El Manchester City derrotó en el Pizjuán a un Sevilla que continúa con su malas sensaciones de inicio de campaña. Esta vez ante un rival de gran entidad como los ingleses el equipo de Lopetegui no fue capaz de tirar una sola vez a portería. Haaland, que ha empezado su andadura de manera inmejorable con los sky blues, marcó dos goles. Otros dos tantos obra de Foden y Rúben Dias cierran un marcador doloroso para una hinchada molesta con el rendimiento de su equipo.
Salía Julen Lopetegui con un planteamiento de claro corte defensivo. Con un doble lateral izquierdo formado por Acuña y Telles (este último más adelantado), los andaluces buscaban protegerse de la pareja De Bruyne-Haaland. Un perfil con el que no contó el entrenador vasco fue el de un delantero centro puro. Isco asumió la labor de falso nueve en un equipo sin Rafa Mir ni el recién llegado Dolberg. Ambos tendrían que esperar su oportunidad en el banquillo.
El encuentro comenzaba con lo que parecía un momentáneo control del Sevilla, que no le permitía jugar el balón a los ingleses tal como estos deseaban. Fueron unos primeros minutos de calma tensa en los que los hispalenses mantuvieron a raya al equipo ‘citizen’. Sin embargo, no duraría demasiado y poco a poco los celestes fueron ganando peso en el partido.
A pesar del buen hacer inicial de los de Lopetegui, el City no tardaría en poner el primer tanto en el luminoso. En el minuto 20 Foden servía un esférico hacia la línea de fondo para De Bruyne, que encontraba en el corazón del área a Haaland -quién si no-. El noruego, perfectamente desmarcado, remató sin oposición y confirmó una vez más su buena relación en el campo con su compañero belga.
Tras el gol el Manchester City se encontró mejor. A través de la posesión, su mejor arma, los de Guardiola mantuvieron a raya al Sevilla y tuvieron alguna oportunidad más de ampliar su ventaja. Haaland y De Bruyne seguían haciendo de las suyas y a los sevillistas no les quedó otra que achicar agua como pudieron.
Justo antes del descanso parecieron desperezarse un poco los de Nervión. Una buena combinación por la derecha finalizaba con un pase de Delaney al Papu Gómez. El argentino golpeó con toda la intención pero su disparo se marchó alto. Sería la mejor combinación de los hispalenses en la primera mitad.
Tras el paso por los vestuarios Lopetegui decidió mover el banquillo e introducir una referencia arriba. Salían Delaney y Rakitic para dar entrada a Jordan y Rafa Mir, que se situaba en la posición de ‘9’. Aún así, quien tuvo la primera oportunidad clara al poco del pitido del italiano Massa fue el City. El balón le llegaba a De Bruyne, que se quedaba solo frente a Bono. El portero resolvió la acción de forma soberbia desviando el golpeo raso del belga a córner.
Los sevillanos mejoraban en cuanto a propuesta. Más dinámica y con intención de probar a Emerson. Pero este Manchester City es mucho equipo y lo demostró. A punto de llegar al 60′ de partido Phil Foden se inventó una genialidad. Supo parar el tiempo ante los defensas para amagar y buscar el hueco necesario para encontrar la portería. El balón entró pegado al palo, imposible para Bono. Golazo del joven inglés.
El City no bajó el pie del acelerador y continuó aprovechando las fisuras en la defensa local. Nueva jugada de ataque comandada por Foden, que golpeó a portería desde la frontal. El portero marroquí paró el avance del esférico pero su rechace quedó franco para Haaland, que de nuevo pudo rematar a placer.
Con el choque visto para sentencia Guardiola empezó a hacer cambios y sacó del partido a Foden, Haaland y De Bruyne. A partir de ahí el Sevilla pudo respirar tranquilo y disfrutar de unos últimos minutos de mayor tranquilidad en defensa, aunque nada impediría el cuarto gol de Rúben Dias, que acabó de encender a la grada. En ataque, los de Lopetegui no tiraron ni una sola vez entre los tres palos. Así todo es más difícil. Al final, partido sencillo para un Manchester City que reafirma su favoritismo dentro del grupo G.