Tablas de calidad entre dos equipos que se han olvidado de ganar
Deportivo Alavés y Real Sociedad empataron a uno en el primer derbi vasco de 2022 en un partido dinámico y con numerosas ocasiones
Deportivo Alavés y Real Sociedad empataron a uno en el primer derbi vasco del nuevo año. Con José Luis Mendilibar en el banquillo, el ‘Glorioso’ mostró una faceta mucho más ofensiva y atrevida, llegando a dominar fases del encuentro. No obstante, enfrente tenía a unos oponentes dispuestos a enfrascarse en este intercambio de golpes, lo que derivó en una primera mitad eléctrica en la que Januzaj inauguró la lata. La segunda parte, mucho más calmada, premió los esfuerzos babazorros y Joselu, desde los once metros, empató el marcador. A pesar de las buenas imágenes mostradas, este resultado no hace más que ampliar la racha de partidos consecutivos sin ganar en liga de las dos escuadras: el Alavés no lo hace desde el 6 de noviembre y la Real, desde el 7 del mismo mes.
Rotaciones forzosas
El primer derbi vasco de 2022 estuvo repleto de titulares desde mucho antes del pitido inicial. En primer lugar, el conjunto babazorro presentaba un flamante nuevo entrenador en José Luis Mendilibar. La decimoctava posición que ocupaba el equipo en liga y, sobre todo, los seis partidos consecutivos sin ganar en la competición doméstica —más la eliminación en la Copa del Rey a manos del Linares Deportivo— obligaron a la directiva a relevar a Javi Calleja de su cargo.
Por otra parte, el efecto de la sexta oleada de la COVID-19 dejó a ambas escuadras en cuadro. Especialmente remarcable fue la situación en la portería vitoriana, ya que el nuevo técnico no pudo alinear ni a Fernando Pacheco ni a su suplente, Antonio Sivera. Tuvo que ser el joven del filial Jesús Owono, formado en la Real Sociedad, el que defendería los tres palos de Mendizorrotza en su debut con el primer equipo del Alavés.
Los problemas siguieron durante el calentamiento. Joseba Zaldua, anunciado en el once titular de Alguacil, sufrió una lesión que le impidió saltar al césped con sus compañeros. Zubeldia sería el encargado de ocupar su puesto.
Por si esto fuera poco, apenas 120 segundos después del inicio del encuentro, Ander Barrenetxea se dolió de los isquiotibiales mientras defendía un balón de Martín Aguirregabiria. El joven extremo tuvo que ser retirado del terreno de juego en camilla, bañado en un mar de lágrimas.
Érase una vez un Portugués y un belga
Si bien fue el Deportivo Alavés el equipo que atacó primero, con un disparo de Luis Rioja al lateral de la red a los 50 segundos del comienzo, la Real Sociedad no tardaría en demostrar por qué llegó a ocupar el liderato de la competición. Una pared dejó vía libre a Portu para que corriera por la banda; al llegar al vértice del área, vislumbró el desmarque de Januzaj a su izquierda y el belga, al encontrar el espacio, probó fortuna desde la media luna. No obstante, Mamadou Loum estuvo muy atento para poner el pie justo en el instante decisivo y evitar que se generara peligro.
La siguiente jugada la protagonizaron los mismos hombres, pero contaron con un socio de lujo. David Silva hizo un nuevo truco de magia en el centro del campo, cargando a sus espaldas hasta a tres contrincantes, lo que facilitó el desmarque de Portu. El ‘7’ penetró en el área, llegó hasta la línea de fondo y esperó a que Owono saliera a bloquearle. La defensa quedó impasible, marcándolo con la mirada. Fue en ese momento que vio a Januzaj solo, le pasó el balón y este solo tuvo que empujarlo ante un portero ya batido. Los txuri urdin se adelantaban en el marcador.
Mendizorrotza no se arruga
Poco a poco, la presión se iba acercando a la portería defendida por Remiro. Luis Rioja, con una volea lejana que salió lamiendo la cruceta, y Joselu, al rematar de cabeza un centro de Martín, se encargaron de advertir al guardameta navarro, pero fue una falta directa la que hizo enmudecer Mendizorrotza. La finta, el toquecito y Joselu Mato. Un disparo que sortea la barrera. Un balón que rebota en el suelo antes de llegar al área chica. Y una parada de mérito de Remiro con la yema de sus dedos. Los aficionados del ‘glorioso’ ya estaban a punto de celebrar el empate, pero tuvieron que guardar el champán y el matasuegras.
Los de Imanol Alguacil tampoco querían dejarse remontar. En medio de la odisea, David Silva probó fortuna con un par de ocasiones. La más clara, la segunda, cuando Owono desvió con su pierna zurda un disparo de Isak y el esférico cayó en las botas del canario. Con todo de cara para anotar, chutó demasiado alto. El sueco no quería ser menos y sería el otro gran protagonista donostiarra previo al descanso. Recibiendo en el flanco izquierdo, superó a su marcador por velocidad y encaró al debutante portero, pero su misil a bocajarro impactó de lleno en el poste. Se quejó de que Laguardia le había empujado en el momento del remate. El colegiado Del Cerro Grande no vio nada.
La última gran ocasión de la primera mitad la tuvo Víctor Laguardia. Luis Rioja picó una falta, el capitán puso la testa, Remiro quedó inmóvil y el balón salió lamiendo la madera. Fue el capitán babazorro el que superó la línea de gol al caer en plancha. La suerte no le quiso sonreír.
Pena máxima
La reanudación empezó mucho más letárgica que la primera mitad. Fue la Real Sociedad la primera que generó peligro con una circense combinación entre Isak, Januzaj, Diego Rico, Portu y Mikel Merino que transportó el balón desde el flanco izquierdo hacia el punto de penalti. Sin embargo, el ’19’ sueco no pudo impactar y Jesús Owono desbarató la aproximación. Y de la nada, vino el empate.
Llegados al minuto 56, Miguel de la Fuente e Igor Zubeldia disputaban el balón tras un centro lateral. El central atropelló a su marcaje siquiera antes de que la pelota llegara a su posición. El árbitro lo tuvo claro: la agresión había sido intencionada y era sancionable con tarjeta amarilla y penalti. Con toda la calma del mundo, Joselu engañó a Remiro y marcó. Sin hacer mucho ruido, la ‘X’ volvía al marcador de Vitoria-Gasteiz.
Con la excepción de una aislada oportunidad de Mikel Merino, la segunda mitad fue un monopolio babazorro hasta llegar a los últimos diez minutos del tiempo reglamentario. Joselu y Édgar Méndez fueron un dolor de cabeza para la defensa donostiarra; Lejeune asustó al picar una falta que salió cerca de los dominios txuri urdin y Mamadou Loum se ocupaba de no dejar libertad a las ofensivas visitantes. Luis Rioja la tuvo en la última ocasión del duelo, pero Remiro impidió la remontada.
El partido terminó con empate a uno. Los dos conjuntos demostraron en la primera mitad que querían reencontrarse con el triunfo y disfrutaron de múltiples ocasiones. Januzaj abrió la lata, pero un penalti transformado por Joselu en la reanudación premió los esfuerzos locales y certificó las tablas. De esta manera, los babazorros siguen en decimoctava posición, con 16 puntos, igualados con el Elche, el equipo que marca la salvación. Por su parte, la Real Sociedad se irá a cenar sexta, con 30 puntos.