Si hay una cara feliz durante toda la temporada en el Girona esa es la de Pablo Maffeo (Santo Joan Despí, Barcelona, 12 de julio de 1997). El lateral derecho llegó en verano al cuadro gironí cedido por el Stturgart. Lo hizo en calidad de cedido ya que tiene contrato con el club germano hasta 2023 y rechazando ofertas mejores. En una entrevista a través del club, el catalán hace balance pasado, presente y futuro de su situación y de la club.
En cuanto al pasado, el jugador está contento de haber recalado de nuevo en Girona: «Aquí he sido y soy muy feliz. Tengo grabado el año del ascenso, para mí fue el mejor de mi carrera. Era una espina clavada que teníamos y fue muy bonito lograrlo. Merecíamos más que nadie ese ascenso. Además, después se demostró en Primera, que también fue un año espectacular».
Todo ello, a pesar de que Pablo Machín no le dio mucha bola sus dos primeros años: «No jugaba mucho. Era muy joven. Aunque el vestuario me transmitía mucha felicidad y me hizo ser partícipe de todo. Eso sirvió mucho para alargar mi cesión». También ha reconocido que lo tuvo muy claro el pasado verano para volver: «No dudé, como dije aquí soy feliz. Hubo otras ofertas (del Espanyol) que quizá pudieron ser mejores, pero tras un año muy jodido necesitaba esto».
En cuanto al presente espera que la competición y la normalidad vuelvan cuanto antes: «Lo llevas fastidiado, es duro. Como todo el mundo, quiero salir a la calle, hacer vida normal. Pero hay que ser fuertes mentalmente y tener mucha paciencia. Que psicológicamente no te amargue. […] Cuando esto vuelva a la normalidad, lo daremos todo para lograr el objetivo».
Quiere seguir en Montilivi
En cuanto al futuro fue tajante. Abre la puerta a seguir en Girona porque es lo que quiere: «Necesitaba volver a sentirme futbolista y Girona era y es la mejor opción. Con los compañeros me llevo genial, el rollo que hay es muy bueno. Al principio costó adaptarse a la categoría, pero ahora estábamos en una dinámica muy buena y el equipo lo notaba. Este parón no nos ha venido nada bien».
También habló de su paso por el Sttugart el curso pasado, por quien está cedido y sobre el que el Girona tiene opción de compra, obligatoria en caso de ascenso. Desde luego sus palabras sobre el club alemán no han sido positivas: «Fichar allí fue fatal en todos los aspectos, en el personal y el deportivo. Lo único bueno que me llevé fue que maduré. Hubo cosas por medio, pero ese es otro tema. Me llevo que al final ves mundo, te abre la mente y te das cuenta que hay personas que no piensan igual que tú. Lo demás fue un desastre».