La última jornada de La Liga Santander llega con la pelea por el descenso al rojo vivo y Vigo será una de las ciudades en la que más se van a poner los focos por el posible descenso de un RC Celta que lleva más de una década en la máxima categoría del fútbol español.
El RC Celta necesita la victoria
Podría decirse que el Celta juega su partido más importante de los últimos años, pero el equipo celeste ya se ha convertido en un fijo en sufrir hasta la última jornada para evitar la salvación. Pero este año existe una diferencia: la dinámica es totalmente negativa y existe un clima de mayor tensión entre la afición viguesa (Carlos Mouriño, presidente del club, tuvo que salir escoltado del último encuentro en Balaídos).
Tras una pésima imagen en su último encuentro frente al Cádiz, los vigueses llegan en una situación que firmarían la mayoría de equipos, pues dependen de sí mismos y se enfrentan en casa a un FC Barcelona que llega sin nada en juego y con una racha negativa de resultados por la falta de tensión competitiva.
Los locales necesitan una victoria para asegurar la salvación y no depender de un resultado positivo de los azulones frente al Valladolid, pero suman una única victoria en las últimas 11 jornadas, lo que explica que la ciudad pasase de luchar por Europa a verse en Segunda División.
Iago Aspas jugará pese a arrastrar molestias importantes de la espalda, pero Carvalhal no podrá contar con Joseph Aidoo, el gran baluarte defensivo del equipo, lo que retrasaría a Tapia al central y aparecería Fran Beltrán en el centro del campo.
Parece que Larsen se ha ganado el puesto de acompañante de Aspas para este partido decisivo y existe la duda de si Carvalhal apostará por la experiencia de Hugo Mallo en el lateral derecho, pese a su mal momento de forma, o si el elegido como titular será un Óscar Mingueza que se ha convertido en una de las noticias positivas de la temporada para los celestes. Existen dudas sobre si el técnico luso apostará por el 4-3-3 y Óscar Rodríguez en el centro del campo o volverá al 4-4-2 con De la Torre caído a banda izquierda.
El FC Barcelona llega sin presión
Los culés llegan a esta última jornada con el título liguero sentenciado y con Ter Stegen siendo el jugador más activo debido al intento de superar el récord de porterías imbatidas en una misma temporada. Lewandowski también buscará asegurar el pichichi de la competición con un último tanto, acompañado por un Ansu Fati que dejó grandes sensaciones en el último encuentro frente al Mallorca.
Xavi llega a Balaídos con muchas bajas, pero podrá disponer de un equipo con bastantes garantías. Al Barcelona siempre se le ha complicado la visita a Balaídos, una única victoria en sus últimos siete encuentros ligueros en Vigo, y el año pasado sufrieron un empate tras ir venciendo cómodamente al descanso por 0-3.
El técnico catalán llega con muchas bajas y pocos jugadores disponibles de la primera plantilla, pues a las bajas de Pedri o Balde se le suman la no convocatoria de Busquets y Jordi Alba, lo que podría provocar que tengan algunos minutos jugadores de la cantera. Con la baja del capitán, Eric García podría empezar en el centro del campo acompañando a De Jong y Gavi.
El Valladolid estará muy atento al partido, y es que necesita que el conjunto culé sume en Balaídos para salvarse logrando una victoria frente al conjunto de Bordalás. Durante toda la semana se ha comentado en la ciudad olívica el interés de descender al Celta por parte del FC Barcelona, pues ambos conjuntos van por el mismo lado del cuadro en el Playoff de ascenso a Segunda División y el Celta B no podría ascender si el primer equipo sufre un descenso. Aún así, en principio esto no afectaría directamente a los culés pues si ganan al Real Madrid Castilla en semifinales, obligatoriamente se enfrentarían al Eldense en la final.