Vuelve la liga, vuelve el futbol de clubes después de dos semanas de parón, donde la mayoria de las grandes selecciones europeas se han asegurado ya su puesto en Qatar 2022, y lo hace con grandes partidos repartidos por todo el fin de semana, en concreto, el retorno del derbi catalán, el partido entre los dos equipos de la ciudad de Barcelona que, este año mas que nunca, nadie se atreve a predecir como se desarrollará.
A parte de por el simple hecho de que sea el derbi, el partido del sábado llega cargado de «vendettas», incógnitas y emociones extras. En primer lugar, el cambio de entrenador del Barça, que ha levantado el ánimo de toda la afición barcelonista, que vuelve a creer en este equipo y este proyecto que esta construyendo la directiva de Joan Laporta. Aunque Xavi Hernánez, el nuevo entrenador culé, fue presentado hace casi dos semanas, el parón de selecciones ha hecho que casi nadie haya podido verlo en acción aún, y el destino ha querido que su primer partido fuera en casa, delante de su afición, y frente al máximo rival de la ciudad, el Espanyol.
El equipo periquito por su parte también tiene sus motivos de motivación para el derbi del sábado, y es que la última vez que visitaron el Camp Nou fue ese fatídico 8 de julio, donde la victoria barcelonista por 1-0 envió al conjunto perico a segunda división mientras los aficionados rivales celebraban esa desgracia con petardos y cánticos, casi como si hubieran ganado un título. No obstante, la película ha cambiado mucho, y es que año y medio después, ambos equipos llegan situados a mitad de la tabla y con exactamente los mismos puntos, eso sí, el conjunto azulgrana con el partido ante el Sevilla en el Sánchez Pizjúan aún pendiente.
A todo eso, tambien hay que añadir el que es probablemente el motivo principal por el que el que el derbi del sábado es uno de los más igualados de los últimos años, y es el estado de ambos equipos, tanto físico como mental, y es que ahora mismo Barça y Espanyol son como noche y dia, el conjunto azulgrana se ve enmedio de una crisis económica, con una junta directiva que hace lo que puede para reflotar el barco, con una plantilla con muchas bajas sensibles como las de Ansu Fati, Dembelé, Pedri y Dest, y con un equipo mentalmente frágil, aún con los recuerdos del último partido antes del parón, donde en el segundo tiempo se dejarón empatar un 0-3 a favor que llevaban des de el minuto 34.
Por el otro lado, el conjunto blanquiazul llega al partido en un buen momento, después de la victoria en casa ante el Granada antes del parón, y con su delantero centro titular y su estrella, Raúl de Tomás, en el mejor momento de forma de su carrera profesional, con 7 goles en 13 partidos y tras su primera convocatoria con la selección Española absoluta. Dicho eso, hay que destacar también que en el apartado médico el Espanyol tampoco está para tirar cohetes, y es que las bajas de Oscar Gil, y las molestias que ha estado arrastrando Miguelón, dejan al técnico, Vicente Moreno, con Aleix Vidal como único lateral derecho del primer equipo alineable para el sábado, además, a esas bajas, esta semana se le ha añadido la del medio centro Kedi Bare, que ha vuelto de sus compromisios con la seleccion de Albania con molestias en los Gemelos y sera duda hasta útlima hora.
El sábado pero, cuando ruede el balón, saldremos de dudas y veremos que equipo tiene más valor, calidad, sangre fria y suerte para llevarse con la victoria y unos 3 puntos que van a saber a mucho más que solo 3 puntos para quien consiga obtenerlos.