Guía Bundesliga 2022-23: Borussia Dortmund

A poco de comenzar un nuevo año futbolístico, el Borussia Dortmund parte con la primicia de recuperar su mejor versión. Y es que la temporada 2021-22, a pesar del positivismo que generó el arribo de Marco Rose al banquillo, acabó en una frustración profunda. Solo los vaivenes de sus competidores (incluyendo al Bayern Münich) permitieron a los ‘borussers’ afianzarse en lo alto de la Bundesliga rápidamente. Ya en Europa, resultó inevitable ocultar sus falencias. Las fugaces eliminaciones de la Champions League, en fase de grupos, y la Europa League, en dieciseisavos contra el Rangers (4-6 global) son clara prueba de ello.

Igualmente duro significó no poder retener la corona en la Pokal, al ser apeados (2-1) por el St. Pauli en octavos. En el mes de enero, los ‘negriamarillos’ solo jugaban por el campeonato local. El desequilibrio en la confección de la plantilla -fuerte arriba, mas endeble atrás- y el desnivel dentro del equipo definieron su fatal campaña. Asimismo, las lesiones (en especial la de Haaland: 16 partidos fuera) tampoco ayudaron a que el ‘BVB’ pueda competir en plenitud. Aun con todos esos inconvenientes, se logró el segundo puesto en liga con zozobra. Sin embargo, salvo algunos chispazos, el Dortmund nunca estuvo a la altura de las circunstancias. Toca lavarse la cara.

Actualidad

A una década de su última ‘ensaladera’ obtenida gracias a Jürgen Klopp, el Borussia Dortmund apura por tener un proyecto sólido. Lamentablemente, no lo ha conseguido con los entrenadores que fueron sucediendo al carismático preparador alemán. Tal y como ocurrió con Marco Rose, Thomas Tuchel, Peter Bosz, y Lucien Favre dejaron una imagen ajena a lo que sus figuras enaltecían en un principio. Ninguno pudo exprimir todo el potencial de un colectivo con jugadores talentosos. Al menos, consiguieron generar rédito al club: 697.65 millones de euros, el tercero con más ingresos desde 2015. Empero, la inconsistencia ha impregnado en lo deportivo por largo tiempo.

Así las cosas, fluctuando entre campañas notables y otras de plena irregularidad, Hans-Joachim Watzke, CEO, y Sebastian Kehl, director deportivo, han decidido darle un rumbo claro al equipo. Y su primer paso fue ‘repatriar’ a Edin Terzic como entrenador del Dortmund. “Un nuevo comienzo deportivo”, según alegó la directiva, que estaba destinado a darse inevitablemente con la salida de Erling Haaland (por 60 millones al Manchester City). Aunque la venta de su antigua estrella ha permitido, igual que en años previos, destinar las ganancias en reforzar el plantel. Esta vez, enfocándose en blindar las dos líneas que más hicieron mella la campaña anterior: la defensa y la delantera.

Sin salirse de su tradicional adquisición por ‘perlas’, el Dortmund apuesta también por gente contrastada. De esta forma, junto los prometedores Karim Adeyemi (30 millones), Nico Schlotterbeck (20 millones) y Salih Özcan (5 millones), han llegado futbolistas de alto caché como Sébastien Haller (31 millones) y Niklas Süle (libre desde el Bayern Münich). Con estas nuevas fichas, el subcampeón alemán da un salto cualitativo y competitivo tremendo para luchar por sus objetivos. No obstante, el punta marfileño, al que hace unos días extirparon un tumor testicular, será baja por el resto del año. Por lo tanto, el mercado aún no está cerrado: hace falta un ‘9’.

Entrenador

Lejos de grandes nombres o promesas de los banquillos, Edin Terzic retoma los mandos del Borussia Dortmund dispuesto a continuar el trabajo que dejó pendiente. Con la confianza absoluta de la cúpula directiva, el alemán vivirá su segunda etapa como entrenador ‘borusser’ tras el despido de Lucien Favre a mediados de la 20-21. En aquella campaña, dirigió 32 encuentros con resultados positivos (20 triunfos, 4 empates y 8 derrotas) que aseguraron al equipo el tercer puesto. Sin embargo, lo más importante fue que cosechó grandes éxitos sin que nadie lo esperase.

Alcanzó los cuartos de final de la Liga de Campeones, cayendo (4-2 global) ante el Manchester City, y acabó dando al club la sexta Pokal de su historia, al ganar (1-4) al Leipzig en la final. El mejor CV que alguien podía presentar. Aunque si por algo también fue escogido el exjugador, es por conocer cómo funciona el Dortmund de pies a cabeza. Terzic comenzó de scout en 2010 y, con los años, fungió como segundo entrenador en todas las categorías inferiores de los de Westfalia. Luego de una aventura en el Besiktas (2013-15) y West Ham (2015-17) al lado de Slaven Bilic, Favre lo trajo de regresó a ‘casa’ en 2018. Ese sentido de pertenencia ha sido su principal aval.

Sebastian Kehl, excapitán y nuevo director deportivo, aseguró que solo iban a estrechar lazos con gente que tenga identificación con el ‘BVB’. Por ello, el entendimiento del club y confianza con la plantilla que tiene Terzic lo hicieron el candidato perfecto. Además, sus habilidades de estratega (fiel creyente del ‘Umschaltmomente’: darle valor a las acciones y reacciones en los cambios de transición) y manejo en contextos de crisis que resultan preciados. En esta etapa de transición y cambio de filosofía, darle las riendas al nacido en Menden augura un futuro resplandeciente.

Estrella

Reconocido por propios y extraños como uno de los grandes futbolistas del siglo, Marco Reus es leyenda viviente del Borussia Dortmund. En un fútbol donde cada vez quedan menos jugadores románticos, el alemán se mantiene fiel al ‘amor de su vida’. Es así que, tras cargarse el equipo durante casi toda la temporada pasada, el capitán deberá ajustar su cinta nuevamente para liderar esta enésima etapa de transición. Ya no están Haaland ni Sancho, pero en su momento se marcharon Lewandowski y Götze, primero, y Aubameyang y Mkhitaryan, después. Da lo mismo. Él seguirá simbolizando la estela de esperanza en el Signal Iduna Park, donde lo tienen en un pedestal con justicia.

Lejos del extremo o segunda punta que solía encandilar con cada galopada, su reconversión a ’10’ mantiene vigente la jerarquía y el desequilibrio del canterano ‘borusser’. La clarividencia, técnica y sentido del juego lo vuelven el eje de todas las progresiones del ‘BVB’. No obstante, aun siendo pasador, conductor o lanzador, el bueno de Marco sigue fresco en el último tercio: anotó 13 goles y repartió 19 asistencias en la 21-22. Cifras que, en primer lugar, le permiten ubicarse como el mejor asistidor (115) del Dortmund en general y, en segundo punto, lo acercan al  goleador histórico, Michael Zorc. Con 153 tantos, el germano está a tiro de los 159 del exjugador.

En lo que será su undécima temporada desde su regresó al club de sus amores, el ex del Borussia M’Gladbach, asimismo, puede engrandecer su historia entrando en el privilegiada lista de jugadores con más presencias del Dortmund. Hasta ahora, suma 356 partidos y, si nada raro ocurre, desbancará a Marcel Schmelzer (367) del top-10. Aunque el oriundo de Dortmund preferiría inmortalizarse en los anales de la entidad conquistando esa Bundesliga que tanto se le resiste. No hay hincha ‘negriamarillo’ -ni nadie en general- que no quiera ver a Reus levantar el máximo entorchado alemán. A sus 33 calendarios, el deseo persiste y luchará, junto a sus pares, por ganarlo.

Sistema de juego

Reencontrándose con casi el mismo equipo que dejó hace dos temporadas, ha sido sencillo para Terzic retransmitir su ideario a los futbolistas. El técnico también recupera el 4-2-3-1 que asentó en su primera etapa. Asumiendo desde el primer día, ha podido confeccionar la plantilla y trabajar en detalle con los hombres que ha tenido a disposición. Así, la alineación del Borussia Dortmund es la siguiente:

Kobel – Meunier, Süle, Schlotterbeck, Guerreiro – Bellingham, Dahoud – Adeyemi, Reus, Malen – Haller.

A primera vista, cambian apenas los nombres en relación a lo que fue el once tipo que usó en la 20-21. No obstante, igual lo hacen los perfiles que maneja y, por ende, los roles, funciones y alternancias a emplear en el esquema. Y lo mejor es que para bien. Kobel -cuarto arquero que menos encajó por partido (1.3)- continuará siendo el titular. Estará ahora mejor resguardado, eso sí, por dos refuerzos de fiar: Süle y Schlotterbeck. Al criterio con la pelota y sentido de posición, ambos zagueros le agregan rudeza en los duelos y anticipos.

En los laterales, sigue el mismo par. Si bien Guerreiro y Meunier son verticales y les gusta pisar el área, su contribución es distinta. Mientras el luso participa en la construcción e hila acciones de juego, el belga destaca más por su capacidad de sorprender y finalizar acciones (centro o tiros). Ayuda tener un mediocampo jugón e intrépido. En ese sentido, Dahoud es bastante posicional, pero aporta en fase asociativa y con pelotas limpias. Bellingham, por contra, es un ‘box to box’ moderno: no solo es un llegador, sino omnipresente en todo el rectángulo de juego.

Esto le facilita mucho la tarea a Reus. Lejos de desequilibrar por velocidad y fintas, ahora el germano lo hace desde el pase. No hay ataque que no pase por sus botas. Y de eso se benefician los atacantes. Adeyemi y Malen, en un principio, parten como ‘falsos extremos’, puesto que su iniciativa parte de realizar rupturas electrizantes hacia el área (en especial el alemán). Aunque ambos podrían alternar la posición de ‘9’. Haller, la referencia ideal del elenco, estará ausente por buen tiempo, lo cual llevará a que alguien más ocupe su lugar. Esto abriría las puertas de la titularidad a jugadores como Can (pivote), Brandt (conductor) o Reyna (este del gusto del entrenador).

Aspecto positivo

• Dinamita: Tal vez Haaland se marchó (y con él sus 85 anotaciones en 88 partidos), mas eso no quiere decir que al Borussia Dortmund le hará falta goles. Adeyemi y Haller han acudido al llamado. Los 23 y 34 tantos que el joven alemán y el marfileño marcaron el curso pasado, respectivamente, garantizan que la delantera está en buenas manos. A su vez, Reus (13 anotaciones en la 21-22), Malen (9), Brandt (9), Hazard (6) y Bellingham (6) aportan su granito de arena a la cuota goleadora. Hay munición de sobra.
• Revitalidad: De 2013 hasta la actualidad, se ha hecho un gasto de 821.5 ‘kilos’ para armar una escuadra que intente ponerle fin a la hegemonía del Bayern Münich. Entre aciertos y fiascos, los cierto es que el equipo de Westfalia necesitaba sangre nueva para seguir persiguiendo su objetivo. Es así que, con los nuevos fichajes realizados, no solo ganan talento, alternativas y juventud, sino también ambición y aceración a una plantilla que de por sí es de élite.
• Juventud a la orden: Ese anhelo por recuperar la gloria perdida lo tienen bien inculcado los moceríos del grupo. Liderados por Bellingham (19 años), nombrado tercer capitán, Moukoko (17), Malen (23), Reyna (19), Passlack (24), Morey (22) y Kobel (24) encarnan a la perfección ese hambre de revancha. Esta temporada, la ‘pandilla’ se hace más grande con las llegadas de Adeyemi (20), Bynoe-Gittens (17), Özcan (24), Schlotterbeck (22), Rothe (17) y Lotka (21). Todos tienen un gran futuro por delante y así lo han demostrado previamente. Los jóvenes ‘borussers’ están más que listos para la acción.

Aspecto negativo

• Defensa de papel: Como se mencionó antes, el club se aseguró de acorazar las posiciones que más debilitadas se encontraban. Dejando de lado el ataque, la zona defensiva urgía de retoques profundos. La temporada pasada, los ‘negriamarillos’ vieron su portería vencida 72 veces. Solo Hertha Berlín (76) y Greuther Fürth (84) tuvieron un peor registro negativo de tantos encajados. Es más, haciendo un balance de las últimas cinco campañas, era evidente que debía haber un borrón y cuenta nueva en la retaguardia: 63 goles en contra por curso. Una cifra deshonrosa. Está en manos de Süle y Schlotterbeck metamorfosear las cosas.
• Desaprovechar el subidón: Coincidencia o no, cada vez que el Dortmund inicia una nueva era se sigue el mismo patrón: encandilar a propios y extraños para acabar quedándose con las manos vacías. Con Tuchel (en la 15-16), Favre (18-19) y Rose (21-22), el campeonato era una realidad, pero tropiezos y falta de carácter en la recta final les penalizaron. La única excepción a la regla es Bosz, únicamente porque este fue despedido a mitad de la 17-18. De repetirse la situación, Terzic deberá sentar la cabeza de sus muchachos para evitar repetir malas experiencias.
• Enfermería llena: Si algo ha condicionado al ‘BVB’ los últimos años, definitivamente ha sido la gran cantidad de lesiones. Reus es el claro ejemplo de ello. Sin embargo, el curso pasado, estas facturaron más de la cuenta a un plantel de por sí descompensado. Sean por golpes, fracturas o enfermedad (como es el caso de Haller), es rutinario que cada jugador esté fuera al menos un partido. En ese sentido, mejorar la preparación física, acondicionar mejor los entrenos y diagnosticar buenos tratamientos se vuelve de máxima prioridad.

Historia en liga

Fundado en 1909 por un grupo de católicos rebeldes en un bar, el Borussia Dortmund es sin duda alguna uno de los grandes equipos por antonomasia de Alemania. Con 57 temporadas en la élite y 22 títulos reluciendo en sus vitrinas (8 Bundesligas, 5 Pokal, 6 Supercopas de Alemania, 1 Champions League, 1 Recopa de Europa y 1 Intercontinental), hablamos de una eminencia del fútbol mundial. Condición que fue ganando en cuanto comenzó a competir en las antiguas Gauligas nazis y, acabada la II Guerra Mundial, en las emergentes Oberligas.

Miembro fundador de la Bundesliga en 1963, los ‘borussers’ han tocado tanto el cielo como el infierno. Tras sumar grandes actuaciones con Hermann Eppenhoff y Will Multhaup a los mandos, descendería en la 1991-72. Una situación peor ocurriría dos décadas después. Al culmino de su época dorada en los 90’s e inicios de los 2000, de la mano de Ottmar Hitzfeld y Matthias Sammer, reconquistando su territorio y proclamándose campeón de Europa, la bancarrota acecharía al club en 2005. En serio riesgo de desaparecer, la milagrosa llegada de Jürgen Klopp devolvió a los de Westfalia los galones perdidos bajo un estilo –Gegenpressing- que hasta nuestros días causa furor.

En lo alto de la clasificación histórica del fussball y con mas de 157 mil socios, solo superado por el Bayern Múnich y el Schalke 04, el ‘BVB’ no tiene nada que envidiarle a sus máximos rivales. Su centenaria historia se cuenta a través de los éxitos que ha obtenido y los grandes jugadores que han tenido. Michael Zorc, Sebastian Kehl, Roman Weindenfeller, Mats Hummels, Robert Lewandowski, Andreas Möller, Lars Ricken, Adi Preissler, Erling Haaland o Marco Reus, son algunos que, vestidos de negro y amarillo, han puesto a la institución en la cima.

Estadio

El Signal Iduna Park no necesita presentación. También conocido por su nombre de pila, Westfalenstadion, este monumento es un emblema tanto del fútbol germano como del balompié mundial. Las obras para su creación comenzaron en 1970, cinco años después de que el ayuntamiento de Dortmund planeara la construcción de un estadio que sea una de las sedes del Mundial de Alemania 1974. De esta forma, el 2 de abril del mismo año, nació el coloso más grande del país germano (el tercero en Europa tras el Camp Nou y el Santiago Bernabéu).

Aunque esa distinción se debe a las varias ampliaciones que ha sufrido durante el tiempo. La última, en 2004 previo al Mundial de Alemania 2006. Con un aforo 81.365 (60.099 en partidos internacionales), el feudo ostenta la máxima categoría UEFA. Algo que sobra decir dado el efervescente ambiente que se vive en cada partido de Bundesliga, así como de la Champions League, Europa League y la Selección de Alemania. Por ello, no es raro que haya recibido grandes eventos a nivel de clubes y de naciones: la final de la Europa League 2000-01, las dos Copas del Mundo antes mencionadas y, próximamente, tendrá presencia en la Eurocopa de Alemania 2024 (albergará seis partidos).

Y es que la garantía de lleno total en la casa del Borussia Dortmund es un hecho rotundo. En la temporada 2011-12, este albergue estableció el récord de asistencia promedio con 80.588 asistentes por partido. No por nada, la aglomeración de sus hinchas, en su grada sur, da forma al famoso ‘Muro Amarillo’ Patrocinado por Signal Iduna, quien da nombre al campo desde 2005 y lo seguirá haciendo hasta 2031, la reciente medida anunciada por UEFA, permitiendo a los fanáticos poder mirar los encuentros de pie, permitirá al club incrementar su capacidad. De esta forma, podremos ver en todo su esplendor como luce esta obra arquitectónica en su totalidad.

Aspiración

Volviendo a despertar pasiones y mucho interés en toda Alemania, el Borussia Dortmund tiene su hoja de ruta marcada: dar el máximo en cada torneo. A medida de que en los despachos se van colocando las bases para crecer deportiva e institucionalmente, los de Renania del Norte son conscientes de que su inversión realizada debe plantar cara desde ya. Tampoco hasta al punto de estar obligados a ganarlo todo, pero sí de ser un incordio para cualquier oponente. Tanto en Bundesliga como en Europa.

En ese sentido, acabar en el podio a final de temporada es insuficiente. Este curso, el ‘BVB’ debe volver a ser la amenaza número uno del Bayern Münich. Su eterno rival igualmente se ha reforzado, pero la marcha de Lewandowski pesará tarde o temprano al actual soberano germano. Aún siendo pronto para presagiar un mano a mano, lo que no está en discusión es que deberán pugnar por el trofeo lo más que puedan. Todo dependerá de la regularidad, entereza y fe que manifiesten en el campo.

En lo que a la Champions League respecta, la bochornosa eliminación en la liguilla pasada (en un grupo con Ajax, Sporting Lisboa y Besiktas) queda como un doloroso precedente. Ahora, la cuestión se centra en volver a la ronda de los dieciséis mejores y de ahí ver qué pasa. Eso sí, ante tanta impredecibilidad -más en el torneo de las estrellas-, se deberá escalar de a pocos. Si Terzic logró llevar a unos ‘borussers’ con muchas fisuras y bajas hasta los cuartos de final en la 20-21, se puede augurar por repetir el mismo papel. Hay equipo como para lograrlo.

Foto: Borussia Dortmund

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