Ghana quiere avanzar a octavos de final. En un nuevo partido loco y valiente como el que protagonizó contra Portugal, la selección de Otto Addo, volvió a protagonizar una montaña rusa. Se puso por delante, vio como le empataban y casi remontaban, para después, volver a adelantarse y resistir el asedio coreano hasta el minuto 100 de forma estoica y heroica. Una victoria que le permite inaugurar su casillero de puntos y depender de sí mismo en la última jornada contra Uruguay. Todo lo contrario que el combinado surcoreano, que deberá vencer a Portugal y esperar.
De mano, el dominio del encuentro fue coreano. Los de Paulo Bento buscaban las cosquillas a una Ghana voluntariosa, pero a veces anárquica y que por su ímpetu ofensivo se descuidaba en otras labores. Pero los ghaneses ya demostraron frente a Portugal tener eso que se llama efectividad. Cuando llegan no suelen perdonar y es lo que ocurrió. Córner superado el ecuador del primer tiempo y Salisu cabecea a la red. Pero no se quedaron ahí, porque apenas diez minutos después y cuando Corea parecía haberse recuperado del golpe, Kudus cabeceó otro centro, de Iñaki Williams, para poner el 0-2.
Ahora sí que Corea no se recuperó hasta el descanso, pero tras el mismo tocó a rebato. Se fue con todo a por la remontada y aunque de primeras no creaba peligro, todo cambió con la entrada de Kang-In Lee. El jugador del RCD Mallorca asistió a Cho Gue-Sung en el primer balón que tocó. El delantero de 24 años cabeceó abajo imposible para Zigi y puse el 1-2. Ghana le temblaron las piernas y solo tres minutos, el mismo rematador volvió a batir al portero ghanés para poner el 2-2. El partido se volvió loco por completo.
Porque ahora los de Paulo Bento veían que podían remontar y no cesaron en el empeño. Ni buscaron especular, ni contemporizaron y eso también le permitió a Ghana encontrar una vía de escape. Porque no necesitaron más. En lo que fue su primera ocasión de la segunda parte, Mensah centra, Iñaki Williams falla en el remate, pero Kudus no. El jugador del Ajax chuta cruzado para poner el 2-3, que sería a la postre definitivo. Porque por increíble que pareciera, el marcador no se movería más.
Y no sería porque Corea del Sur no lo intentó, porque lo buscó con todo lo que tuvo y más. Pero entre su falta de acierto, las paradas de Zigi y el que Ghana se defendió como gato panza arriba de sus constantes ataques, aguantó y se llevó tres puntos más que vitales en su lucha por pasar a los cruces. Esos tendrá que buscarlos frente a Uruguay el viernes.