El Madrid tira de talento para derrotar a un Valencia que no se presentó

Como reza el dicho, año nuevo, vida nueva. Así ha sido el arranque de 2013 para el Valencia, que se ha visto envuelto en el enésimo terremoto de la temporada tras el despido de Genaro Gatusso como técnico de la entidad ché. Y en plena vorágine del caos, el conjunto valencianista visitaba el Santiago Bernabéu, en busca de sacar algo positivo de un feudo tan complicado como el merengue.

Y es que en frente tenía a un Real Madrid que tenía la obligación de llevarse la victoria para recortar la distancia de 8 puntos que el Barça había obtenido tras su victoria ante el Betis también en la jornada aplazada.

Los fantasmas de la Real vuelven al Bernabéu

Un partido que arrancó según el guion esperado: con un Madrid con mucho balón, y mordiendo en campo contraria cuando el dominio le pertenecía al conjunto ché. Tal fue así, que los de Carlo Ancelotti no tardaron ni tres minutos en apuntarse la primera del partido. Luka Modric rompió la línea de la medular visitante, y colocó un balón filtrado a un Asensio que, con su pierna menos hábil, no acertó a superar a Mamardashvili.

Un dominio que, por momentos, logró embotellar a un Valencia, que intentaba sacudirse la presión local al contragolpe, sin mucho resultado. No obstante, con el paso de los minutos, el conjunto valencianista logró igualar las fuerzas, saliendo de su campo con más clarividencia que en los primeros compases.

Alcanzado el primer cuarto de hora de juego, ambos equipos se repartían la posesión, pero sin ningún acercamiento claro al área rival. Pero tras esos minutos en los que el balón no tuvo dueño, el Madrid volvió a dominar la pelota. Y nuevamente Asensio estuvo a punto de abrir la lata tras una genialidad en forma de taconazo de Karim Benzema, que con una gran acción defensiva, Paulista logró desviar a córner.

Rozando el ecuador, a punto estuvo el conjunto blanco de volver a deshacer el empate inicial, con un balón parado de Asensio que desvió uno de los centrales del conjunto ché, con una pelota envenenada que a punto estuvo de colarse en la portería de Mamardashvili.

Volvería el balear a tener su enésima ocasión de abrir la lata, con un balón lateral que Benzema puso en el punto de penalti. Un balón con el que Asensio, demasiado forzado, no llegó a impactar de forma correcta. El Madrid tenía un dominio absoluto de lo que sucedía sobre el terreno de juego. Sin embargo, al igual que ocurrió contra la Real Sociedad, la pelota no parecía dispuesta a entrar.

No fue solo Asensio quien demostró no estar especialmente fino de cara a puerta. Nuevamente Benzema demostró su clase en la frontal del área ché, filtrando un gran balón para Vinícius, que, en esta ocasión, la mandó directa a los guantes del meta visitante. El Valencia, por su parte, totalmente desconectado de lo que ocurría sobre el verde, no lograba hilar más de tres pasos seguidos.

Tambien Camavinga quiso probar suerte por el costado izquierdo, donde el conjunto blanco le estaba haciendo un auténtico roto al Valencia, pero su golpeo se marchó contra el lateral de la red. Al filo del descanso, el partido se enmarañó tras dos jugadas aisladas en las que un jugador de cada equipo terminó en el suelo.

Justo cuando los últimos segundos de la primera mitad se apuraban, llegó la jugada de la discordia: un córner botado por Toni Kroos terminó con Antonio Rüdiger colando el esférico entre los tres palos. Sin embargo, en la misma jugada, Musah terminó en el suelo tras un choque con Benzema. Un golpe que Alberola Rojas, tras consultarlo con el VAR, fue suficiente para que el gol no subiera al marcador. Y con ello se terminó una primera parte frenética, pero sin goles.

El Madrid presume de pegada en la segunda mitad

La segunda parte comenzó con los mismos protagonistas sobre el verde, y también con el mismo guion: el Madrid volcado para deshacer el empate. Dio el primer aviso Benzema justo tras la reanudación, pero tras el tímido aviso del capitán, el conjunto blanco pasó varios minutos deambulando por la zona de tres cuartos sin encontrar una vía directa hacia la portería ché.

Sin embargo, tanto va el cántaro a la fuente, que no podía ser otro que Marco Asensio el que abriese la lata. Tras un balón largo de Vinícius al que no llegó Benzema, el galo cedió el esférico al balear en el pico del área, y con un zurdazo marca de la casa, puso la pelota en la escuadra derecha de la portería, derribando de una vez por todas el muro visitante.

Un gol con el que, sin saberlo, Asensio destaparía la caja de Pandora. Y es que tan solo dos minutos después, Vinícius agarró la pelota por el perfil izquierdo, y también en una galopada marca de la casa, en la que dejó atrás a Gayà sin demasiadas complicaciones, puso el 2-0 en el marcador.

Con un Madrid desatado, Benzema también quiso unirse a la fiesta. Y tras una gran jugada de Modric, en la que el croata cedió el balón al punto de penalti, el francés remató casi a placer con el guardameta vencido, pero apareció nuevamente Paulista para evitar la goleada en cinco minutos.

A pesar de todo, los de Carletto no bajaron el pistón, y seguían volcados en busca del tercer gol. Por su parte, el Valencia había conseguido, al menos momentáneamente, detener la hemorragia. En una jugada veloz en el área blanca, a punto estuvo de sorprender Marcos André, que no sé marchó muy lejos de la meta blanca.

Con el partido totalmente controlado por el conjunto blanco, Gabriel Paulista perdió los papeles, con una agresión a destiempo sobre Vinícius que le costó la roja directa. El partido, al igual que sucedió en la primera mitad, volvía a calentarse. Y entre tanto, Fede Valverde estuvo muy cerca de aumentar aún más la ventaja para el conjunto blanco.

Ya con las aguas más calmadas, en el tramo final de la segunda mitad, ambos conjuntos parecieron firmar una tregua en la que ambos daban por bueno resultado. Una tregua que dejó un marcador de dos goles a cero, que sirvieron a los de Ancelotti para seguir la estela del Barça, y a los valencianistas para hundirse aún más en la crisis deportiva e institucional que atraviesan.