El partido empezó con una dura entrada del georgiano Giorgi Papunashvili sobre el ex zaragocista José Mari que se tenía que retirar del terreno de juego para ser atendido aunque se reincorporó sin aparentes problemas. Tras el susto de la entrada de Papu, Julián Delmas ponía un balón largo a Borja Iglesias que remataba con la pierna derecha y atrapaba Cifuentes.
El Cádiz empezó con las ideas claras ante un Zaragoza expectante que esperaba una posible contra, mientras tanto, el Cádiz a balón parado, tenía las ocasiones. Tras un disparo de Febas que rechazaba Cifuentes, Vinicius recogía ese balón para anotar pero estaba en fuera de juego, y en la siguiente jugada, Barral, a la media vuelta disparaba un balón que se iba fuera.
A los 28 minutos de juego Verdasca veía la tarjeta roja tras ser amonestado y decirle al árbitro «eres muy malo», así pues el Zaragoza se quedó con uno menos. Tras la dura entrada en el principio del partido de Papu sobre José Mari, el jugador del Cádiz no pudo más y en el 39 se tuvo que retirar.
Así pues acabó la primera parte con más faltas que ocasiones y un Zaragoza que se defendía como podía tras la expulsión de Verdasca.
En el 7 del segundo tiempo, tras un pase de Alex Fernández que le llegaba a Álvaro García que se iba de Cristian Álvarez y hacia el primero para el Cádiz. El Zaragoza no le perdía la cara al partido y en un saque de falta de Eguaras, Grippo remataba un balón que se iba fuera.
El Zaragoza se quedaba con tan sólo 9 jugadores después de que Cristian Álvarez controlase un balón con la mano fuera del área. Ni con nueve jugadores el Zaragoza se rendía, y buscaba un milagroso empate.
Con el Zaragoza volcado en busca del empate, el Cádiz tuvo un 2 para 1 que acabó desbaratando Grippo. Aprovechando la superioridad numérica, el Cádiz tuvo un contraataque en el que Salvia se la ponía a Romera para que sentenciase el partido.
Así pues acabó un partido que el Cádiz mereció ganar aprovechando la superioridad numérica.
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