El Mönchengladbach se da un festín

El Borussia M’Gladbach hoy se levantó con el pie derecho en la novena jornada de la Bundesliga 22-23. Entre su clásica irregularidad evidenciada cada fecha, a los ‘potros’ esta vez les toco cal y no arena. Exhibieron un buen juego y sacaron jugo a las situaciones que cayeron de su lado para apabullar (5-2) a un digno Colonia. Aunque sus desconciertos durante tramos del juego bien pudieron arruinarles el día. El mensaje es claro.

Duelo de ajedrez

Pasar de golear (3-0) al Leipzig a ser sobrepasado (5-1) por el Werder Bremen quiere decir que algo raro está pasando. No obstante, tratándose del Borussia M’Gladbach la cosa ya ni sorprende. Se ha convertido este equipo en uno entretenido y activo, pero también indescifrable. Por esto, quizás existía su necesidad de romper malos hábitos. Y que mejor que un derbi ante el Colonia para empezar a trazar un sendero recto. Por fútbol, calidad de jugadores e idea, la cuestión era clara. Cabe tener en cuenta, por otro lado, que las ‘cabras’ son un colectivo más empleado y competitivo, por lo que en este cruce de fuerzas parejas, era difícil dictaminar quién tenía ventaja. Para resumir cuentas: como si de un juego de ajedrez se tratase, Farke y Baumgart tenían todo estudiado a la perfección.

El ‘Gladbach’ era más propositivo y activo, mas su contrincante encontraba formas de frenarlo. Los ‘potros’ requerían una jugada que el Colonia no tuviera prevista y que mejor que su destreza aérea. En un corner, Friedrich metió un testarazo imparable que parecía asentar a su equipo (27′). Lastimosamente, hablamos del Mönchengladbach. Tras la apertura del marcador, el partido se rompió y la locura reinó. Al instante, Hofmann golpeó sin prevención a Kainz dentro del área y este mismo transformó el penal consecuente (35′). Lo insólito fue que el austriaco devolvió gentilezas al alemán con un codazo en su propia zona. En su caso, su castigo fue triple: expulsión (por doble amarilla), Bensebaini transformando la pena (45+2′) y justo en el epílogo del primer acto.

‘Potros’ alzados

Caprichos del fútbol aparte, lo cierto es que los ‘borussers’ veían apremiadas su tarde. El inmenso esfuerzo y trajino realizado para estar por delante no era para liarla esta vez y Stindl, con un bombazo nada más volver de camerinos, se encargó que así sea (47′). A partir de entonces, solo hubo un equipo. Imponiéndose desde todos los aspectos de la presión, saltando líneas y alturas mediante intercambio de posiciones y progresando profundamente, el ‘Gladbach’ desquició al Colonia. La visita no solo estaba sin su mejor activo ofensivo, sino que perdió toda una estructura. Weigl, Koné y Hofmann se salían ante tanta facilidad para producir chances de gol. De no ser por los fallos de Thuram delante del arco, el clásico de ‘Rheinisches’. La cosa comenzó a pesar conforme pasaba el tiempo.

Porque ser infinitamente superior está bien mientras hinchas el casillero, pero no si titubeas en demasía. Entre quejas de su afición y su entrenador, Bensebaini se puso el moño. Desde banda izquierda, inició una jugada que acabó con Hofmann colocando un pase de la muerte desde el flanco derecho del área y el argelino solo empujó la pelota (76′). La historia hubiera estado finiquitada entonces si es que su determinación y concentración fuera constante. En una incursión tímida, Huseinbasic anotó el descuento para el Colonia (86′). Meritorio para un conjunto que luchó hasta la sentencia decisiva. Una cachetada de Thuram que terminó por disolver ciertas dudas y extasiar al Borussia-Park de una vez por todas (90+1′). Malos tragos aparte, no hay duda de que el M’Gladbach merecía darse este festín.

Foto: Borussia Mönchengladbach

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