El Barça está viviendo esta noche la ida de los octavos de Champions en el Estadio da Luz. Un duelo crucial en su camino a la final de Champions que llegaba en un momento de forma espectacular. Sin embargo, un contratiempo en el primer acto podría poner en riesgo su futuro en la competición. El FC Barcelona se ha quedado con diez jugadores en el minuto 22 de partido por la expulsión de Cubarsí.
A los 20 minutos de partido, Curbasí vio la roja directa. Arrolló a Pavlidis siendo el último defensor en el borde del área. Dijo que había tocado balón y el Barça pidió falta previa sobre De Jong, sin embargo, el VAR confirmó la decisión del colegiado alemán Felix Zwayer. Con la expulsión entró Araujo en defensa y el sacrificado fue Dani Olmo.
El analista arbitral de Cadena SER, Iturralde González, analizó la jugada: “La roja es de libro, por oportunidad manifiesta de gol, tiene todo para serlo así. Centrada balón en control sin defensores cerca. Ya podían ser todas así”.
El Barça reclama un empujón en el inicio de la acción. Frenkie De Jong reclamaba que Pavlidis le empujó al pugnar por un balón. Una posible falta en la que no entró a juicio el VAR y que podría haber anulado la expulsión de Cubarsí. Fue la jugada que precedió a la acción que ha cambiado el partido. No pareció suficiente el empujón para decretar falta.
El Barça pidió roja a Barreiro
Minutos después, el jugador del Benfica Barreiro, fue al suelo con mucha fuerza y golpeó con la plancha a Íñigo, que se dolía en el suelo. El central vasco le recriminaba al colegiado que era roja al levantarse. Raphinha también habló con el árbitro. Sin embargo, el jugador local solo vio amarilla al igual que el central culé por sus protestas lanzando una espinillera.