Oportunidad de oro para el Real Madrid. El Atlético de Madrid ha vuelto a tropezar, y, de nuevo, con el Levante, y abre de nuevo la puerta a que el campeón de LaLiga Santander vuelva a abrirse. Enfrente estaba un Real Valladolid que, de igual manera, también necesitaba la victoria como el respirar.
Sopor sin goles
Sin complejos salió el Real Madrid al partido. A pesar de las bajas, era una gran oportunidad de dar un puñetazo sobre la mesa y recortar tres puntos al Atlético de Madrid. Pero el primero en golpear fue el Valladolid. Thibaut Courtois se vistió de héroe para sacar cuatro tiros que bien podrían haber sido gol. Nivel descomunal del belga.
Un espejismo esa salida del Real Madrid. El Valladolid, que necesitaba la victoria igual o con más necesidad que los blancos, con sus armas, metía miedo y quería imponer su ritmo a base de defender y transiciones rápidas. Con el paso de los minutos, los madridistas recuperaron el tempo del encuentro, aunque sin ocasiones claras. Sólo un gol anulado por fuera de juego a Mariano en el minuto 22.
Fabián Orellana y Kike comandaban las intentonas del Valladolid, muy volcado a su banda izquierda para buscarle las cosquillas defensivas a Lucas Vázquez, haciendo de lateral derecho. Diluidos ataques, pero con cierto peligro. Por parte del Real Madrid, bien muchos jugadores, pero sin encontrar su gol a pesar de que en el minuto 30 le anularon otro a Mariano por fuera de juego.
Flaco favor se estaba haciendo el Real Madrid perdonando ocasiones. Una clarísima de Casemiro rozando el minuto 40 tras jugada a balón parado de Toni Kroos errada hacía mirar al banquillo para ver que los revulsivos que tenía Zinedine Zidane eran canteranos blancos. Un mal negocio que pocas veces decide partidos. Y que no lo hacía con los jugadores enfilando los vestuarios con el 0-0 en el marcador para el descanso.
Casemiro y Toni Kroos hacen soñar
Cogió ritmo en los albores de la segunda mitad el partido. Más ofensivos los dos equipos, se vivieron hasta minutos de correcalles constantes. Eso sí, con los mismos guiones que en los primeros 45 minutos: el Real Madrid mandando con el control del esférico y el Real Valladolid esperando su opción al contraataque. Y eran los pucelanos los que creaban más peligro, de la mano de un Fabián Orellana que exigía la mejor versión de Thibaut Courtois con un remate a bocajarro del chileno.
El Real Madrid se borró del partido. Entregó el esférico incluso al Valladolid, y se abocó a carreras en contraataque de Vinícius Júnior, Mariano y Marco Asensio. Tuvieron que mover el árbol ambos entrenadores para buscar una reacción en lo suyos para sumar los tres puntos, en vez de repartirlos.
Cuando peor dadas le venían al Real Madrid, llegó el gol. En jugada a balón parado, en el minuto 65, tuvo que ser. Toni Kroos vuelve a servir un balón preciso a Casemiro al segundo palo para rematar, entrando de segundas, y poner el 0-1 en el marcador a la tercera ocasión del brasileño.
No se vino abajo el Valladolid con el gol. Siguió con su plan de partido, queriendo discutir el control de la posesión, y apostando Sergio González por jugar con tres delanteros para buscar sacar, al menos, un punto en su feudo con el empate.
Pasaban lo minutos para un Valladolid que iba a morir en la orilla. No sería por ímpetu y corazón, desde luego. Pero la solidez defensiva de un Casemiro imperial y la solvencia del Real Madrid para saber cerrar partidos complicados cuando se trata de finales hizo el resto. Los blancos se colocan a tres puntos del Atlético de Madrid con un partido más, y con la mirada puesta en la UEFA Champions League y el Atalanta.