Ni milagro ni victoria del Racing ante el Real Unión
El Racing de Santander no fue capaz ni de ganar ni de empatar al un Real Unión de Irún que no se jugaba. El milagro que tenía que suceder no sucedió en el otro campo ya que el Bilbao Athletic ganó su partido. El Racing no logra clasificarse para el playoff y los jugadores aguantaron la bronca de la afición por un año, el peor de la historia del club, desastroso.
Verguenza. Así recibió la afición del Racing de Santander a su equipo con una gran pancarta en la zona norte del estadio tras el desastre de Zubieta viendo como las oportunidades para clasificarse para el playoff. A eso se le sumó la entrada en el minuto 13 en señal de protesta, más pancartas, cánticos contra directiva y jugadores y sobre todo un pésimo partido que se llevó el Real Unión con goles de Llamas y Josu Hernáez en el encuentro perteneciente a la Jornada 38 del Grupo II de la Segunda División B.
Posiblemente un partido, no difícil en cuanto a lo deportivo, pero si complicado para los jugadores del Racing. Sabían que la afición estaba muy quemada viniendo de perder por 3-0 contra un rival directo y quedarse prácticamente sin opciones de entrar en el playoff. Al Racing le superó la situación y terminó una temporada desastrosa perdiendo ante su gente y aguantando los silbidos.
Los de Carlos Pouso, quien obviamente anunció en rueda de prensa que no seguirá la próxima temporada, salieron al ataque en busca del milagro. En el minuto 5, un remate de Cesar Díaz al larguero iba a ser lo más novedoso que sucediera en el césped. En la grada, La Gradona entraba en el minuto 13 con cantos contra la directiva que dimitió el lunes pasado y a algunos jugadores por su bajo rendimiento.
La verdad que el partido era triste para el espectador y daba síntomas de pachanga. El Real Unión, sin nada en juego, disputó un gran partido intentando hacer un buen juego. Ya al final de la primera parte las ocasiones eran del Racing pero sin el más mínimo peligro. Una primera mitad que termino con pitos en la entrada del Racing al túnel de vestuarios.
Ya la segunda lo primero que se hizo saber en El Sardinero fue el rápido gol del Bilbao Athletic, algo que dejaba sin esperanzas a los cántabros. Luego, no se sabe si a raíz de eso, el buen juego del Real Unión o cualquier otra cosa, los visitantes se adelantaron pro mediación de Llamas aprovechando el pase atrás de un compañero. La grada hasta aplaudía irónicamente el tanto y la decepción se hacía en la cara de los jugadores verdiblancos.
El equipo cántabro no supo reaccionar, el partido era deprimente para el espectador y encima eran los visitantes los que llevaban más la manija del encuentro. Así se iba a demostrar en el minuto 72 cuando el recién incorporado Josu Hernáez, tras una buena jugada personal, colocaba el balón pegado al poste al que no consiguió llegar Iván Crespo. El bochorno pese a la lluvia era inevitable, los jugadores estaban podidos por la presión, Pouso no tenía ideas y la afición sentía verguenza. El Racing lo intentó con varias llegadas en las que esta vez el meta Sequeira si se tuvo que emplear a fondo.
El público mostró su descontento con una sonora pitada
En resumen, nada de lo que hiciera el Racing iba a remediar la situación y el partido finalizó con una gran pitada. Tras ello, los jugadores, por decirlo de alguna manera, que más han luchado por la camiseta y han demostrado actitud diemron la cara y recibieron aplausos también de parte del público pese al poema de sus caras. Después, salieron todos, los que se metieron al vestuario, los lesionados, los desconvocados para ponerse frente a La Gradona a dar la cara y pasar el trago.
Con esto, el Racing finaliza la peor temporada en sus 105 años de historia sin poder disputar el playoff de ascenso a Segunda División y el Real Unión se lleva una victoria, también histórica pese a las circunstancias de El Sardinero.
