División Sudoeste NBA

La división Suroeste se presenta como una de las más complicada por el nivel de sus equipos.

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Con la NBA en marcha, desde Grada 3 realizamos una previa de la División Sudoeste, la división que tiene a uno de los “cocos” de la liga, los Houston Rockets. Junto a ellos, el nuevo proyecto de Gregg Popovich con los San Antonio Spurs, los New Orleans Pelicans dispuestos a dar el salto definitivo en los play-offs, los Memphis Grizzlies con el único aliciente de haber mantenido a Marc Gasol y los renovados Dallas Mavericks que han incorporado a DeAndre Jordan y el novato Luka Doncic además de mantener una temporada más a Dirk Nowitzki.

HOUSTON ROCKETS

fuente imagen, twitter.com

Los Houston Rockets terminaron el curso pasado con la sensación de haber desperdiciado una oportunidad única. El tremendo bloque formado por Mike D´Antoni solamente sucumbió en el séptimo partido de las finales del Oeste y sin el lesionado Chris Paul.

Los Rockets siguen siendo un equipo temible. Si están sanos James Harden y Chris Paul son capaces de hacer un tremendo récord de 65-17. Pero no solamente de sus estrellas viven estos Rockets. El suizo Clint Capela se erigió en un estilete defensivo junto a jugadores como PJ Tucker, Trevor Ariza o Luc Mbah a Moute. Precisamente estos dos últimos han salido del equipo, llegando jugadores como James Ennis y Carmelo Anthony para cubrir las vacantes de las alas y otros jugadores de perímetro como Brandon Knight y Michael Carter-Williams, además del interior Marquese Chriss. Precisamente Anthony, con el contrato mínimo, viene a aportar anotación a estos Rockets. Está por ver como encaja en el entramado defensivo texano un jugador con escasa movilidad para el exigente esquema de D´Antoni.

En la rotación, Eric Gordon volverá a ser pieza clave para unos Rockets en los que el poder ofensivo debe volver a ser apabullante si sus dos estrellas tienen su nivel habitual.

SAN ANTONIO SPURS

imagen fuente, youtube.com

A estas alturas, dudar de Gregg Popovich es poco menos que un sacrilegio. La pasada temporada, una de las más complicadas de los últimos años de los Spurs, los texanos consiguieron meterse en play-offs por 21ª temporada consecutiva. Y lo hicieron sin su estrella Kawhi Leonard, prácticamente inédito durante toda la temporada o sin Tony Parker. Ninguno de los dos estará este año en el equipo, ni tampoco Manu Ginóbili ni Danny Green.

Las salidas del “núcleo duro” del equipo han sido muy dispares. Por una parte el francés Tony Parker decidió que su etapa en los Spurs había llegado a su fin y fue traspasado a los Hornets, el hasta este año “incombustible” Manu Ginóbili decidió poner fin a su exitosa carrera deportiva, y convulsas e inesperadas fueron las salidas de Green y Leonard. Kawhi fue poco menos que acusado de fingir una lesión para no jugar ya el jugador quería el traspaso tras sus desencuentros con Popovich. El resultado fue el cambio con Toronto Raptors, yéndose los dos a Canadá y llegando a San Antonio Jakob Pöltl y DeMar DeRozan. Este último llamado a ser la nueva estrella de estos Spurs junto a LaMarcus Aldridge. Porque DeRozan, pese a estar muy ligado a su anterior equipo, llega para dar un salto de calidad con unos Spurs necesitados de un anotador compulsivo como él.

Y fue precisamente Aldridge quien mantuvo al equipo la pasada temporada y quien les llevó en volandas hasta unos play-offs en los que tuvieron pocas opciones frente a los Warriors.

Junto a ellos estarán las nuevas incorporaciones como son Dante Cunningham, Quincy Pondexter, la vuelta de Marco Belinelli o el novato Lonnie Walker, además del incombustible y siempre fiable Pau Gasol y un jugador del que se espera que dé un paso al frente como es Rudy Gay. ¿Lo peor? La lesión del llamado a ser base titular, Dejounte Murray que hará improvisar de nuevo a Popovich.

NEW ORLEANS PELICANS

imagen fuente, nba.com/pelicans

El equipo de Louisiana lleva instalado en la zona “cómoda” de la liga desde hace varios años, concretamente desde que llegó Anthony Davis. Pero precisamente eso es lo que les debería hacer exigirse un poco más. La presencia de uno de los mejores jugadores del campeonato y, según la encuestas, firme candidato a MVP deben dotar al equipo de un plus extra que les permita hacer un buen papel en play-offs.

La afición local está empezando a ver que con un Davis en plenitud de forma y facultades, ahora es el momento, antes de que su estrella se canse de esperar para ganar. Para eso han realizado interesantes movimientos. El más importante ha sido el de un Julius Randle cuyo nivel de juego parece estar alcanzando plena madurez. Igual que el de Jrue Holiday, quien estuvo a un nivel sobresaliente en los pasados play-offs y por supuesto, Nikola Mirotic, el cual, tras incorporarse a mediados de la temporada pasada, daba un plus de calidad y de amenaza exterior sobre todo tras la pérdida de Cousins por el equipo de Alvin Gentry.

Quedará por ver las incógnitas de Elfrid Payton, el sustituto natural de Holiday y la nueva oportunidad que tendrá Jahlil Okafor en estos Pelicans, donde tendrá la difícil tarea de rotar a Davis.

El año pasado terminaron en la 6ª posición en el Oeste con un récord de 48-34 y cayeron en 2ª ronda de play-offs frente a los Warriors, mejorando la marca de 34-48 (10ª posición) del año anterior. Por tanto, en el Smoothie King Center esperan ver una nueva mejor versión de su equipo para que puedan aspirar cada vez a más.

MEMPHIS GRIZZLIES

fuente imagen, marca.com

En Memphis no tienen muchos motivos para ilusionarse. La pasada temporada terminó con una pobre marca de 22-60 para la franquicia de Tennessee tras un año convulso, con cambio de entrenador incluido y con varios “amagos” de marcha de su estrella Marc Gasol. Finalmente fue David Fizdale quien salió del equipo concediendo Chris Wallace, el mánager del equipo, plenos galones a Marc.

Este año ha llegado un jugador muy interesante como es el ex de los Spurs Kyle Anderson, un joven alero quien, por su envergadura, puede jugar en el puesto de 4, liberando a Marc de todo el peso bajo los aros, debido a su buena capacidad reboteadora.

Por lo demás, destacable también la “vuelta” de Mike Conley tras jugar hace ahora un año su último partido antes de lesionarse. Previamente había firmado el contrato de su vida cuando los Grizzlies le convirtieron no solamente en el mejor pagado de su equipo, sino también de toda la liga. Algo que terminó hipotecando los salarios de los de Memphis. Ahora, un recuperado Conley, debe dar un paso al frente y devolver el “cariño” mostrado por la franquicia hacia él erigiéndose, junto a Gasol, en el líder del equipo.

Si el técnico J.B. Bickerstaff consigue volver a implantar el esquema defensivo de Fizdale, los Grizzlies, equipo que tradicionalmente conceden pocos puntos, podrían soñar con acercarse a play-offs.

DALLAS MAVERICKS

fuente imagen, nba.com/mavericks

Tras una de las peores temporadas de los últimos años, en Dallas están preparados para el cambio. Del equipo campeón del 2011 quedan José Juan Barea, el técnico Rick Carlisle y su incombustible estrella Dirk Nowitzki, recién renovado por una temporada más.

Pero estos Mavericks ya no se sustentan solamente en el alemán. La irrupción el pasado año de Dennis Smith Jr. llenó de optimismo a una plantilla descompensada. El descarado base novato fue capaz de promediar 13 puntos, 2 rebotes y 5 asistencias, y en él se quiere sustentar el equipo texano.

Pero no solamente de Nowitzki y Smith vivirán los del American Airlines Center. El auténtico tapado de este equipo es Harrison Barnes. El alero/ala-pívot de Iowa está en plena madurez deportiva y, aunque su efecto en el juego pueda ser menos vistoso que cuando estaba en los Warriors, su importancia es mucho mayor, siendo un referente en el ataque, tanto por dentro como por fuera de la zona, y también en defensa.

Pero es que también se han unido a la causa DeAndre Jordan y Luka Doncic. Jordan, poco por descubrir, es uno de los mejores pívots de la liga y viene a cubrir un puesto un tanto huérfano el año pasado en los Mavs.

¿Y qué decir de Luka Doncic? Que es el mejor jugador de la pasada liga Endesa y también de la Euroliga. El número 3 del último Draft aún debe acoplarse a la competición pero, con su juventud y cualidades, nadie duda que será cuestión de poco tiempo. En Dallas le esperan con los brazos abiertos ya que su versatilidad puede dar muchas opciones a Carlisle con él en pista. Queda por ver si tras la última y mala temporada, los Mavericks son capaces de volver a las posiciones nobles de la tabla.

Como se puede ver, un equipo, los Rockets sobresalen por encima del resto. Otros dos, Spurs y Pelicans quieren dar guerra y llegar en forma a play-offs, y los otros dos, Grizzlies y Mavericks, quieren volver a la senda de las victorias dentro de este complicadísimo grupo de la Conferencia Oeste.

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