El Napoli solventa con éxito el barullo de Varsovia

Esta vez el Napoli no tuvo tantas complicaciones en la UEFA Europa League. Si bien se vieron sorprendidos de inicio por un Legia Varsovia letal al contraataque, los ‘azzurros’ acabaron asentando su dominio para hacerse con el partido, primero, y la victoria (1-4), después. Se asientan de esta forma en la cabeza del grupo C, pero todavía deben hacer un esfuerzo para estar en as siguiente ronda.

Desasosiego napolitano

Siguiendo su escalada perfecta en Serie A, el Napoli se decidió por encaminar su situación en Europa. Fue así que tras destrozar al Legia en Nápoles, le tocaba visitar la ruidosa capital de Polonia. Envalentonado por el espectacular ambiente, el campeón polaco arremetió de inicio a los italianos antes de que estos se hicieran con el balón. Como siempre, su superioridad era clara, pero también la facilidad con la que encajan. Tras un lateral, Mladenovic, el más peligroso de su equipo, trianguló en su banda y asistió sin complejidad dentro del área a Emreli (10′). Tercer partido que los sureños se veían obligados a remar en contra -tras sus duelos frente Leicester (2-2) y Spartak Moscú (3-4)-. Las sensaciones, eso sí, eran más que positivas.

Y es que enseguida Zielinski, en ese momento renqueante, reventó el travesaño dentro del área. El Napoli manejaba sin problemas la responsabilidad que pesaba sobre su espaldas. El juego fluía, la intensidad con y sin balón asfixiaba a su rival; sin embargo, seguía faltando el puntazo final. Rrahmani, de corner, Lozano, delante del arco, y Anguissa, desde fuera, carecían de precisión. La ansiedad se apoderaba entonces del equipo de Spalletti y los fantasmas del pasado se hacían presente, cosa que le beneficiaba al Legia. No pasaban de las transiciones los ‘legionarios’, por lo que añadir fricción y apuro al choque no les vino mal. Producto de ello, Mladenovic soltó un disparo que paso cerca de Meret. No tendría más trabajo el italiano a comparación de Miszta, que detuvo a Lozano un par de veces.

Sin chance de sorpresas

De vuelta al campo, el Legia hacer valer el desorden que quería imponer. Casi lo consigue cuando en otra internada de Mladenovic, Yuri Ribeiro mandó el balón al palo. Fue lo último de los ‘militares’ en el partido, ya que el Napoli inclinaría el encuentro a su favor. En una gran acción en espacio reducido, Zielinski, más enérgico y omnipresente, consiguió un penalti que el mismo transformó (51′). A partir entonces, el duelo fue napolitano, por más que tardarían un poco en plasmar lo que ocurría en el césped al marcador. Los de Golobiewski, técnico interno, inclusive, ya eran presos del fútbol visitante como de su propia impotencia, que les hacía perder cada duelo y dejar metros libres a sus espaldas. La desesperación conllevó a que Josué cometa otra pena máxima que Mertens no perdonó (75′).

La sangría no paró luego de que los italianos obtengan la ventaja a su favor, puesto que tras mucho combinar por dentro y asfixiar al local, los goles les caían encima. Así lo reflejó Lozano, incisivo toda la noche, cuando Petagna lo dejó solo para que empuje la pelota al arco (78′). El Legia, quizás confundido por quedar K.O, se atrevió a soltarse un poco arriba en busca de no perder su honor, mas fue inútil y sí suicidio ante tanta diferencia entre uno y otro. Ounas volvió a dejarlo más que claro con un golazo. La imprudencia polaca no paró y Miszta se vio obligado a realizar grandes atajadas para, por lo menos, salvar su propio honor. Aunque el ambiente de Varsovia lo decía todo: silenciado por un Napoli que solventó con éxito el barullo y el tramite.

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