Todo apunta a que el futuro de Iván Rakitic quedará visto para sentencia en escasas semanas. El club culé y los agentes del jugador ya tratan los aspectos relativos al futuro del jugador de 32 años. Éste tiene un año más de contrato que Rakitic ha dicho ya varias veces tiene intención de cumplir. No ha tenido noticias blaugranas y él mismo ha dicho que no las quiere porque su intención de quedarse en Can Barça es clara.
Eso de cara al público, porque en privado el croata sabe perfectamente que desde hace un año, el Barça le quiere usar como moneda de cambio o fuente de financiación. Por eso Rakitic, aunque no lo dice abiertamente, tiene en el Sánchez Pizjuán su plan B y vía de escape. Porque aunque públicamente no lo diga, el croata quiere volver a Sevilla y el Sevilla le quiere a él. Y para ello Mundo Deportivo adelanta que ya hay un plan ya trazado entre ambas partes para seguir si se da la oportunidad.
La primera condición es que Monchi le fichará solo si llega en condiciones ventajosas, es decir, a coste cero. Es aquí donde todo choca con el planteamiento del cuadro culé. Éste tiene que vender, ya lo tenía que hacer antes de la pandemia y ahora, con la crisis que subyace de la misma, con más motivo. Ha tasado en 15 ó 20 millones a Rakitic en el mercado, mientras que el jugador sostiene que, si no cuentan con él, le dejen irse. La tasación del Barça no se sostiene en el mercado porque ningún club lo va a pagar. De hecho, aunque no se cansan de ofrecerlo, ningún club pone esa cantidad (ni ninguna otra) sobre la mesa. El último en retirarse del posible ofrecimiento ha sido el PSG.
La segunda condición es el sueldo del jugador. Su actual salario, de ocho millones de euros, es una cifra inasumible en todo caso para el club hispalense. Pero Rakitic estaría dispuesto a rebajárselo, si en el contrato se añadiese alguna temporada más de vinculación. Quedan todavía muchos capítulos por escribir en esta historia, pero hay una cosa que parece clara: o el Barça cede o lleva las de perder.