Boxing Day en Old Trafford

Gran partido de ‘boxing day’ el disputado hoy en Old Trafford entre Manchester United y Burnley (2-2). Los visitantes disputaron un gran encuentro que se les puso de cara en los primeros minutos de juego. El gol fue un aliciente para el Burnley que consiguió doblar la distancia antes del descanso. El United consiguió un agónico empate, segundo consecutivo, que sabe a poco dado que la distancia con el Manchester City puede aumentar hasta los quince puntos.

Jose Mourinho introdujo cuatro variaciones respecto al equipo que empató en Leicester. Shaw, Rojo, Rashford y Zlatan Ibrahimovic reemplazaban a Lindelof, Smalling, Lingard y al francés Anthony Martial en el once inicial. Por parte visitante, Sean Dyche introducía una novedad. Barnes entraba en punta en lugar del neozelandés Chris Wood.

El partido iba a comenzar de la mejor manera para el Burnley. Antes de que se cumpliese el minuto cuatro de juego Ashley Barnes en la primera ocasión, anotaba desde cerca tras un rebote y adelantaba a los visitantes. En apenas cuatro minutos el equipo de Mourinho ya se veía por detrás en el marcador. Pudo ponerse más cuesta arriba el partido, en el minuto doce el canadiense Scott Arfield desperdiciaba una gran ocasión al rematar dentro del área un balón al larguero.

El Manchester United era claro dominador, aunque las ocasiones no acababan de llegar. En el minuto veintiuno, Paul Pogba superaba por alto a la defensa rival para rematar un saque de esquina pero su remate era detenido por Nick Pope y enviado de nuevo a córner. Fue a los treinta y seis minutos cuando tras una falta, Steven Defour anotó el libre directo de forma sensacional por la escuadra izquierda, colocando el 0-2 en el marcador.

El partido estaba difícil para los red devils y las ocasiones de peligro eran escasas. Rashford tuvo el 1-2, pero su remate fue despejado por un defensa en una fantástica intervención. El United era incapaz de hilvanar jugadas y solo con centros al área se acercaba a la portería de Pope. Tras recibir un centro perfecto, Ibrahimovic tuvo la última ocasión de la primera parte pero su remate se fue bastante por encima del larguero.

Tras el descanso Mourinho dio entrada en el terreno de juego a Mkhitaryan y a Jesse Lingard que sería muy importante para su equipo. El Burnley quería dormir el encuentro ante un Manchester que iba a por todas. La entrada de Lingard dinamizó mucho al equipo y empezó a generar ocasiones. De hecho, en el minuto cincuenta y uno, el propio Lingard irrumpía en el área y sacaba un disparo raso hacia portería, pero Pope estaba atento y detenía con una buena parada.

Cinco minutos de segunda parte y el equipo local empezaba a dar señales de peligro. En el minuto cincuenta y tres llegaba el 1-2, de nuevo Lingard culminaba una gran jugada con una brillante asistencia de Ashley Young y anotaba rematando con el tacón. Con este gol el Burnley se metió atrás y al United empezó a costarle generar ocasiones claras. En el minuto 67, Sean Dyche empezó a mover el banquillo, sustituyendo al autor del segundo gol Defour por Sam Vokes.

El equipo local buscaba desesperadamente el empate pero las ocasiones se hacían de rogar. Pogba lo probó de falta a veinte minutos del final, pero su disparo se fue desviado a escasos centímetros del larguero. Algunos jugadores del Burnley empezaron a perder tiempo y recibieron amarillas, entre ellos el portero. En el ochenta y uno, el equipo visitante, realizó un nuevo cambio. Jonathan Walters sustituía al autor del primer gol Barnes. Ya en el descuento, cuando parecía que los tres puntos se irían para Burnley, Lingard aprovechaba un rebote en el área y anotaba el gol del empate.

Empate en Old Trafford que deja al Manchester United con 43 puntos; doce por debajo del City (estos con un partido menos). Los de Mourinho recibirán al Southampton en su último partido del año. Por contra el Burnley se queda con 33 puntos séptimo, consolidándose como la revelación del campeonato. Terminarán el año visitando Huddersfield.

Escrito por: @Jesusglez93