Han pasado casi veinte días desde el pasado once de enero, fecha en la que se daba inicio oficial al reinicio de obras del Nou Mestalla que ha estado congelado durante casi quince años, y que gracias a políticos e integrantes del club valencianista se consiguió reactivar. Eso sí, sigue habiendo oscurantismo respecto del tema.
Lo que más está llamando la atención es que estamos pudiendo a ver a través de redes sociales, en este caso a través de una cuenta de Tiktok que se llama “Nou Mestalla”, como el escenario en la parcela de la Avenida de las Cortes Valencianas sigue siendo prácticamente el mismo que hace, por ejemplo, un mes, pues hay poco movimiento, escasa maquinaria y una aparente inactividad. ¿Qué está pasando realmente con el nuevo estadio del Valencia C.F.?
De acuerdo con la planificación oficial, las obras del Nou Mestalla tienen un plazo de ejecución de treinta meses, con la por lo que deberían estar finalizadas en julio de 2027, a tiempo para que el equipo pueda disputar la temporada 2027-2028 en su nueva casa.
Pero, a diferencia de lo que muchos podrían esperar, la obra no arranca con grandes grúas o estructuras levantándose a toda velocidad. La primera fase, que abarca los primeros dos meses (enero-marzo de 2025), está enfocada en tareas de preparación y rehabilitación de la estructura existente, lo que no genera un impacto visual inmediato.
El primer gran obstáculo del Nou Mestalla es su propio pasado, porque como bien se comentó en el coloquio de Ultimes Vesprades a Mestalla y luego en los posteriores cmunicados; la estructura lleva muchos años expuesta a la intemperie, lo que hace imprescindible un exhaustivo proceso de revisión antes de continuar con la construcción. Según el cronograma, los primeros trabajos se centran en el acondicionamiento de accesos y viales internos (zonas de carga, acopio de materiales, oficinas de obra), en la inspección y reparación de estructuras previas, incluyendo grietas, fisuras y corrosión en los pilares de hormigón, y en la limpieza y adecuación del terreno de juego y las gradas inacabadas.
Estos procesos son esenciales para garantizar que la obra avance con seguridad y sin problemas estructurales, pero no requieren el uso de grandes maquinarias ni equipos numerosos, lo que explica la sensación de inactividad.
Ahora bien, dicho esto, y a pesar de que el club haya reiterado su compromiso con los plazos establecidos, el mismo documento del cronograma advierte que podrían existir ajustes en las fechas en función de la evolución de los trabajos. Esto es algo que podría generar intranquilidad en la ciudad, pues los precedentes no hablan nada bien del club, ni del máximo accionista sobre los que recayó dos sentencias del TSJ de la Comunidad Valenciana.
El objetivo sigue siendo que el estadio esté listo para 2027, pero el margen es estrecho, y más teniendo en cuenta que es un estadio que se va a proponer para el Mundial 2030. La experiencia con grandes infraestructuras muestra que retrasos en suministros, modificaciones en la ejecución o problemas estructurales inesperados pueden alterar el calendario, algo que ya ha sucedido en otras ocasiones con el Nou Mestalla.