Se cerraba la primera vuelta en Segunda División y que mejor forma para hacerlo que con un derbi entre Alcorcón y Fuenlabrada, el cual iba a ser el primero disputado en categoría de plata del fútbol español. La pelota echaría a rodar y pronto se vería a dos equipos bastante pasados de revoluciones. No en cuanto a juego duro pero si en la elaboración de sus respectivos juegos, que se vieron interrumpidos por culpa de esa precipitación.

La falta de acierto de ambos equipos en los metros finales combinado con lo acertadas que estaban las defensas provocó que ninguno de los dos porteros tuviese que realizar ninguna intervención de éxito.

Más allá de cabezazos que se marchaban desviados, no vimos la primera ocasión clara hasta el minuto 34, que fue precisamente la que acabaría con el Alcorcón abriendo la lata.

Centró Bellvís desde la izquierda para que el balón le llegara a un Rui Costa que la dejó de cara ante la llegada de Boateng, que metió el balón hasta el fondo de la portería del Fuenla.

No fue del todo malo el gol para los visitantes pues les sirvió para enchufarse al partido y comenzar a generar todo el peligro que debían de haber generado en la primera media hora.

Les vino bien el descanso a los jugadores del Alcorcón, pues los 15 minutos reglamentarios sirvieron para apaciguar la reacción del Fuenla y recuperar el control del partido.

El ritmo de esta segunda mitad fue bastante más lento, volviendo a la falta de precisión por parte de ambos equipos pero con un equipo, el Alcorcón, que buscaba un partido tranquilo.

Lo que no cambió fue el aluvión de tarjetas que mostró el colegiado a los dos equipos, llegando a haber 8 en total.

Estaba el partido en un punto muerto cuando Ernesto derribó a Iban Salvador, concediéndole un penalti al Fuenlabrada que no desaprovecharía Hugo Fraile para empatar el choque y poner en 1-1 definitivo en el marcador.

El último tramo del partido destacó por los notables signos de cansancio con los que jugaron ambos conjuntos, sumado a la sensación de que ambos preferían amarrar un punto antes de ir a buscar los 3 y terminar yéndose del partido sin ninguno.