Ganó el Unicaja ante el Burgos (78-85), un equipo modesto con pocos nombres y muchos hombres, de esos que hacen equipo, duro en su cancha, a la que cada fin de semana acuden 9.000 espectadores. No fue una victoria fácil.
Sufrió en algunas fases del partido y no llevó el mando del encuentro hasta el final, pero se llevó la victoria. En este Unicaja se nota mucho la mano de Nedovic por lo que en Málaga esperan que su lesión no les deje mucho tiempo sin su estrella. Con ésta son 5 victorias consecutivas, lo que unido a la derrota del Fuenlabrada ante el Morabanc Andorra aúpa a los malacitanos a la cuarta plaza de la Liga Endesa. Tampoco Brooks pudo terminar el partido y en los próximos días se determinará el alcance de su lesión.
Inicio muy igualado.
Le costó al cuadro malagueño entrar en el partido, frente a un Burgos muy motivado. Mientras el Unicaja confiaba en sus hombres altos dentro de la pintura el Burgos le daba el balón a sus jugadores exteriores. La falta de concentración que les llevó a cometer varias pérdidas hizo que el Burgos tomase una ligera ventaja en el marcador (17-12). Plaza acertó con los cambios (sobre todo Augustine y Díez) lo que hizo que las distancias fuesen mínimas al final del primer cuarto que concluyó 19-18.
Los locales estuvieron muy acertados desde la linea de 6’25 y el Unicaja tuvo que recurrir a Nedovic. Ocho puntos seguidos del genio de éste impulsaron al cuadro visitante, además de la consistencia defensiva que aportaban Suárez y Augustine. Parecía animarse el Unicaja y tras varios robos seguidos se puso por delante en el marcador, pero Jenkins anotaba con facilidad para los locales para llegar al descanso en tablas, (41-41) lo que ilusionaba a todos los aficionados que se dieron cita en el Coliseum.
La actitud del cuadro malagueño tras el paso por vestuarios fue distinta. Comenzó el Unicaja con un parcial de 0-5. Con un mejor trabajo defensivo, el Burgos se atascó y el cuadro malagueño jugó más suelto. La peor noticia para el Unicaja llegó al final del tercer cuarto, cuando Nedovic anotó un triple pero pisó mal en la caída y se lastimó el tobillo derecho. Saltaron todas las alarmas en los malacitanos. El escolta se retiró cojeando de la pista y con evidentes muestras de dolor. Otro triple de un acertado Díez puso los diez de diferencia para el Unicaja (57-67).
El buen trabajo visitante en el tercer cuarto le permitió entrar con cierta tranquilidad en el último parcial. Es cierto que sin Nedovic el cuadro malagueño se resintió perdió efectividad y que el Burgos tiró de trabajo, ilusión y entrega para no dar por perdido el partido. En los cinco primeros minutos del último parcial el Unicaja sólo anotó tres puntos y el Burgos se acercó. Pero pronto los aciertos de McCallum y Díez (buen partido del madrileño, el más valorado junto con Augustine) devolvieron los diez de ventaja. Siguió intentándolo el cuadro local desde la larga distancia y los triples de Fisher y Barrera de nuevo generaron esperanzas en las gradas. A un minuto para el final, una gran jugada entre Salin y Augustine sentenció (76-82). Jugó bien con su ventaja el Unicaja y terminó ganando por 78-85. Tiene que servir el triunfo para seguir creciendo y para armarse de confianza cara a la Copa del Rey.
