El ciclo malaguista vuelve a completarse en Anoeta

Un Málaga en el fondo de la tabla y que hasta ahora llevaba pleno de derrotas fuera de La Rosaleda, llegaba a Anoeta, al último estadio en el que había puntuado la temporada anterior.

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Allí precisamente, ante una Real Sociedad que sigue en caída libre, ha sido donde los malaguistas han conseguido sus primeros tres puntos como visitante para insuflarse de optimismo de cara al futuro.

 

Real Sociedad 0 2 Málaga C.F.

 

El fútbol es demasiado caprichoso y paradójico cuando quiere. Y si no, que se lo digan al Málaga de esta temporada, a la hora de escoger los equipos y escenarios para romper sus registros negativos. Había llegado a la décima jornada sin haber ganado un solo partido en toda la Liga, ni en La Rosaleda siquiera donde tan solo había sumado un punto de 12 posibles después de levantar un partido que tenía prácticamente perdido contra el Athletic. Pero entonces llegó al coliseo malaguista el Celta de Vigo, que había sido justamente el último equipo con el que el conjunto de la Costa del Sol había podido sumar un triunfo en casa en la temporada anterior, y revalidó aquellas sensaciones ya casi olvidadas de victoria para poder sumar así la primera del curso.

Pero tras aquello, se seguía resistiendo todavía la racha negativa fuera de casa, con un pleno de derrotas en siete partidos que suponía una losa demasiado grande. El último estadio donde había conseguido no irse de vacío como visitante fue Anoeta precisamente, donde en la penúltima jornada de la temporada pasada acabó empatando a dos un partido que fue increíble que no ganase. Y he aquí que el destino ha querido que fuese nuevamente visitando este estadio donde se vuelva a completar el ciclo, cortando dicha sangría de derrotas como visitante. No con un empate como el que sumó en su último partido allí, no, sino con una importantísima victoria que le vuelve a sacar de la cola de la clasificación. Dicho triunfo está lejos todavía de sacarle del descenso, pero le pone en una situación con bastantes opciones de conseguirlo si sigue la buena senda en los partidos que tocan antes de llegar a las navidades.

Por el contrario, la Real Sociedad sigue en plena debacle de resultados. Ya suma cuatro partidos sin ganar en Liga, además de haber conseguido tan solo una victoria en sus últimos siete partidos en la competición doméstica. Únele a ello su catástrofe en Copa del Rey ante un equipo de inferior categoría, demérito que compartía con su rival de hoy, además de la dura derrota que encajó el pasado jueves ante el Zenit en Europa League y que le costó clasificarse como segundo de grupo en lugar de primero. La verdad es que, tras un prometedor arranque liguero, el panorama ahora no es precisamente el mejor para los donostiarras que ven como poco a poco van quedando relegados a la zona media de la clasificación y quién sabe si podrían acabar entrando en problemas más serios si no consiguen enderezar pronto el rumbo. Como ha llegado a decir el propio Eusebio Sacristán en la rueda de prensa posterior al encuentro, “es una situación para estar preocupado”.

Míchel apostó de salida por el mismo once base de sus últimos encuentros, con la variante de Borja Bastón que tuvo que entrar en detrimento de un Diego Rolan que sigue lastrado por su calvario de lesiones, y aún hay que rezar para lo que suyo no vaya a más y tenga que perderse toda la temporada si finalmente se ve obligado a pasar por el quirófano. Los malaguistas llegaban a la cita con una novedad en su plantilla, Ignasi Miquel, recién fichado esta temporada procedente del Lugo debido a la ventana extraordinaria de fichajes que permite la lesión de larga duración de Juankar, uno que sí ha dicho adiós a lo que queda de temporada. La Real Sociedad, por su parte, contaba con la baja de Kevin Rodrigues que cayó lesionado en el choque europeo entresemana, pero recuperaba a Odriozola que se había perdido el choque del Wanda Metropolitano por su expulsión en el partido anterior en casa ante Las Palmas.

El Málaga tenía muy claro lo que quería para cumplir sus objetivos. Siendo uno de los equipos más goleados del campeonato en las 13 primeras jornadas, necesitaba dejar de lado los fallos defensivos y consolidar la mejoría en la retaguardia que se vio en el empate a cero contra el Levante, el primer partido en el que los albicelestes conseguían dejar su puerta a cero. Lo cierto es que entonces fue por bastante falta de trabajo, pero en el partido de hoy las sensaciones son mucho más positivas en ese sentido. Y aunque es verdad que buena culpa de ello la tiene el desacierto generalizado de la Real Sociedad, se evidencia una mejora sustancial en ese sentido en jugadores que antes no daban una a derechas como era notablemente en el caso del francés Paul Baysse, que ha cuajado una gran actuación en la mañana de hoy. Pareciera como si la llegada de Ignasi hubiese supuesto un toque de atención para el galo, algo que es para congratularse. Esperemos que Luis Hernández, que cumplió aunque no a tan buen nivel como el de su compañero de zaga, le acabe ocurriendo lo mismo.

Esos fallos defensivos tan habituales en jornadas atrás en la zaga malaguista fueron contagiados en el día de hoy curiosamente por su rival, que aún no se explica cómo ha podido perder un partido con unos fallos tan clamorosos. Y más aún cuando empezó el partido con el control del mismo, pero su poca mordiente dio vida a un Málaga que no es que se prodigue especialmente en ataque y está claro que está acusando las bajas que tiene en ese sentido, además de seguir esperando impacientemente a que Borja Bastón reivindique por derecho el incuestionable rol de goleador que se supone que es. Hoy tuvo dos ocasiones en bandeja para hacerlo, en las que dio una de cal y otra de arena. Las dos fueron desde los once metros, para más señas.

En la primera, él mismo se guisa y se come la jugada, porque fue víctima de pena máxima tras recibir un defectuoso pase de Iñigo Martínez desviado por la presión de Keko, que le dejó solo ante Rulli. El meta argentino estuvo torpe en su salida y cometió penalti al atacante madrileño, que aun así todavía podía haber marcado a puerta vacía pero lo evitó el exmalaguista Diego Llorente. No hacía falta, porque Borja volvió a encontrarse con el gol desde los once metros y adelantó a un Málaga que veía como se ponía en ventaja en el marcador fuera de su estadio por primera vez en toda la temporada. El otro lanzamiento desde los once metros llegaría ya avanzada la segunda parte, pero antes de ello pudimos presenciar como el hecho de ponerse el Málaga por delante del marcador fue crucial para el partido e hizo del equipo realista todo un manojo de nervios que quizás hubieran sido más propios del colista de la clasificación (hasta hoy) que tenía delante.

Recio y Keko estuvieron especialmente incisivos y trabajadores. El capitán realizó buenas labores en el centro del campo y se permitió incluso el lujo de tirar una falta que pudo haber entrañado más peligro, mientras que el extremo, clave en la fabricación de la jugada del primer gol, parece que por fin ve la luz al final del túnel y tiene la confianza necesaria para aportar su capacidad de desequilibrio. Peñaranda gozó de una ocasión que pudo haber sido el 0-2. De hecho, el balón entró incluso en la portería rival, pero el tanto fue anulado por interpretar el árbitro que el jugador venezolano había cometido falta en ataque. Por su parte, la Real Sociedad aportaba su profundidad a través de un  Oyarzabal, que superaba a Diego González en el lateral cada vez que lo intentaba por ahí. La mejor ocasión para los locales tuvo lugar en un saque de esquina que a punto estuvo de rematar el incombustible Xabi Prieto. Con esta y algunas otras ocasiones más de los txurri-urdin que generalmente se iban al limbo del desacierto, se llegó al descanso con ventaja en el marcador para el Málaga.

Foto: La Opinión de Málaga.

A la vuelta del descanso, Peñaranda sufrió una preocupante lesión, que ojalá no quede más que en un susto, en un duro choque con De La Bella que le obligó a ser retirado del campo con ayuda, porque no podía ni moverse por sí mismo. Le sustituyó En-Nesyri, que a la postre fue clave en la jugada que propició el segundo tanto malaguista. Pero antes, William José tuvo en sus botas la ocasión más clara en todo el partido por parte de los locales, un balón que pudo controlar a placer en el área y que mandó al palo cuando lo tenía todo para poner las tablas en el marcador. Poco después, llegó la mencionada jugada en la que el canterano marroquí tuvo su cuota de protagonismo. Recio botó una falta lateral al área y En-Nesyri pudo conectarla de cabeza, pero fue rechazada por una inocente mano de William José que el árbitro vio y volvió a señalar como pena máxima. El atacante brasileño culminaba así unos minutos personales bastante nefastos para sus intereses.

De nuevo Borja Bastón con la oportunidad de sumar desde los once metros su segundo tanto y también el de su equipo. Pero esta vez la marró, evidenciando una vez más esa falta de confianza ante el gol que le persigue. El lanzamiento no fue demasiado bueno y Rulli adivinó la intención, pero con tan poca fortuna para el meta realista que el despeje lo aprovechó Chory Castro. Debido a su pasado con la Real Sociedad, club del que precisamente llegó a las filas malaguistas hace casi dos años, el uruguayo no celebró el tanto. Pero su equipo sí celebraba enormemente tan amplia ventaja que le ponía muy cerca de cumplir lo que a esas alturas estaba claro ya que era una obsesión: no volverse de vacío una vez más a la capital de Costa del Sol y encima hacerlo con tres puntos más que necesarios por la situación crítica que atraviesa el Málaga en la clasificación.

Foto: La Opinión de Málaga.

A partir de ahí, no ocurrió mucho más. El Málaga se puso el mono de trabajo y aumentó la presión para asfixiar a una Real que no conseguía llegar con acierto y tampoco tenía la fe suficiente para verse inmersa en una épica remontada. Llegó a entrar el canterano malaguista Juanmi en las filas del conjunto de Donosti para intentar tener su protagonismo en este partido con tanta presencia de ex de uno y otro equipo. Pero con unos centros tan previsibles y unos remates que se iban prácticamente todos a los nubes, no es que Roberto tuviera que esforzarse demasiado más allá de una gran mano en un disparo lejano de De La Bella. Tras varios cambios, más choques bruscos (Recio fue especialmente víctima de varios lances) y unos largos cinco minutos de descuento que no entrañaron mayor peligro para un conjunto malaguista cómodo y seguro atrás, llegó el final del encuentro con tres puntos importantísimos para un Málaga que vuelve a abandonar el farolillo rojo de la tabla y una Real Sociedad que sigue inmersa en su propia pesadilla antes de Navidad.

Foto: La Opinión de Málaga.

El propio Recio recordaba como varias temporadas atrás, cuando aún no tenía ficha con el primer equipo y era poco menos que un canterano del Atlético Malagueño intentando abrirse paso, había llegado a este mismo escenario con Manuel Pellegrini en el banquillo, en una situación igualmente crítica en la cola de la clasificación, y consiguió ganar en este estadio por idéntico resultado. Lo cierto es que Anoeta no se le ha dado mal al Málaga en las últimas temporadas y, junto a la divina providencia ya comentada, ha conseguido que los de Míchel den el ansiado carpetazo a sus miedos cuando se encuentra fuera de la protección de La Rosaleda. Quién sabe si el técnico madrileño ha dado por fin con la tecla para poner en liza un equipo ordenado que sabe a lo que juega, quién sabe si la perseverancia que el club ha tenido con él todo este tiempo aún a viento y marea puede dar sus frutos y quién sabe si finalmente este equipo podrá salir definitivamente de los puestos bajos de la clasificación incluso antes de que lleguen los ansiados refuerzos. Lo comprobaremos, a buen seguro, en las intensas jornadas pre-navideñas que se avecinan.

 

Ficha Técnica
Real Sociedad: Rulli, Odriozola, Íñigo Martínez, Diego Llorente, De La Bella, Illarra, Zurutuza (Zubeldia, m. 46), Xabi Prieto, Januzaj (Juanmi, m. 65), Oyarzabal y William José (Bautista, m. 73).
Málaga C.F.: Roberto, Rosales, Luis Hernández, Paul Baysse, Diego González, Keko (Ontiveros, m. 78), Recio, Adrián, Chory Castro, Peñaranda (En-Nesyri, m. 53) y Borja Bastón (Mula, m. 86).
Goles: 0-1: Borja Bastón (m. 23, p.). 0-2: Chory Castro (m. 58).
Árbitro: Del Cerro Grande del colegio madrileño. Amonestó con tarjeta amarilla al malaguista Chory Castro (m. 9) y al txurri-urdin Zurutuza (m. 36).
Incidencias: Partido de la jornada 15 de la Liga Santander de Primera División celebrado en el estadio de Anoeta.

 

Por @AdriCanloz

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