La Carrera Astur | Pk.11: El Oviedo se divierte en el Tartiere; José Alberto frena al Sporting

Nueva semana de competición para los equipos del Principado y nueva ocasión en la que Asturias se queda a medias. El Oviedo confirmó y reafirmó su buen hacer en Gran Canaria con un partido muy completo en el Carlos Tartiere. El equipo de Ziganda goleó al Castellón en un duelo en el que brilló, por encima del resto, el nombre de Edgar González con dos tantos en su cuenta particular. Menos acertado estuvo el conjunto de David Gallego en Miranda. El planteamiento de José Alberto desactivó por completo al Sporting, que cedió su tercera derrota de la temporada.

Una derrota para aprender

• Un mal homenaje: El Sporting estrenó en esta jornada, aprovechando que LaLiga no le permitía usar su segunda de color violeta, una tercera. Una equipación que fue preparada en apenas unas pocas semanas conocido que necesitarían una nueva en Anduva. De esta forma el club pensó en un homenaje a los sanitarios con ese color turquesa muy reconocible en los hospitales pero que acabó en tragedia con la derrota en un mal partido sobre el césped en bastante mal estado del estadio mirandesista.
• Los malos inicios se pagan: Y es que el partido se decidió en poco menos que 20 minutos. Una salida floja al partido del Sporting fue lo que acabó decidiendo el partido. Un error de Saúl García en un pase que no debía tener importancia provocó una mala basculación de los pivotes, un error de Borja López en la marca y una reacción tardía de Babin en el remate. Todo ello, en cadena, derivó en el único gol del partido con además una dosis de mala fortuna. Una lección para aprender; la falta de tensión se paga muy cara.
• José Alberto copió del derbi: A partir de ahí, y exceptuando algunos minutos del primer tiempo, el partido fue malo. José Alberto López tomó muy buena nota del derbi frente al Real Oviedo y como el cuadro azul venció aquel partido. Atascó totalmente el centro y aunque el Mirandés permitió más circulación que los carbayones, la falta de precisión hizo el resto. El estilo de ataque que David Gallego ha venido usando y evolucionando en las últimas semanas no funcionó. En gran medida, porque los laterales y extremos no aportaron lo que suelen hacer para dar continuidad a esa circulación por el medio y apertura a las bandas. En todo el segundo tiempo solo hubo una internada por banda y fue en el minuto 93.
• Una derrota que debe servir de aprendizaje: El técnico rojiblanco no eludió su culpa de la mala salida del equipo, ni de su falta de reacción. Por segunda vez en la temporada, un equipo que logra cerrar y colapsar el centro, anula totalmente al Sporting. Primero fue el Real Oviedo y ahora el Mirandés. Dos de las tres derrotas han llegado así, ya que la de Málaga fue totalmente diferente y mucho más por cuestiones arbitrales y de falta de acierto. Es por ello que cuando algo se repite en un mismo guión por dos veces ya no es casualidad. Los equipos van cogiendo la horma de este Sporting y debe aprender para superar esa adversidad.

El Oviedo coge forma

• Un equipo reconocible. Desde el principio de la temporada, e independientemente de que el resultado fuese uno u otro, el Real Oviedo siempre transmitió la sensación de ser un equipo que sabía y sabe a lo que juega. Un factor muy importante dentro del mundo del fútbol. El trabajo que Ziganda viene realizando desde el comienzo de la pretemporada ha visto su recompensa en dos partidos casi perfectos. Y ante el Castellón llegó el premio gordo. Una goleada de esas que hacía tiempo que no se veían. En concreto, desde noviembre del año 2014, cuando el equipo venció por 4-0 al Lealtad, que entrenaba el ex técnico oviedista Javi Rozada, por cierto, con tres goles de Linares y otro de Omgba.
• Una idea clara. El plan del Oviedo ante el Castellón fue claro desde el primer momento. Ante un equipo que siempre busca salir jugando, Ziganda tenía claro que una de las claves del partido pasaba por asfixiar la propuesta de juego que intentaba llevar a cabo el equipo visitante. Fruto de esa presión llegaron multitud de recuperaciones en campo rival. De hecho tres de los cuatro goles del equipo llegan de ese modo. A partir de ahí, el Oviedo corría y lograba hacer daño atacando los espacios que se generaban fruto de la buena presión en las zonas de peligro.
• El Oviedo no se relaja. El Oviedo había dejado la sensación, en partidos anteriores, de tener unos minutos de desconexión tras el tiempo de descanso. Pasó en Miranda, por ejemplo y, aunque ante el Logroñés estos minutos llegaron precedidos por la desesperación provocada por las decisiones arbitrales, los carbayones perdían el partido en ese tramo inicial de segundo acto. Frente al Castellón, el equipo de Ziganda no se relajó. El primer tanto sabía a poco, y Borja hizo el segundo a los pocos minutos de la reanudación. El doblete de Edgar puso el broche de oro a un partido en el que pudieron caer más goles del lado azul.
• Edgar González. Fue quien más brilló dentro del gran encuentro de todo el equipo. El pivote puso el colofón a su partido con dos goles que bien pudieron ser tres. Avisó en el primer tiempo. Robó el balón, abrió a banda, acompañó la jugada y llegó a la zona de remate para estrellar el balón en el palo. En la segunda mitad, el futbolista carbayón anotó su primer gol con la elástica azul anticipándose a su marca en el primer palo para enviar a la red un centro de Nieto. En el segundo, el centrocampista robó en el centro del campo y puso rumbo a la meta rival para recoger un pase de Mier y definir a la perfección en el uno contra uno. Además, Edgar volvió a robar una cantidad enorme de balones; muchos de los cuales acabaron en ocasión de peligro, y volvió a dejar a las claras que es un jugador que juega siempre con criterio, siendo también muy inteligente en el aspecto táctico.