Con la intriga de saber cuál será el veredicto de los tribunales, la Juventus no se plantea un futuro cercano que no sea seguir puntuando en la Serie A 22-23. Aunque le cueste más en estos días, cuenta con pedigrí de sobra para sobrellevar varios duelos. Incluyendo uno muy disputado ante una Fiorentina a la que no le alcanza ni con amor propio (1-0). Fue un tremendo esfuerzo que les viene ahora que toca jugar la Europa League.
Sin rival
Sobresaturado con tantos inconvenientes dentro y fuera del campo, la Juventus volvió a salir tímido a un partido. Lo aprovechó la Fiorentina a tal punto de instalarse en campo contrario y sin ánimos de retroceder. Sin embargo, lo que pareciera ser una cátedra terminó por ser un espejismo. Tal y como viene la temporada de unos ‘viola’ que carecen de peligro ofensivo y, por ende, es fácil de eludir. Con su rival impreciso, renqueante y nublado, los ‘bianconeros’ recuperaron sus fuerzas con creces. Esa presión hombre a hombre, teniendo superioridad numérica en cada altura y la velocidad en ofensiva los acercaban al gol. Chiesa, en dos embestidas por derecha, asistió a Vlahovic y Kostic, que pudieron marcar de no ser por Terracciano.
Un pequeño intento de Ikoné fue todo de una ‘Fiore’ que parecía animarse a volver a la disputa haciéndose con el esférico nuevamente, mas fue solo un engaño de su contrincante. Y es que no importaba si estuviese en postura ofensiva o defensiva, la Juventus igual era un peligro. Es así que en una internada de De Sciglio al área, Di María colocó un centro perfecto para la aparición de Rabiot al segundo palo. Terracciano volvió a sacar el balón en la línea, pero el reloj del juez determinó que el testarazo del galo era gol (34′). Una vez se trazó el sendero, los de Allegri no necesitaron hacer mucho más. Porque no importaba cuánto estuvieran trajinando los de Florencia, con permanecer compacto, sacar jugo a cada robo y encender propulsores, la ventaja estaba entre ceja y ceja.
Disparo al pie
Ni el descanso pareció cambiar las cosas. Si bien la Fiorentina había salido más incisiva, con dos sendos envíos al área por parte de Kouamé que González no conectó, el contexto seguía beneficiando a los turineses. Cada avistamiento suyo podría considerarse un suicidio, pero tampoco había de otra. Ese debió ser el momento de la ‘Juve’ para sentenciar el choque de no ser por su poca sangre fría y el sacrificio del equipo de Italiano. Un derroche físico monumental protagonizado por Ranieri y Milenkovic, que lo mismo participan en salida que protegían su área. Todo pareció darse por finiquitado luego de que en una transición mortal terminase con Kostic asistiendo a Vlahovic y este definiendo con maestría. La misma que aplicó el VAR para anular el tanto por fuera de juego.
La vida extra ganada no significó reacción inmediata por parte de la visita, sino que fue la ruleta de cambios juventina -lógico debido al desgaste y poca profundidad de plantilla- la que recién activaría a los ‘Gigliatti’. De este modo, comenzó el arreón violeta. Dos envíos al área casi son cazados por un desacertado González y otro misil de Amrabat que Szczesny atrapó sin apuros certificaron el cambió de guion repentino. Ante el ímpetu y la fiereza de la Fiorentina, la Juventus no tenía armas para contraatacar y mucho menos volver a tomar el control. Debilitada en su totalidad, la volea de Castrovilli pareció decretar el empate finalmente. Para fortuna suya, el VAR esta vez le ayudó a soportar la embestida final. Algo en lo que deberán mejorar los ‘Zebre’ ahora se viene la parte dura del curso.
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