Tras la derrota frente al Alcorcón, el preparador del equipo lucense, Luis César Sampedro, volvió a quejarse del trato arbitral que recibe el conjunto albivermello. En la anterior jornada, en Palma, lamentó que no se hubiera sancionado como pena máxima una mano de Raíllo dentro del área. Ayer, frente al Alcorcón, señaló al colegiado como uno de los máximos responsables de la derrota de su equipo.
Luis César entiende que la acción en la que Campabadal reclama penalti por una falta de José León es muy claro. «Es un penalti clarísimo y sería definitivo para el partido. Igual que lo fue el primero que le pitaron al Alcorcón», dijo. En su posterior rueda de prensa, el estratega de Vilagarcía también se acordó del gol anulado a Marcelo Djaló por una presunta falta de Manu Barreiro. «Siento un poco de impotencia porque las jugadas polémicas que vivimos en los tres últimos partidos nos han imposibilitado sumar de tres en tres», lamentó.
Tras este encuentro, el Lugo sumó su decimotercer partido sin ganar y la quinta derrota consecutiva. Algo que ha hecho que estén ya en unos puestos de descenso que no veían desde hacía medio año. «El vestuario está desanimado pero tiene que levantarse. Perdimos una batalla pero la guerra continúa hasta el final. Ellos lo saben, aquí hay veteranía y experiencia. Estamos acumulando disgustos, no hay una semana en que seamos felices, pero el Lugo no descendió ni va a descender», aseguró.