Un Espanyol hecho para soñar

La novena jornada de Liga Santander dejaba un encuentro muy interesante entre dos equipos que viven situaciones distintas. La Sociedad Deportiva Huesca, con el debut de Francisco en el banquillo, recibía en El Alcoraz al Espanyol de Rubi (que volvía a la que fue su casa). Los blanquiazules llegaban a territorio oscense en la zona noble de la clasificación y con números positivos (4 partidos ganados, 2 empatados, 2 perdidos), pero con la asignatura pendiente de conseguir una primera victoria fuera de casa. Por su parte, los locales querían iniciar el nuevo periplo sumando después de un mal arranque de campaña (1 victoria, 5 empates, 2 derrotas).

El Espanyol coge ventaja

La espera en El Alcoraz se hizo larga. Tras 21 días con los focos apagados, la afición oscense volvía a disfrutar del fútbol en su estadio. El Huesca fue un reflejo del deseo de los suyos y salió al verde con la intensidad necesaria para intentar sorprender a un Espanyol que en ningún momento renunció a lo que ha venido haciendo durante toda la temporada. Rubi, quién plantea el juego de su equipo a partir de la posesión, vio como su rival se la quedaba en los primeros compases. Ante el dominio oscense, Borja Iglesias tuvo una primera ocasión a pocos minutos de haber iniciado el choque.

Los blanquiazules intentaron quedarse con la pelota, pero los errores en la salida hicieron que los locales volvieran a dominar el encuentro. Un dominio que duró pocos minutos; el fútbol comenzó a ganar protagonismo en el centro del campo, perdiéndolo en las áreas. Lo más destacado, por su deportividad, fueron los cánticos de la afición perica a sus rivales: «El Huesca es de Primera». Un mensaje que la afición oscense respondió con aplausos. Ante este clima de hermandad, Borja Iglesias rompió la igualdad en el minuto 40 tras rematar un gran centro de Dídac Vilà por la izquierda.

Ambas escuadras enfilaron el túnel del vestuarios con sensaciones dispares. Por un lado, el Espanyol se fue con un gran sabor de boca aunque el fútbol practicado pudo haber mejorado. Por otro lado, el Huesca, que mejoró sus prestaciones en comparación al equipo que dejó Leo Franco, vio como el esfuerzo quedaba en nada. Para la segunda mitad, Francisco dio entrada al capitán de la plantilla, Gonzalo Melero, en lugar del ‘Cucho’ Hernández.

‘El Panda’ sentencia

Igual que sucedió en la primera parte, el Espanyol tuvo la primera ocasión a los cinco minutos. Víctor Sánchez superó a la defensa oscense y batió a Jovanovic. El tanto fue anulado por posición antirreglamentaria. El Huesca no acusó el susto inicial y siguió intentando el empate, con menos ímpetu como en la primera mitad. Los barceloneses replegaron en propio campo para defenderse del asedio e intentar una salida al contraataque. Rubi, viendo la situación de partido, dio entrada a Piatti para aprovechar la velocidad del argentino. Antes de que el técnico hiciera el cambio, en el minuto 64, Borja Iglesias aprovechó una contra para anotar el 0-2.

El encuentro perdió alicientes. Con un marcador que dejaba el partido cerrado, la polémica hizo acto de presencia. El encuentro terminó con 6 amarillas (5 en la segunda parte). Los pericos bajaron el ritmo a través de la posesión. Delante, un Huesca que protestó con energía las decisiones del colegiado. A seis minutos del final, los de Francisco pudieron anotar, pero la defensa rival estuvo muy atenta para rechazar.

Prieto Iglesias añadió 9 minutos. Sin embargo, los locales apenas intimidaron a su rival. El Espanyol consiguió así su primera victoria lejos de su estadio. Los blanquiazules siguen demostrando que este inicio no es una utopía. En Cornellà ya miran a lo más alto de la tabla, donde está el Barça a un solo punto de distancia. Un equipo hecho para soñar.

@xaviapa13