El partido arrancó con mucho ritmo pero poca precisión, con muchos balones a contrapié, resbalones y pases a la nada. El Athletic fue el primer equipo en probar un disparo, con un chut de Dani Garcia que se fue muy alto, y posteriormente con una gran volea de Berenguer que obligo a Sergio Herrea a despejar el esférico. Ese remate del jugador llegado este verano procedente del Torino se convertiría en la ocasión más clara de la primera mitad para cualquiera de los dos equipos, ya que las llegadas a las áreas brillaron por su ausencia.
Rubén García y Muniain ponían claridad a las jugadas cuando conseguían recibir el balón, pero tal situación se dio con muy poca frecuencia. El cuadro local trató de buscar en largo a Enric Gallego, que apenas consiguió imponerse en los balones aéreos, mientras que el Athletic no encontró a Iñaki Williams a la espalda de los defensores rojillos. De hecho, el ariete vasco cayó en varios fueras de juego.
La frecuencia en el envió largo propició numerosos choques, que a su vez derivaron en interrupciones y tarjetas amarillas. El árbitro se echó la mano al bolsillo hasta en tres ocasiones durante una primera mitad, cuyas ocasiones más destacadas fueron remates desde fuera del área con escaso peligro para los guardametas.
No hubo cambios tras el paso por los vestuarios y el guión se mantuvo durante el inicio de la segunda mitad. Mucho balón por el aire y poco juego trenzado. La única aproximación con cierto peligro tuvo como protagonista a Raúl García, que cabeceó muy forzado.
En el minuto 64, tras el enésimo balón directo hacia Enric Gallego, se produjo la mejor ocasión para Osasuna. El delantero prolongó y Jony se plantó solo ante Unai Simón, pero no supo definir ante el portero.
Pese a lo previsible del juego de ambos equipos, ni Arrasate ni Garitano movieron el banquillo hasta el último tramo de partido, cuando Barja, Adrián y Villalibre intentaron dar algo de aire fresco a sus respectivos equipos. Y precisamente, en una jugada en la que intervinieron ambos reemplazos rojillos, Capa cometió una absurdo penalti sobre Barja. Rubén García engañó a Unai Simón en el lanzamiento y puso el 1-0.
El Athletic intentó reaccionar, pero tras un partido muy discreto en el plano ofensivo, no tuvo apenas armas para inquietar a Herrera. Capa tuvo un remate de cabeza en el descuento, pero el portero navarro atrapó sin problemas y dejó los tres puntos en el inmaculado estadio local.