Casta y coraje en un costoso empate en el Viejo Nervión

Empate agridulce y costoso, así fue como concluyó el encuentro correspondiente a la décimo séptima jornada de la Liga 1|2|3, que enfrentaba al Sevilla Atlético y al Club Deportivo Lugo. El duelo que medía a los dos “segundos” de la Segunda División Española dejó con la miel en los labios a ambos clubes: al local por aún no conseguir la merecida victoria en casa, y al visitante por salir con sólo un punto del campo de uno de los farolillos rojos de su liga.

El partido arrancó ante la atenta mirada de los escasos espectadores capaces de aguantar el frío que se había adueñado de la Ciudad Deportiva Jose Ramón Cisnero Palacios en la tarde del domingo. Sin embargo, el frío de las gradas no importunó al equipo local que salió al campo dominando desde los primeros minutos de partido, empequeñeciendo al segundo clasificado de segunda división en el comienzo de esta jornada.

Tanto fue así, que a los siete minutos de haber comenzado el encuentro, el Sevilla Atlético estrenó el luminoso del Viejo Nervión. El gol nació de las botas de Carlos Fernández, quien supo aprovechar el rechace de la anterior oportunidad que había tenido Olavide, cuyo balón no llegó a atrapar Juan Carlos pese a no haber salido del área chica que el guardameta del Lugo defendía. Carlos remató con la izquierda desde muy cerca al centro de la portería e hizo posible que los aficionados sevillistas, durante unos instantes, olvidaran el frío y cantaran el gol del conjunto filial.

Tras el tanto sevillista, los de Rodríguez no tardaron en, también, tener sus oportunidades. Cristian Herrera estuvo a punto de subir el empate al marcador, pero el balón asistido por Campabadal se marchó por encima de la portería de Soriano. Ambos clubes comenzaron entonces una lucha de dominio del balón que les llevaba a jugar por todo el campo de juego, aunque sus jugadas no tenían el final deseado debido a los acertados robos de los rivales (tanto por un equipo como por el otro) o a las continuadas faltas que pitaba Aitor Gorostegui Fernández-Ortega, el colegiado del encuentro, que volvía lento y pausado el ritmo del partido.

Los últimos diez minutos de la primera mitad del encuentro fueron protagonizados por las dos primeras cartulinas amarillas que mostró el árbitro: la primera mostrada a Bernardo tras una falta a Carlos, dicha falta fue botada por Boutobba y acabó atrapada en las manos del portero rival; y la segunda, se la enseñó a Álex Muñoz tras una falta a Mario Barco cerca del ecuador del campo.

También en estos diez minutos tuvieron lugar dos claras ocasiones para cada uno de los dos conjuntos. Por parte del Sevilla Atlético, Carlos tuvo la oportunidad de aventajar el marcador a favor de su equipo y conseguir el doblete, gracias a una asistencia de Lara, jugador del Sevilla FC Juvenil que sustituía a Pozo por sanción y que debutaba con el filial sevillista de segunda por primera vez. El Lugo tuvo la última oportunidad de la primera parte, Seoane remató con la izquierda del área con fuerza pero levantando demasiado el esférico, por lo que se perdió fuera de la meta sevillista.

La segunda parte comenzó con el Lugo apretando más que en la primera mitad del encuentro. Generó más oportunidades, aunque éstas acababan en fuera de juego, en las manos de Soriano o despejadas por Carmona u otro defensa sevillista. No fue hasta el minuto cincuenta y cuatro de partido, tras una falta pitada por el colegiado, cuando el equipo visitante consiguió su objetivo: batir a Soriano y subir el empate al marcador. Bernardo fue el encargado de recibir el rebote de la anterior jugada y, con la izquierda desde muy cerca de la portería como hizo Carlos para el Sevilla Atlético, remató al lado derecho de la portería.

El gol enchufó en el partido al conjunto visitante, quien tuvo, la mayor parte del tiempo, el balón sometido a su dominio. Sin embargo, Soriano defendía la portería local con maestría, salvando en dos ocasiones consecutivas el segundo gol del Lugo. Los de Tevenet (quien tuvo que ver en la grada el partido también por sanción) intentaron meterse en el partido de nuevo, para lo que cambiaron a dos de sus hombres (Olavide y Lara) y entraron en el terreno de juego Yan Eteki y Aitor Cantalapiedra.

Llegando los diez últimos minutos de partido, el conjunto sevillista tuvo dos claras oportunidades de poner el luminoso del Viejo Nervión a su favor y ganar, por fin, en casa en esta temporada. La primera de estas ocasiones la tuvo Fede San Emeterio, que remató a quemarropa desde el lado izquierdo de la portería. La segunda surgió de una falta colocada al segundo palo pero que no supieron rematar ninguno de los sevillistas que se encontraban en el área rival y se perdió fuera de puerta.

El partido concluyó sumando a cada club un punto en esta jornada. Los de Tevenet siguen sin perder una jornada más, pero un punto no los ayuda a salir del descenso que ya se les queda a cuatro puntos. El Lugo, aunque pierde dos puntos de los tres posibles, continúa en segunda posición aunque el Huesca se le pone a dos de ventaja.

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