate en semifinales, ambos equipos medirán fuerzas por el trono mundial.
El partido comenzó muy rápido, con ocasiones en ambos lados. En el minuto cuatro de partido ya se apuntó la primera el Real Madrid ante un Al Ain muy crecido, duro y motivado en la presión. Marcos Llorente rompió por la banda izquierda y centró al primer palo a un Lucas Vázquez que no llega por unos pocos centímetros y ve como la defensa despeja a córner.
La devolvió pocos minutos después el equipo árabe. Hussein Elshahat caza un mal pase de Marcelo en el minuto 13 y se planta delante de Thibaut Courtois. Tras batir al guardameta, Sergio Ramos despejó bajo palos. Y un minuto después, en la siguiente jugada, se la devolvió el Real Madrid en forma de gol. Luka Modric bate con un zurdazo a Khalid Eisa desde la banda derecha tras un pase tras control excelso de Karim Benzema. 1-0 y la asistencia número 100 desde que es madridista del francés.
Estaba tan loco el partido que en dos minutos pudo moverse el marcador dos veces. En el minuto 15 anotó Caio tras un saque rápido de falta, pero estaba en fuera de juego y fue anulado. La siguiente jugada acabó con un disparo de Lucas Vázquez desde el lado derecho lamiendo el palo contrario tras pase de Dani Carvajal. Locura total de partido.
Pero, como después de cada tormenta, la calma se acabó instaurando. A partir del minuto 25 el balón acabó cayendo del lado del Real Madrid. Eso se tradujo en mayor control del balón y más control del partido y de las ocasiones. Una de Karim Benzema, otra de Luka Modric… Todo pronosticaba un recital goleador blanco en cuanto se destapara el tarro. El contraataque, la única arma del Al Ain ante el gran despliegue físico de los chicos de Santiago Solari. Murió así la primera parte.
Sentenciar el partido, necesario
Volvió el partido con el mismo guión con el que se acabó la primera parte, posesiones largas del Real Madrid y el Al Ain intentando cazar una contra. Los blancos se encargaron de dormir el encuentro, pero sin dejar de buscar ese gol que sentenciara el título y diera tranquilidad a los aficionados blancos.
Una sentencia que llegó en el minuto 60. A la salida de un córner, la defensa del Al Ain despeja al borde del área, donde Marcos Llorente, a bote pronto, pega un derechazo directo a la red al que no puede ni tirarse Khalid Eisa. La defensa y la potencia del golpeo hicieron imposible que hubiera reacción del guardameta.
Con la lata más abierta, el Real Madrid se vino más arriba. Quería disfrutar de su buen estado de forma y del fútbol desplegado. Sólo un jugador parecía desentonar en el recital blanco, Gareth Bale. El galés desaprovechaba todas las ocasiones de gol que tenía. Nada que ver con el grandísimo partido de un Toni Kroos que estaba a un paso de hacer historia al convertirse en el jugador con más Mundiales de Clubes de la historia.
En este partido de idas y venidas hubo puntillita del Real Madrid. En el minuto 79 sacó un corner al punto de penalti Luka Modric para que sentenciara el partido Sergio Ramos, que no se olvidó de dedicárselo a Isco y a una grada que no paró de increpar al sevillano. Maquillaría el Al Ain el resultado Tsukasa Shiotani tras un gran cabezazo tras un lanzamiento desde la banda derecha a pase de Caio. Un partido que se cerraría con gol de Yahia Nader en propia a tiro de Vinicius Júnior.
El Real Madrid vuelve a proclamarse campeón del mundo, un escudo que seguirá luciendo una temporada más en el pecho y que le convierte en el equipo con más Mundiales de Clubes del mundo. Otro más para intentar disipar los fantasmas de la temporada.
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