Vallisoletanos y sevillanos cierran la temporada con sensaciones diferentes. Los locales, con el objetivo de la salvación ya obtenido y los béticos con la esperanza puesta en la mano de Manuel Pellegrini de cara a la 20/21.
El partido comenzó con dominio verdiblanco. El balón era para los verdiblancos, que llegaban por medio de Canales. El Valladolid fue mejorando su cara y dio un paso más hacia la meta de Dani Martín.
Sin embargo, la primera ocasión clara del partido fue para Tello, buscando el palo largo de la portería local. Caro tuvo que aparecer para tocar un lanzamiento de Fekir, que acabó tocando el palo. El propio portero estuvo atento en otra ocasión de Fekir, esta vez a través de un tiro libre.
El partido entró en una dinámica más lenta hasta llegar a la pausa de hidratación. Tras ella, el Betis dominó la situación, incluso pudo haber un penalti a Fekir, que no fue señalado. Bartra se llevó la cartulina amarilla por protestar.
Cuando parecía que la primera mitad acabaría en empate, llegó el primer tanto local. Contragolpe letal del Valladolid que se pone rápidamente en el área verdiblanca, Alcaraz ve llegar a Sergi Guardiola y el ariete catalán, con un cabezazo en plancha desde el punto de penalti, adelanta a los suyos.
La segunda parte volvió a tener la misma tónica: balón para el Betis, pero los de Alexis no llegaban con claridad a su objetivo. Loren, se mostraba activo arriba, pero la pelota no entraba. Al igual que en el primer tanto, el Betis dominaba, pero la eficacia la ponían los de Sergio. Gran gol de Óscar Plano, que se zafa de Bartra y remata cruzado a la meta de Dani Martín.
Alexis introdujo a Iglesias y Laínez, intentando así poder acortar distancias. Sergio hacía lo propio introduciendo a Hervías por Waldo. Con los cambios, el Betis logró aumentar metros, pero les costaba llegar con claridad a la meta de Caro.
Los últimos minutos dieron para poco más. Fekir vio la amarilla en el minuto 85. El cansancio y las interrupciones hicieron mella en ambos equipos que apenas se jugaban algo más que cerrar la temporada con un buen broche final. La parte positiva, para los de Sergio, que vuelven a mantener la categoría. La nota negativa, los nubarrones que se avecinan en el Benito Villamarín con esta decepcionante temporada.