Bajo la atenta de Sierra Nevada y la Alhambra, Jorge Molina se erigió salvador en la tierra nazarí ante el Mallorca. Tres goles del delantero del Granada culminaron una victoria muy dulce en el Nuevo Los Cármenes y que le da vida a Robert Moreno al frente de la nave granadina.
El encuentro empezó con mucha igualdad y respeto por parte de ambos. Hasta que en el minuto 20 se acabaron las diplomacias y Jorge Molina decidió abrir fuego en una contra en la que se venció Reina antes de tiempo. Acto seguido llegó la respuesta del Mallorca desde la cabeza de Dani Rodríguez hasta el fondo de las mallas. Tras los dos primeros golpes volvió la igualdad, pero con un Granada más peligroso. Sin embargo, la falta de eficacia nazarí hizo que el partido se fuese al descanso en empate.
En el segundo acto, el Mallorca mejoró hasta que, otra vez, Jorge Molina enganchó un balón en el área pequeña para poner el 2-1. Con el marcador en contra, los bermellones pasaron a dominar pero sin demasiada claridad. En el descuento, Fer Niño tuvo una ocasión inmejorable pero la mandó a las nubes y acto seguido, Jorge Molina volvió a ajusticiar al Mallorca con la ayuda de Reina. Cuando parecía que todo terminaría así y con los bermellones pensando en los turrones y en Noche Vieja, apareció Puertas para empujar el pase de la muerte de un Luis Suárez hiperactivo durante todo el partido.
Una victoria dulce para el Granada, ante un rival directo y que le da una vida extra a su técnico al frente de la nave nazarí.