Los Raptors doblegan con facilidad a unos Knicks con muchas bajas

Llegaba Nueva York con mucha gente en la enfermería y algún que otro traspaso de última hora al Air Canada Centre. A las conocidas lesiones de Porzingis, caído en el partido ante los Bucks, y Ron Baker, ambos con la temporada ya acabada, se les unió la de Enes Kanter por una pequeña cirugía en la boca. Estas, más la de Noah por motivos disciplinarios y contando los traspasos de Willy Hernangómez rumbo a Charlotte y de McDermott a Dallas, provocaron que los de Hornaceck llegaran en cuadro a la ciudad canadiense.

Evidentemente se contaba con el favoritismo de los Raptors, y esta circunstancia no hizo más que aumentarlo. Se esperaba un encuentro plácido desde el principio  para los de Casey, y así fue. No fue, eso sí, un partido en el que destacase ningún jugador en especial más que Valanciunas, que sumó un doble-doble de 18 puntos y 10 rebotes, mucho menos Lowry o DeRozan, los timoneles de este equipo, que se fueron con 7 y 8 puntos respectivamente.

El comienzo fue más igualado de lo que se pueda pensar. El gigante lituano conseguía los seis primeros puntos de su equipo ante el poco acierto del resto, especialmente en el tiro de 3. Por Nueva York,  Beasley, que actuó como sustituto del Unicornio y fue máximo anotador con 21 puntos, no tuvo un comienzo demasiado trascendental. Si se le vio buenas maneras a Kornet, que junto a su compañero en los Westchester Knicks, Hicks, hizo su debut como rookie en la competición. Y lo cierto es que no pudo hacerlo mejor. A pesar de su inexperiencia, aportó un doble-doble de 11 puntos y 10 rebotes, incluidos 3/7 en triples. Nada mal para un siete pies que, quién sabe si pueda llegar a hacer que la ausencia de Porzingis no se haga tan larga.

A pesar del ímpetu del joven jugador, a los de Toronto no se les presentaron demasiados problemas para gestionar rentas más o menos cómodas. El dominio, a pesar de que hasta la segunda mitad no se rompió definitivamente el partido, era evidente por parte de los Raptors. No tanto ya por mérito de estos, sino por demérito de unos Knicks bastante precipitados por momentos. Vimos buenos minutos de Poeltl, que acabaría con 13 puntos, y a los canadienses dominando bien el rebote.

Hacia el tercer cuarto ya se vio a gente como Beasley o Hardaway más entonados en los de Nueva York. En general el equipo parecía haber cambiado algo la dinámica, llegando a recortar cinco puntos en los primeros minutos de este tercer periodo. Tuvo que aparecer de nuevo Valanciunas para poner orden en su equipo y, unido a unos pésimos ataques de los Knicks, los canadienses volvieron a poner tierra de por medio, esta vez definitiva y con una diferencia que cada minuto que pasaba iba creciendo.

Ya en el definitivo cuarto se terminó de vender el poco pescado que quedaba en la lonja. Kornet seguía enchufado ante la atenta mirada de sus padres allí presentes. Buena noticia para unos Knicks que necesitan ilusionarse con algo nuevo. Veremos que tal les sienta la reciente adquisición de Muday desde Denver. Lo cierto es que los de Toronto terminaron enchufándose del todo, especialmente en el triple, con gente como VanVleet o Siakam, y llegaron a establecer una renta de hasta 30 puntos. Solo Burke pareció querer maquillar un poco el resultado, aunque nada cambia en la situación de dos equipos que, ahora mismo, simbolizan el día y la noche. Los Raptors se colocan a tiro de piedra de los Celtics y los Knicks ya están undécimos en la Conferencia Este.