Pese a que el resultado no parece especialmente abultado, el Valencia Basket se mostró netamente superior a su rival durante gran parte del choque, mostrando ese juego coral que le ha llevado e vencer en sus últimos siete partidos.
Sin embargo, el primer cuarto no dio fe de esa aparente superioridad. Por el contrario, los primeros minutos estuvieron marcados por la igualdad, mientras los ataques se imponían a unas defensas prácticamente inexistentes. En este contexto fue el Movistar Estudiantes el que, por medio de Gian Clavell y Alessandro Gentile, lograba pequeñas ventajas, contrarrestando los puntos de Guillem Vives.
No obstante, las cosas cambiaron en el segundo parcial con la entrada al partido de Mike Tobey. Con el interior americano, el Valencia Basket elevó su nivel defensivo, llegando a desquiciar a jugadores rivales como el propio Gentile. Por si fuera poco, este castigó una y otra vez al conjunto visitante en las acciones de pick and roll, donde los colegiales recibían puntos cada posesión. Así, se llegó al periodo de descanso con un Valencia que amagaba con romper el duelo: 52-40.
Tras el paso por vestuarios, la superioridad taronja se fue haciendo cada vez más aparente con el paso de los minutos y, gracias al empuje y la veteranía de Fernando San Emeterio, abrieron brecha en el marcador: 69-51. Las facilidades defensivas que cedía el equipo entrenado por Josep María Berrocal hacían imposible cualquier atisbo de remontada y el resultado al final del tercer cuarto parecía sentenciar el partido (80-57).
Los primeros minutos del último parcial fueron un mero trámite hasta que, a falta de cuatro minutos para la conclusión, los valencianos pecaron de relajación y permitieron al ‘Estu’ maquillar la diferencia para llegar con mejores sensaciones al partido decisivo que le enfrentará la semana que viene al Monbus Obradoiro.
@alenmartin95