El Cornellà quiso ganar e hizo los méritos para lograrlo. Con el juego efectivo y práctico que lo caracteriza generó más que su rival, el Ejea. El conjunto aragonés se mostró impotente ante un equipo que en su campo es especialista en desarticular al rival. Eso, sumado a la capacidad de crear ocasiones hacen al equipo dirigido por Xavi Calm muy fuerte en casa. Se avanzó en el primer tiempo con un gol de Eloy Gila. El empate de Diego Suárez de penalti acabó resultando esteril pues un gol de Manucho, el primero con la camiseta del Cornellà, dejó los tres puntos en casa.
El encuentro aparentó igualdad de salida. Sin embargo, el Cornellà, dominador del particular espacio que es su terreno de juego, consiguió llegar más. Las más claras las encontró a balón parado. Pero encontraba por los costados una vía por la que generar. En el lado izquierdo, las caídas de un Eloy Gila especialmente inspirado y por la derecha, la amplitud de Gaspar y la profundidad de Agus Medina, siempre incisivo.
El Ejea lo intentó desde lejos. Sin la capacidad para asociarse en campo contrario, el equipo de Guillermo F. Romo trataba de mantenerse sólido. Con el balón en movimiento, el conjunto aragonés lo lograba en gran medida. En la estrategia sufrió mucho.
Avisó a los dos minutos Manucho, con un remate violento al travesaño a saque de córner. Con ello el Cornellà transmitió dos mensajes justo empezar, sus intenciones y su peligro a balón parado. Tras el aviso, pocas llegadas. El Cornellà repetía una y otra vez con el balón profundo por banda. El Ejea consiguió en esos minutos articular dos disparos a puerta, fáciles para Ramón, pero que situaron al conjunto visitante sobre el césped.
El Cornellà pone en práctica como nadie el balón parado frontal. Divide a sus mejores rematadores para buscar indistintamente uno u otro lado y conseguir un remate de cabeza que a su vez encuentre un segundo rematador. Se trata de una jugada que el conjunto verde aplica con mucha efectividad. Ejecutó Leo, cabeceó Goldar y disparó Xiker. Sin embargo, el tiro del joven zaguero vasco no iba a puerta, fue Eloy Gila el que puso finalmente la bota para redirigir el balón hacia puerta.
El rumbo del partido, pese al poco tiempo transcurrido, se decantaba hacia intereses del conjunto local. Ese curso se vio truncado cuando en un balón aéreo en el área local acabó en penal favorable al Ejea. Transformó Diego Suárez y apagó al Cornellà hasta el descanso. La igualada se trasladó al césped y las llegadas de ambos conjuntos se redujeron.
«La exigencia del Cornellà aquí es increíble», dijo Guillermo F. Romo tras el encuentro. Lo cierto es que en el segundo tiempo el Cornellà dio «un paso adelante», tal como corroboró Xavi Calm. El equipo local introdujo a Fall y consiguió más equilibrio en el centro del campo. De nuevo desde las bandas creció y al cuarto de hora de la vuelta de vestuarios Manucho encontró un pase de Gila para rematar a boca de gol. El gol llegó, sin embargo, tras la mejor ocasión de los visitantes, un remate al poste tras un centro lateral.
El Ejea, pese a no poder dominar, conseguía puntualmente dirigir remates entre los tres palos. El Cornellà quiso sentenciar y no pudo. Los errores en los tiros y las intervenciones de Loscos obligaron al conjunto local a esperar hasta el pitido final para confirmar que el triunfo no se iba a escapar. Los visitantes quisieron pero no pudieron ante un Cornellà que cerró con habilidad un triunfo que les pone de nuevo en primera línea.