Dos asistencias de Gerard Moreno en Salzburgo ponen al Villarreal con un pie en los octavos de final de la Europa League y acaba con su mala racha, en un partido muy igualado donde el conjunto local pagó sus errores de cara a portería.
El equipo austríaco tuvo que reponerse en el último momento de las bajas de última hora de los malienses Mohamed Camara y Sekou Koita, sancionados por la UEFA apenas dos horas antes del comienzo del choque por consumir en noviembre un medicamento prohibido para el mal de altura mientras estaban con su selección.
Además, encaraba el choque con una pareja de centrales inédita, Solet y Vallci por las bajas de sus dos centrales titulares por lesión y sanción.
El «submarino amarillo» dominó la posesión en la primera parte, pero sin llegar a área rival de forma clara, con un Salzburgo muy bien posicionado y que intentaba presionar y robar en tres cuartos de campo y crear peligro.
En una de las pocas acciones en las que el conjunto de Emery pudo imprimirle velocidad al balón, Kristensen derribó de forma clara a Parejo en el área y el colegiado pitó penalti, que marró Paco Alcácer.
El delantero valenciano se desquitó de este fallo en el minuto 41, cabeceando al fondo de la red un centro de Dani Parejo que peinó Gerard Moreno, marcando su quinto gol en la competición europea.
Los «toros rojos», sabedores de que el resultado no les valía, salieron presionando muy arriba en la segunda parte, llegando con peligro y encadenando ocasiones de gol, aprovechándose de los errores en salida de balón del conjunto de Castellón.
El conjunto local pagó la falta de acierto en los metros finales, y cuando más sufría el equipo de Emery, Fer Niño, que había sustituido a Alcácer, puso tierra de por medio en el marcador tras una buena jugada colectiva y un pase de nuevo de Gerard Moreno.
A partir del 0-2, el equipo español se volvió a sentir cómodo con el balón y durmió el partido, dejando la vuelta en el Estadio de la Cerámica del próximo jueves muy de cara para los amarillos.