Disputado partido en tierras búlgaras para un Espanyol que encarriló el encuentro en el primer cuarto de hora de partido. En el minuto 13 Campuzano abrió el marcador. El canterano perico aprovechó el desconcierto de la defensa búlgara para adelantar a los suyos.
El Ludogorets reaccionó cinco minutos más tarde. Wanderson mandó arriba el balón tras un buen gesto técnico para recortar al rival. En el 28 los búlgaros volvieron a poner en aprietos al Espanyol en una jugada con superioridad numérica,pero el último pase fue defectuoso y Mukoki no logró finalizar.
Campuzano, el más activo en el ataque perico, avisó tres minutos más tarde, pero el portero local logró blocar el balón sin problemas. El Espanyol, sin tener la posesión del balón, veía como tenía el partido controlado. El Ludogorets apenas creaba peligro y el Espanyol se limitaba a no tener errores de bulto.
La segunda parte comenzó como terminó la primera mitad. El Espanyol mantenía el ritmo del partido, algo que no ha conseguido hasta ahora en competición liguera. El equipo de Machín alargaba el partido, sin ningún sobresalto por parte de los bulgaros.
A falta de treinta minutos para el final, el Ludogorets movió ficha. Swierczok entró en el campo para lograr la igualada. Acto seguido, Wu Lei, que no había cuajado un buen encuentro, dejó su puesto para la entrada de «El Monito» Vargas.
El recién ingresado Swierczok pudo lograr el gol del empate, pero su disparo se marchó alto. El partido parecía acabar sin sobresaltos para los blanquiazules, pero una doble amarilla para Javi López en tres minutos hizo que el equipo de Machín estuviera contra las cuerdas hasta el 94.
Con esta victoria, el Espanyol se afianza en el primer puesto con siete puntos, seguidos del Ludogorets con 6. Con 3 puntos se encuentra el Fevencaros húngaro, y con el casillero a cero, el CSKA Moscú.