Oportunidad perdida
El Leicester City perdió la oportunidad de certificar su presencia en la siguiente edición de la Champions League, mientras el Southampton con este empate seguirá un año más en la Premier League.
| Southampton F.C | 1 | 1 | Leicester City F.C |
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Southampton y Leicester City firmaron las tablas en el encuentro disputado en el St Mary’s, en un encuentro condicionado por la temprana expulsión de Vestergaard. Ward-Prowse adelantó a los Saints de penalti y Jonny Evans marcó el definitivo 1-1 tras un testarazo inapelable.
El Leicester City perdió la oportunidad de certificar su presencia en la siguiente edición de la Champions League, mientras el Southampton con este empate seguirá un año más en la Premier League.
El Southampton saltó al campo con una marcha más que los visitantes hasta tal punto que en el segundo minuto de juego le anularon un gol a Walker-Peters por un fuera de juego milimétrico, tras un pase largo medido desde la zaga. Nathan Tella, tuvo otra clara oportunidad para estrenar el marcador; pero no conectó bien el disparo desde la frontal y Schmeichel atajo fácil.
Error que condiciono el partido
En el décimo minuto llegó la clave que condicionó el devenir del partido en error catastrófico de Vestergaard que le costó la tarjeta roja. Hizo un control horrible que Vardy supo leer perfectamente y el defensa danes le cazó antes de que se plantase 1 vs 1 contra McCarthy. En la misma falta después de la expulsión, Maddison estuvo muy cerca de abrir la lata con su disparo de falta directa., pero se fue rozando el palo. En ese instante de juego, los fantasmas del 0-9 del año pasado empezaron a merodear el St Mary’s. Pero nada más lejos de la realidad; los hombres de Hasenhüttl se rehicieron del duro golpe y en el 17 de juego tras una maravillosa jugada individual con caño incluido de Walker Peteres, un disparo seco de Redmond a punto estuvo de colarse en la portería.
A Partir de ahí, el partido entró en una fase anodina, donde el Leicester tenía el balón pero no transmitía ninguna sensación de peligro. Los Saints se defendían con un 4-4-1, priorizando juntar líneas y saliendo rápido a la contra, por la banda de Walker-Peters y compañía. La mejor para los Foxes llegó tras una descomunal jugada colectiva, trenzando pases al primer toque entre líneas. Tielemans tuvo en sus botas el gol, pero su disparo fue demasiado centrado.
Tras el descanso Brendam Rodgers cambió el sistema, dando entrada a Ayoze Perez con la intención de percutir por las grietas que se formaban por momentos en la defensa del Soton. En su lugar se marchó a Fofana, volviendo a la defensa de cuatro.
En el 58 de partido Iheanacho cometió una clara negligencia, separando la mano de su rostro con el fin de tapar el potente disparo de Stuart Armstrong. Robert Jones tras unos segundo de suspense señaló el punto fatídico y Ward-Prowse convirtió la pena máxima a las mil maravillas disparando a su lado natural.
Asedio visitante
Tras el gol en contra, los Foxes despertaron y embotellaron a los locales en cuestión de minutos. Maddison lo intentó desde larga distancia, pero palmeo McCarthy a córner . En la siguiente jugada Ayoze hizo lo propio, pero el desenlace fue el mismo. El gol del Leicester era cuestión de tiempo y al fin, Evans mandó el balón al fondo de las mallas en un cabezazo a la altura de muy pocos. La asistencia fue de Iheanacho, quien se encontró más cómodo con el sistema de la segunda parte: Bajaba a recibir constantemente para aportar fluidez y dinamismo a la circulación de balón.
Vardy falló una ocasión impropia viniendo de él, cuando tenía todo de cara. El recorte a Walker-Peters había sido excepcional, pero erró en la definición. Los Foxes no cedían y Ndidi tuvo una oportunidad clarísima para romper las tablas, después de un pase atrás de Jamier Vardy; su zurriagazo no encontró portería. Cinco minutos más tarde, a punto estuvo McCarthy de marcar el gol más ridículo de la temporada en propia meta. Su despeje defectuoso cogió rumbo a portería, pero se fue por encima por centímetros. Castagne también se apuntó a la fiesta y tuvo un disparo franco en el segundo palo en un centro colosal de Youri Tielemans.
Marc Albrighton se habría paso una y otra vez por la selva del St Mary ‘s, zafándose de todo aquel que se le ponía delante. Este último le dio mucha profundidad y amplitud a la banda izquierda del Leicester y fue quien cambió la evolución del partido, a base de colgar caramelos a los delanteros. A pesar de todo, la retaguardia del Southampton aguantó gracias a un esfuerzo titánico durante todo el partido y consiguieron defender el 1-1 con uñas y dientes.
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