En medio de un más que polémico y protestado arbitraje, más de dos minutos de pitada al trio arbitral por parte de la parroquia de Sar, el Obra cosechó su séptima derrota consecutiva en un partido en el que llegó a ir 13 arriba y vio como en el tercer cuarto el Gipuzkoa remontaba y en un final ajustado se llevaba el partido.
El equipo gallego acusó su ansiedad por ganar en el arranque. Saltó a la pista sin intensidad defensiva y demasiado errático en sus lanzamientos, pese a los dos triples iniciales de Alberto Corbacho, que ya venía de confirmar su recuperación con una gran actuación ante el Unicaja.
Con un parcial 0-7, el Delteco GBC, liderado por Dani Pérez y Van Lacke, obligó a Moncho Fernández a pedir su primer tiempo muerto (6-11, min.7). Y su equipo recurrió al juego interior para solventar sus problemas ofensivos: siete puntos seguidos del pívot ucraniano apretaron el marcador (13-16, min.9).
El Obradoiro, que tuvo la baja de última hora de su artillero Matt Thomas por una indisposición, había subido su nivel defensivo. A eso se unió su efectividad exterior -8 de 20 triples al descanso-. Firmó un segundo cuarto espectacular, con un juego coral. En el minuto 15 se puso por primera vez por delante (22-20) y en la recta final de ese periodo pegó un estirón con un parcial 13-2 (41-29, descanso).
Una cómoda ventaja que mantuvo hasta que los donostiarras castigaron a la defensa gallega con tres triples consecutivos en apenas dos minutos. Del 46-33 se pasó al 46-44. Moncho Fernández paró el choque. El Gipuzkoa culminó su remontada (50-51, min.28) pero dos triples seguidos oxigenaron al Obradoiro.
La igualdad se mantuvo en el último cuarto, en el que ninguno disfrutó de una ventaja superior a los dos puntos hasta los últimos minutos. El Obradoiro tardó tres minutos y medio en meter su primera canasta -un triple de Laksa-; el Gipuzkoa sufrió para superar la defensa gallega.
A poco más de tres minutos, los de Porfirio Fisac pegaron un estirón (64-67) pero una antideportiva a Van Lacke por falta sobre Pustovyi lo castigó, después de que Corbacho volviese a exhibir su muñeca. Fisac paró el partido y su equipo le devolvió el parcial al Obradoiro, que pudo resucitar con un triple, errado, de Corbacho.
Los santiagueses aguantaron sin hacer falta y el Gipuzkoa también falló su ataque. Moncho Fernández pidió tiempo muerto para elaborar el último ataque. Su equipo se la jugó con un triple pero Corbacho volvió a errar.
Nueva derrota para los compostelanos que una vez más fueron despedidos entre los aplausos de una afición que siempre está pero que no es suficiente ante un equipo con fallos en tiro y en defensa en el que por momentos parece no haber soluciones. Poco parece quedar del Obradoiro de principio de temporada que sorprendió a propios y a extraños con una gran racha y colocándose entre los grandes de la Liga Endesa.