Corea del Sur logra el milagro

Portugal arrancaba el partido con la tranquilidad de haber comprado el bitllete a octavos tras cumplir con creces ante Uruguay y Ghana, pero también con la necesidad de asegurar el primer puesto para así evitar supuestamente a Brasil en octavos. Para el duelo, Fernando Costa dejó en el banquillo a titulares como Ruben Dias, Bernardo Silva, Bruno Fernandes y Joao Félix. Por su parte, los asiáticos necesitaban si o si una victoria para acompañar a los lusos y esperar el empate o la victoria de Uruguay en el otro partido del grupo. Hasta la fecha, las actuaciones del cuadro de Castro Costa habían sido buenas, aunque no habían obtenido más que un punto.

Los goles no se hicieron esperar en Al-Rayyan. A los 5 minutos de juego y todavía con Corea asentándose, Portugal abrió la lata con el gol de Ricardo Horta. Un gran slalom por banda derecha del lateral del Manchester United Diogo Dalot precedió un pase hacia el interior del área que sirvió a Ricardo Horta para superar a Kim Seung-Gyu. El tanto supuso un jarro de agua fría para los surcoreanos, que ahora se veían obligados a remontar el partido para seguir teniendo opciones.

Aun consciente que solo le valía la victoria, Corea no se precipitó. Los coreanos siguieron con su plan previsto, saliendo desde atrás y encontrando constantemente al pivote Woo-Young que solía estar liberado para de esta manera lanzar los ataques por banda. Heung-Min Son lo intentó en varias ocasiones a través de internadas desde la banda izquierda pero sin acabar de concretarse en disparos peligrosos. Fue en el minuto 27 cuando un córner botado en corto tocó en la espalda de un Cristiano Ronaldo desorientado, y el balón se quedó muerto en el área pequeña a la espera de que el central Kim Young-Gwon lo empujara para mantenir vivas las esperanzas coreanas.

Los de Fernando Santos, groguis después de ver como se les torcía el encuentro, volvieron a coger el timón gracias al buen hacer de los hombres de mediocampo. Rúben Neves, Vitinha y Matheus Nunes pusieron sobre la mesa un fútbol muy vistoso y rápido, desplegando el equipo por las bandas y hasta atreviéndose con disparos lejanos. La oportunidad más clara para deshacer las tablas la tuvo Cristiano Ronaldo, quien no dirigió bien un cabezazo tras el despeje del portero Kim Seung-Gyu. De esta manera, el partido llegó al intermedio.

Tras la reanudación, el partido prosiguió como había terminado. Portugal continuó con la posesión acampando en campo ajeno gracias en gran parte a Vitinha, que jugó con la pelota en los pies y la brújula en la mano. Corea pareció aceptar el guion propuesto por los los lusos, aguantando las acometidas y explotando la velocidad de Son y del recién entrado Hee-Chan. Cristiano Ronaldo abandonó el terreno de juego en el minuto 65, consciente de su mala actuación. A medida que transcurrieron los minutos, el partido se fue abriendo más y más. Las llegadas de Corea del Sur no eran efectivas, y es que, en su afán por conseguir el ansiado gol, los asiáticos querían llegar con demasiada velocidad a los dominios de Diogo Costa. En el otro duelo del grupo, Uruguay vencía por 0-2, así que a Corea le bastaba solamente un tanto para clasificarse para los octavos de final.

Y cuando el partido parecía abocado al empate y a la eliminación, Corea del Sur encontró el gol en el 90+1′. Heung-Min Son recogió un rechazo tras un córner en contra y se marcó una veloz carrera de 70 metros para plantarse en la frontal y esperar la llegada de Hwang Hee-Chan, que recibió el pase filtrado del jugador del Tottenham y perforó las mallas lusas para desatar la locura en Corea.

Tras la consumición de los 6 minutos de añadido, los coreanos restaron inmóviles sobre el verde esperando que el árbitro pitara el final del Ghana-Uruguay, ya que un gol charrúa dejaba fuera los asiáticos. Finalmente, el resultado restó en 0-2 y el milagro coreano se hizo realidad.