Primer partido de la era Katsikaris en Tenerife que llegaba esta semana para cortar una racha de cuatro derrotas y unas sensaciones más negativas aún, por contra un Betis de Oscar Quintana que sigue sin conocer la victoria y que ha vivido una semana de cambios de jugadores (llega Zagorac por un Boungou-Colo echado por el club por bajo rendimiento) con el intento de buscar el camino que le lleve a su primera victoria y arrancar de verdad ahí su temporada.
El partido era crucial para cortar las dos rachas negativas en las que venían metidos ambos equipos, así que resultaba primordial salir al partido lo más metido posible para cambiar esa mentalidad de continuas derrotas. Esto parece que sólo lo supo inculcar Fotis Kaksikaris que fue muy listo y aprovechó la inyección de moral de su contratación para motivar a sus jugadores y que salieran a por todas desde el salto inicial.
Así lo demostraron los jugadores del Iberostar Tenerife que dominaron desde el primer segundo ese primer cuarto y anotaron sin piedad ante unos jugadores del Betis que parecían no jugarse nada en ese inicio. Destacaron el mando de Rodrigo San Miguel tanto asistiendo como en el tiro de tres y el polaco Ponitka que salió muy enchufado al partido. En el Betis solo Uriz puso algo de su parte para que la sangría de puntos fuera lo menos posible y con un triple suyo al final del cuarto redujo la distancia a 7 (llegó a perder de 13).
En el segundo cuarto se igualaron un poco las fuerzas y el Betis se metía en el partido de lleno llegandose a poner a 4 con un acertado Nelson, ayudado sobre todo por las continuas pérdidas del equipo local, que incomprensiblemente de repente estaban perdidos en el partido. No supo aprovechar esta situación los verdiblancos para voltear el marcador y dejó que poco a poco volviera el juego de los de Katsikaris que se impusieron de una manera clarísima en el rebote tanto defensivo como ofensivo lo que hizo que de nuevo se escaparan en el marcador (46-34 al descanso), de nuevo de la mano de un acertadísimo esta noche Rodrigo San Miguel que hoy estaba acertadísimo en los tiros de tres.
Después del descanso se normalizó la diferencia el marcador y ya no existieron tantas idas y venidas en el mismo. El Iberostar seguía dominando el juego por así decirlo y el Betis vivía de sus individuales pero sin involucrarse el equipo en el partido. Dentro de esas individualidades destacaba Draper por encima del resto pero como base no aportaba esa faceta de hacer jugar a sus compañeros para meterlos en el partido. En el bando canario destacaba su conjunto, ya que todos aportaban de alguna manera, ya sea con puntos como Ponitka (fue el máximo anotador del encuentro con 19 puntos) o con rebotes como Abromaitis.
Los dos últimos cuartos fueron un calco y la diferencia lejos de reducirse se alejaba más si cabe, solo un último arreón de los de Quintana a base de triples pusieron la diferencia a 9 puntos a falta de 7 minutos, pero fue un espejismo porque la diferencia volvió a estirarse para terminar el partido 87-70 en favor de los locales.
Muy superior el Iberostar Tenerife, mucho más que esos 17 puntos del luminoso, dominaron todas las facetas del juego y fueron más equipo que al fin y al cabo es de lo que se trata. Cambia la vida con Katsikaris, primer partido y primera victoria, incluso van a dormir esta noche en puestos de copa del rey a falta de que se juegue el resto de la jornada. El Betis por contra sigue siendo colista y lo peor no es no llevar ninguna victoria en el casillero, lo peor es no parecer un equipo dentro de la cancha, mucho trabajo tiene Oscar Quintana por delante.
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